Después de la luna azul

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La luna azul ya había pasado, la cual me debilitó más de lo debido, pero tuve que despertarme igual, ya que tenía que buscar a la mujer que me ayudaría a buscar a Melissa.

-Iré a cargar gasolina.-dije mientras bajaba las escaleras.

-Pero...¿Te sientes bien?-preguntó Peter preocupado.

-Si.-mentí-Ustedes comiencen a bajar las maletas.

Me fui de allí y llegue después de solo unos minutos. Cansada de estar despierta, bajé del auto y entré al lugar.

-Buenos días.-dijo el señor con una sonrisa.

Miré arriba por dos segundos y vi a dos hombres con trajes detrás mio. Pude ver como preparaban sus armas.

-Lo siento tanto, pero necesito ver su identificación.-me dijo.

-Si, claro.-saqué de mi bolsillo un gas pimienta que le había robado a mi padre el día anterior a dejar la casa.

-Quédate quieta.-me dijo el señor mientras me ponía una pistola en la cabeza.

Los otros dos me estaban apuntando desde atrás. Levanté las manos y me agaché rápidamente dejando que los patéticos de atrás le pegasen unos tiros al señor detrás de la caja. Les pegué una patada tirándolos al suelo y agarré una de sus armas. Mis padres me habían enseñado defensa personal de chica pero nunca a disparar. El hombre más alto tenía un revolver en su mano y me estaba apuntando a mi. Traté de disparar pero una mujer me sacó la pistola por atrás y una bala me rosó la cabeza. Comencé a correr por la tienda pero me encontraban por todos lados. Me sangraba la cabeza y un dolor punzante recorría una parte de ella pero sabía que no era nada. Traté de tirarles latas, botellas pero siempre las esquivaban. Me trepé a unos estantes y me balanceé sobre ellos hasta que cayeron, aplastando a los dos hombres, pero ni bien bajé pude escuchar claramente a la mujer detrás mio preparándose para disparar. Estaba asustada ya que sabía que no había escapatoria, creía que allí se terminaba todo. Cuando la escuché apretar el gatillo, un rostro conocido se tiró encima mio y recibió un disparo en el hombro izquierdo. Lo miré a los ojos y lo reconocí al instante.

-¡¿Nick?!-grité.

Con su mano derecha se apretaba el hombro y con la izquierda se trataba de levantar.

-Solo estoy aquí por Alexandra Lincolns. No quiero que haya heridos. Solo vete.-le dijo ésta.

Él no la escuchó.

-¡Lárgate de aquí!-le gritó.

-Lo siento.-dijo la mujer. Me agarró de los pelos y me puso la pistola en la cabeza-Por el bien de la humani...

Allí fue cuando su voz cayó y un ruido fuerte me aturdió. Nick, revólver en mano, estaba asustado y algo confundido por lo que acababa de hacer. Miré al suelo y vi el cuerpo sin vida de la malvada mujer. Él no reaccionaba, lo único que hizo fue caerse al suelo y darse un buen golpe.

Ayudé a Nick a levantarse y lo llevé hasta su auto. Dentro de él estaba Olivia muy asustada.

-¿Alex? ¡¿Qué le sucedió?!

-Ayúdame a sentarlo a mi lado.

Lo sentamos suavemente y le puse el cinturón. Le entregué mi celular a Olivia.

-Llama a la policía.-le dije.

No me dijo nada, solo marcó.

-Todo va a estar bien, Nick. Tranquilo.-le decía mientras arrancaba su auto.

-¿Qué diablos está pasando, Alex?-me preguntó algo molesto.

-Te lo contaré todo, pero tienes que esperar.

-Dicen que vienen en camino- dijo Olivia.

-Ahora llama a Adam y pregúntale cuál es el hospital más cercano.

No iba a dejar que nada le pasara a Nick. Era mi culpa y nunca me lo iba a perdonar.

¿Dónde está Melissa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora