Tierra Escondida I: Más allá de un sueño

Capítulo 12: ¿Por qué?

Warning: Capítulo muy largo se recomienda buscar un sitio cómodo.

~~~

Ally se levantó muy temprano aquel día incluso antes de que saliera el sol. Despertó a Heather con entusiasmo y se arregló lo más rápido que pudo. Se dio una ducha con agua helada, y se vistió con unos pantalones negros, una playera sport lila, unos tenis blancos, y por último se amarró una coleta básica. Heather por su parte; se puso unos shorts cortos negros, una playera de manga corta blanca que decía: «El sol brilla, regala una sonrisa» (lo cual era algo irónico tomando en cuenta su estado de humor) unos tenis negros, y salió casi sin peinarse.

Cuando amabas salieron de su habitación, se encaminaron hacia la de Blayd.

-¿Blayd ya estás listo?-preguntó Ally tocando la puerta de madera con suavidad, pero al no recibir respuesta alguna tocó más fuerte-¿Blayd? se hace tarde... ¡Blayd!

-De seguro y sigue dormido-dijo Heather entre medio de un bostezo y recargándose en la pared color beige.

-Apuesto a que sí... ¡Blayd!-Ally continuó golpeando la puerta de madera con la palma de su mano.

-Permítime-habló Heather parándose enfrente la puerta y se aseguró de que nadie más estuviera por ahí. Y a continuación, colocó su delicada mano derecha sobre la manija-mollis manus, effectus keyless-dijo ella medio dormida y con ágil movimiento de manos, la cerradura emitió un click. Inútilmente, intentó abrir la puerta pero esta se resistió-¡Agh! Nunca funciona.

Y así, de la nada, Heather pasó de hacer un sutil hechizo a patear la puerta, hasta que consiguió abrir la de golpe.

-¡Blayd ya levántate!-gritó ella entrando en la oscura habitación.

-¡Ay! ¡¿Qué pasa?!-exclamó Blayd asustado.

-Nada, solo que hoy tenemos entrenamiento a las siete.

-No voy-declaró cubriéndose de pies a cabeza con la manta de lana.

-Vamos, Blayd-dijo Ally entrando en la habitación.

-No, tengo mucho sueño... Quiero dormir.

-Yo también tengo sueño y no me estoy quejando-respondió Heather arrojando le unos shorts y una playera negra que había rebuscado entre sus cajones.

-Bien, bien-anunció Blayd poniéndose de pie y buscando una vela.

Las chicas salieron cerrando la puerta tras de si.

Minutos después, salió. Vestido con el short que le había dado Heather, una playera azul marino y unos tenis del mismo tono.

-¿Qué vamos a comer? Tengo hambre-dijo Blayd cerrando la puerta de su habitación.

-Mmm... Nada-declaró Ally.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!-cuestionó Blayd mientras se encaminaban.

-Nos dijeron que para el entrenamiento es recomendable ir con el estomago vacío, que ya habrá un descanso para eso-respondió Ally serena.

-Pero, ¿No para eso necesitamos llevar nosotros nuestra propia comida?-preguntó Heather.

-No se, pero sea como sea ya no las arreglaremos allá.

-¿Segura?-dijo Blayd.

-Sí, sí.

-De acuerdo-anunció Blayd por último restándole importancia al asunto.