El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.

Capítulo XXVI: Berrinches

Hola a todos!!!

Regreso después de mi hiatus, pero no se me emocionen mucho, todavía no termino del todo lo que tengo que hacer, pero ya casi.

Bueno, en este capítulo y en el siguiente tendremos un pequeño arco. Para los que leyeron mi historia de El rey de las sombras, recordarán que en un capítulo les propuse una historia donde Dipper estaría encerrado en la burbuja en vez de Mabel y así, pues estará en estos capítulos, claro que le he cambiado algunas cosas, ya lo verán. Lo pongo en este fic, porque quedará como un resumen de lo que iba a ser ya que cuando publiqué la idea, nadie le hizo caso pero ahora varios me lo han pedido.

La canción para este capítulo es: Bad Boy de Cascada con el video que les anexo (ambos tendrán relación). Se preguntarán la razón porque este capítulo no tiene relación con esa canción, pero sí con el siguiente, pero para el siguiente también tengo otra canción.

En fin, espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten por favor =).

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo XXVI: Berrinches

Habían pasado una semana desde que Bill no caminaba, y el rubio estaba frustrado, a é no le gustaba estar encerrado pero no le quedaba de otra. Dipper lo veía desde el marco de la puerta que llevaba a la cocina y no sabía qué hacer para animar a su novio.

-¿No quieres ver una película? ¿O jugar un videojuego? –A Bill esa idea le gustó, pues hacía mucho tiempo que no jugaba un juego de video, y había comprado una consola poco después de comprar la casa. Se incorporó un poco en el sillón.

-¡Juguemos un videojuego! ¿Cuál propones? –Dipper fue a su cuarto y buscó un juego un tanto viejo, pero que le gustaba mucho, se llamaba Alice Madness Returns. Como era para un jugador, le puso el juego a Bill en la consola y luego se sentó a su lado para leer un cómic mientras Billy jugaba con una pelota a los pies de ambos.

Después de un par de horas, el rubio no podía dejar el juego, de verdad le parecía interesante, pero llegando al nivel donde debe recuperar las partes del sombrerero, se cansó, guardó la partida y apagó la consola. –Pino, ya me cansé... -Dijo en tono de niño chiquito.

-Pues duérmete. –Dijo Dipper sin dejar de leer su cómic. Bill hizo una cara cuando vio que el castaño apenas lo escuchó. Le iba a quitar el cómic cuando su estómago gruñó. -¿Tienes hambre? –Ahora sí, Dipper volteó a verlo, y eso logró sacar una sonrisa del rubio, pero también se aprovechó de la situación.

-¡Sí! ¡Tengo hambre y sueño! ¡Me siento mal! ¡Ya siento que se me va la boca de lado! –Dipper no puso contener la risa.

-Bien, Doña Lucha, ahorita te doy algo de comer. –Se levantó y fue hacia la cocina dejando al rubio solito, y éste se dejó caer en el sillón, dejando su cara en un cojín.

A los quince minutos, salió Dipper con un plato de consomé de pollo con arroz y no se sorprendió al ver a Bill boca abajo en el sofá con la cara en un cojín, pues era una especie de berrinche del rubio. –Bill, aquí está tu comida. –Bill sólo giró su cabeza e hizo una voz de moribundo.

-Dame de comer... no me siento con energías. –Dipper rodó los ojos, se sentó en la mesa de café frente al sofá y comenzó a darle pequeñas cucharadas del consomé al rubio dejándolo ser diva por un momento, nadamás porque se lo había agarrado de buen humor.

-Come antes de que se enfríe la chopita. –Dijo para seguirle el juego, cosa que le gustó a Bill. En ese momento, la puerta fue abierta, dejando ver a Ford y Will que regresaban por lo de la demanda del incidente de Bill. Cuando el peli-azul vio la escena, no pudo evitar sentir una punzada de celos. Cabe decir que nadie sabía de la relación del fotógrafo y el rockero, pues a Bill casi no le gustaba hablar de su vida y Dipper por andar cuidando al divo, había olvidado comentarlo.