El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.

Capítulo III Especial: La cita de Will.

Hola a todos!!

Antes que nada, gracias por sus votos y comentarios, realmente me hacen feliz =).

Como pudieron leer en el título, este capítulo es un pequeño especial, quise relajar un poco la historia porque como ven, las cosas se pusieron tensas.

Este capítulo se sitúa unos años después de la línea original del fic.

No hay canción como tal esta vez, así que les dejaré una que escuché mientras escribía XD. Se llama 3's & 7's de  Queens of the Stone Age.

Espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten por favor =)

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo III Especial: La cita de Will.

-¡Seis Dedos! ¡SEIS DEDOS! –Gritaba Bill corriendo de un lado a otro sacando y desacomodando todo de sus cajones.

-¡¿QUÉ QUIERES?! –Ya ni su novela podía ver a gusto el hombre.

-¡¿DÓNDE ESTÁ MI TINTE NEGRO?! –Ahora el rockero buscaba en los cajones de Dipper, aunque se detuvo por un momento cuando encontró una foto entre la ropa de su novio cuando era un bebé y lo estaban bañando.

-¡¿TU QUÉ?! –En realidad Ford no le hacía mucho caso al rubio, pues Juanito Ricachón ya le iba a pedir matrimonio a Ana Taruga.

Bill se guardó discretamente la foto en el bolsillo interior de su chamarra para continuar con su escándalo. -¡HABLO DE MI SÚPER TINTE NEGRO NÚMERO 20 CON ACONDICIONADOR Y FIJADOR!

-Ah... lo puse por ahí... -Ford contestó por contestar, pues ahora Lala Malvada iba a arruinar la fiesta de compromiso.

-¡¿DÓNDE?! –El hombre analizó por un momento las cosas, Bill nunca en su vida se pintaría el cabello completamente de negro... pero algo vino a su mente.

-¡AH, NO! ¡NI SE TE OCURRA ARRUINAR LA CITA DE TU HERMANO!

-¡ÉSE ES MI PROBLEMA! ¡AHORA DIME DÓNDE DÓNDE PUSISTE MI TINTE NEGRO! –El rubio ahora revolvía los zapatos buscando debajo de la cama.

-¡YA ESTÁ SUFICIENTEMENTE GRANDECITO PARA SALIR CON QUIEN QUIERA! –Ford se preguntaba de dónde se apagaba Bill.

-¡MI HERMANO ESTÁ EN RIESGO!

-¡ANA TARUGA ESTÁ EN RIESGO! –Gritó Ford a punto de arrojar el control a la televisión.

-¡YA DIME DÓNDE ESTÁ MI TINTE! ¡TE ESTOY HABLANDO DE UNA GRAN HAZAÑA!

-¡¿Gran hazaña?! –Preguntó Ford con burla. -¡YO SOY TU MÁNAGER Y SOY TU MÁS GRANDE HAZAÑA!

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Bill cuando su mánager se llamó a sí mismo su más grande hazaña.

-¿Qué escándalo se traen ahora? –Preguntó Dipper despertando. ¿Era mucho pedir media hora para tomar una siesta?

-¡PINO! –Bill se lanzó hacia su novio y lo abrazó del pecho.

-¡Ah, no, Cipher! Todavía estoy cansado y tú me despertaste. -¿Por qué todos malinterpretaban lo que decía y hacía él? Ahora se preguntaba Bill.

-¡No es eso! Necesito que me ayudes. –Se separó del castaño para mirarlo y se sentó frente a éste.

-Ya te dije que si sales a la calle vestido de naranja te van a confundir con un cono de tránsito. –Fastidiado, el fotógrafo se volvió a acostar.

-¡Tampoco es eso! ¡Will tiene una cita! –El rubio mordió sus nudillos con miedo, pues sus uñas no, obvio se arruinarían.

-¿Y? –Preguntó Dipper sin inmutarse.