El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.

Capítulo XXVIII: La locura de la burbuja

Hola a todos!!!

Bueno, aquí con otro capítulo. Creí que este sería el final del arco, pero no, le calculo que le faltan uno o dos capítulos más. Quizá lo vean medio confuso, pero al final del arco, varias cosas tendrán sentido, de hecho, también haré un capítulo de curiosidades ya que como dije antes, ésta iba a ser una historia aparte, y también tiene sus curiosidades.

La canción de este capítulo es Monster de Dev. Les dejo dos versiones, la que está en el inicio es la que me inspiró, junto con el video, y la de abajo es la traducción. Esta canción es la que escuchan los chicos mientras están en la burbuja y también esta canción representa los sentimientos de Dipper hacia Bill (en serio, le quedó como anillo al dedo para el arco XD).

Espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten por favor.

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo XXVIII: La locura de la burbuja

-¿De verdad será una buena idea? Ni siquiera sabemos cómo vamos a entrar. –Dijo una chica a un grupo de jóvenes de su misma edad que tenían un mismo propósito: Entrar a la burbuja de Dipper. Todos conocían al castaño, con algunos se llevaba bien, con otros no. Entre ellos, estaba Héctor, que iba esperando ser el "héroe" de la escuela. Ya se veía con el título y casi casi un altar en la plaza de la escuela.

Estaban reunidos en un salón que se encontraba cerca de la burbuja, con un salto podrían entrar, pero no estaban seguros si pasarían o se darían un golpe como si de un vidrio o un muro se tratarse.

-No tenemos otra alternativa. Ya los suministros se están acabando, no duraremos mucho, además, debemos aprovechar ahora, Bill tiene bien vigilada esta burbuja, y sólo cinco personas se ofrecieron a distraerlo, no sabemos qué les hará. –Dijo una chica llamada Susana que miraba preocupada hacia afuera por la ventana, sin saber realmente qué había pasado con el grupo, entre los que se encontraba su novio.

-Ya vamos. Iré primero. –Dijo heroicamente Héctor, que lo disimulaba, pero era el que más miedo tenía. El chico se apoyó en el muro roto del salón listo para saltar. Agradecía que la burbuja creciera poco a poco, pues ésta ya tenía como unos 20 metros de diámetro según el cálculo de algunos maestros. Trató de evitar las cadenas y al saltar, entró en la burbuja, sorprendiendo a sus compañeros, que le siguieron. Todos cayeron uno sobre otros, cayéndole casi todo el peso a Héctor, quien se quejaba por cada nuevo peso que llegaba. En total entraron unos siete alumnos, ellos eran Héctor, Susana, Wendy, Tambry, Lee, Candy y Thompson. Se levantaron del piso aún sin mirar bien en qué lugar se encontraban.

Se sacudieron el polvo y cuando levantaron la vista, se sorprendieron, pues ese lugar no era para nada lo que esperaban. Creían que Bill había engañado a Dipper y ahora lo estaba torturando dentro de ese lugar, pero en vez de ver una prisión de la inquisición o un campo de concentración, vieron un bosque. Los árboles tenían madera entre gris y negra, las hojas eran de cerezo de color azul. El cielo parecía como nublado, pero al mismo tiempo no, es decir, no había sol que lastimara la vista, pero tampoco estaba tan obscuro ni gris. Había arbustos con hojas verde seco, pero éstos parecían en su mejor estado. Y en medio, había un sendero color arena, como si alguien estuviese esperándolos.

Se escuchaba la melodía de una canción que los chicos no conocían, pero quizá esa canción sí existía en la realidad, pues ellos no conocían mucho los gustos musicales del castaño.