Capítulo XVI: ¡Salven a los perritos!

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Hola a todos!!!

Antes que nada, perdón por desaparecerme, pero he tenido tantos pendientes que literalmente no me da tiempo de nada, de hecho aún no termino pero esta vez tuve un pequeño espacio, y este cap es realmente un entremés, por así decirlo, ya que es corto pero me gustó.

Varios avisos: Quiero publicar un fic (otro XD) inspirado en la Bella y la Bestia pero versión BillDip donde Bill es un triángulo encantado con sus sirvientes y ya saben, alguien debe amarlo para que se vuelva humano y así. Si les interesa, avisen aquí porfis.

Segundo aviso: Si les gusta FullMetal Alchemist y el RoyEd los invito a leer mi fic: Resultado de una transmutación humana. Ése fic tendrá actualizaciones más seguido puesto que lo tengo escrito hasta el capítulo 35 y en realidad lo estoy editando. Dénle una oportunidad, ese fic tiene DEMASIADAS sorpresas, más que mis otros fics juntos.

Tercer aviso: Aún no esperen muchas actualizaciones, esperen una semana o dos más, todavía no termino mis pendientes, y ya me dio pena con ustedes porque me leen y no actualizo, pero no es porque no quiera, sino por falta de tiempo, pero ya falta menos para más capítulos.

Por cierto, este corto realmente no tiene canción, así que les dejo el remix de VanaN'ice que escuché mientras lo escribía.

En fin, espero les guste este capítulo, y si es así voten y comenten por favor =).


Capítulo XVI: ¡Salven a los perritos!

Al día siguiente, Dipper estaba terminando de acomodar unas luces para una sesión fotográfica. El asunto era, que antes de la entrevista debían tomar las fotografías para una campaña para adoptar perritos o algo así y el grupo debía posar con cachorros que se parecieran a ellos ya que el concepto era de encontrar a tu amigo ideal.

Terminó con la luces y se dispuso a esperar a que los artistas salieran de maquillaje para poder empezar. Se recargó en una pared y comenzó a ver unos mensajes que le mandó su hermana. Estaba concentrado en su teléfono cuando escuchó unos jadeos acercándose y unas patitas chocando contra el piso. Levantó la mirada y era Bill como si se hubiese arreglado para un concierto y tenía en su mano una correa en la que estaba atado un perro cocker spaniel color dorado quemado.

-¡Te ves hermoso! -Dijo Dipper con un brillo en los ojos y un pequeño rubor en sus mejillas. Bill puso una mano en su cabello como posando para la foto a pesar de que no había iniciado la sesión. -¡Mira ese porte! ¡Esa elegancia! ¡Esos ojos! -El pecho del rubio se infló con orgullo. Dipper comenzó a acercarse y Bill iba a dejarse querer. Cerró los ojos pero el abrazo, beso o lo que fuese no llegó. Abrió los ojos y vio al castaño agachado haciéndole mimos al perro. -¡Claro que sí! ¡Eres el galán de la foto! ¡Eres tan tierno y amigable! No te pareces en nada al cantante éste. -Y por supuesto, el perrito le movía la cola a Dipper y correspondía sus palabras con besos y pequeños saltos.

-Agradece que estoy en contra del maltrato animal. -Dijo el rubio con ligero enfado. Dipper se levantó cargando al perro.

-¡Pero si es un amor! ¡Ya lo quiero! -Dipper abrazó al cachorrito de no más de 3 meses. Bill entrecerró los ojos pero antes de poder protestar, Will entró con un cachorro de pug con una correa azul en su cuello. Al castaño también le pareció tierno pero no tanto como el cocker que tenía en brazos.

-Bien, empecemos, que la entrevista será en unas tres horas y si a Bill se le corre el maquillaje no vamos a empezar a tiempo. -Dijo Ford entrando junto con Gideon que tenía un pequeño pomeriana y Robbie que llevaba un pitbull.

Dipper tomó las fotos de los artistas jugando con los perros, abrazándolos, dándoles de comer y cosas así. Las fotos resultaron tiernas y el presidente de la asociación se veía satisfecho.

El castaño no quería irse, de verdad se había encariñado con el perrito cocker, y deseaba llevárselo pero ya parece que Ford lo dejaría. Estaba acariciándolo mientras el grupo se cambiaba de ropa, pues terminaron llenos de pelo.

En ese momento, Gideon salió y vio que el chico parecía triste. Se acercó.

-¿Estás bien? -Preguntó también acariciando al perrito procurando no llenarse de pelo nuevamente.

-Sí, es que... de verdad me encariñé con él... es tierno pero... no creo que mi tío me deje llevármelo.

-No pierdes nada con preguntar. -Dijo Gideon poniendo una mano en su hombro.

-Es que... sé que lo dirá, conozco a mi tío.

Del otro lado de la pared, Bill escuchaba todo y no podía evitar sentirse algo mal. Quería remediar las cosas con Dipper y quizá la solución estaba frente a él. Ese perro no le agradaba del todo pero al castaño sí. Fue a buscar a su mánager.

A la hora de la salida, Dipper miraba triste al suelo mientras Ford firmaba unos últimos papeles.

-Bien, son todos los papeles, señor Pines. Por cierto, aquí está. -Ford puso una mano frente al hombre como frenándolo.

-No es para mí. -Y con su dedo señaló al castaño triste que estaba ajeno a la situación. El presidente de la asociación se acercó a él.

-Toma. -Dipper regresó a la realidad y cuando levantó la vista ahí estaba el pequeño cocker con una expresión que parecía que sonreía, al igual que el hombre que se lo ofrecía. El chico confuso tomó al perrito entre sus brazos y notó el moño naranja de regalo que éste tenía en su cuello.

-¿Qué significa esto? -Preguntó el joven sin comprender nada.

-Es tu nuevo amigo. Cuídalo mucho. -Luego le ofreció una pequeña cartilla. -Aquí está el carnet se sus vacunas y cuándo debes aplicar las siguientes.

Dipper tomó la cartilla aún sin digerir la noticia del todo. El hombre le dio una pequeña y última caricia al perrito en la cabeza y regresó a su puesto. El castaño reaccionó hasta que todos comenzaron a salir. Se acercó corriendo a Ford.

-Tío, Ford. Gracias por el perro. -Dijo el castaño con una sonrisa caminando al lado de su tío con el perrito aún en brazos.

-No me agradezcas. -Dijo Ford algo serio. -No sabía que te habías encariñado con él... fue idea de Bill. -El castaño se detuvo. Bill estaba por subirse a la limusina cuando Dipper se acercó rápidamente.

-¡Hey, dorito! -Estaban en plena calle así que no lo llamó por su nombre o sería un griterío por parte de fans. Bill volteó hacia el castaño con sus lentes de sol y una gorra puestos para no ser reconocido. -Gracias por el perrito. -Dijo Dipper tímidamente y algo apenado por la pelea de antes.

-Está bien, pino. Es una forma de arreglar las cosas por acusarte injustamente. -El castaño le regaló una sonrisa que Bill correspondió. Puso su mano en la cabeza del perro pero antes de lograrlo, éste le soltó una mordida en su dedo. -¡Hijo de...! -Gritó el rubio por el dolor y alejó su mano. -Sólo... mantén alejada de mí esa cosa. -Bill se subió al auto murmurando algo sobre sus uñas y Dipper rió ligeramente.

-Ese perro ya me agradó.-Comentó Ford poco antes de subir a la limusina. Dipper lo imitó. 

El fotógrafo y el rockero (BillDip) Completo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora