SEIS.

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La siguiente semana fue mucho mejor que la anterior. Ya me había acostumbrado al horario y a las clases. Estaba la clase que tenia con William, que ya se había convertido en mi favorita. Una en donde el profesor parecía casi de nuestra edad, y disfrutaba ver como todas se babeaban por el y hacían las preguntas mas estúpidas solo para llamar su atención. Una de historia, donde el profesor era rarísimo, pero sus anécdotas siempre eran interesantes.

Los entrenamientos eran cuatro veces a la semana, después de clases. Estaba muy enfocada en ellos y daba lo mejor de mi para destacarme, ya que el torneo universitario empezaba muy pronto y quería ser titular.

Tambíen me deje llevar un poco por Veronica y sus locuras, y cedí a ir con ella a una que otra fiesta. Pero obviamente siempre me iba temprano. Justo cuando veía a Jason llegar o cuando presentía que alguna tragedia o pelea ocurriría esa noche.

Era viernes por la mañana y William me había invitado a desayunar. Fuimos a un lindo restaurante que era muy conocido por sus cafés y desayunos deliciosos.

—Que rico se ve eso. —Dije, observando los pancakes y tocinos llenos de grasa que descansaban sobre su plato. Yo solo había pedido una ensalada de frutas y un jugo de naranja.

 —Lo esta. Pruébalo. —Cortó un pedazo y me acerco el tenedor a la boca. Yo me aleje de inmediato, casi entrando en panico.

—¡No! No es bueno para mi dieta.

—¿Porque estas a dieta? No necesitas estar a dieta.

—Si, y ya no se diga mas. —Ya habíamos tenido esa conversación varias veces, pero yo me negaba a hacerle caso. Por mas delicioso y tentador que estuviera su desayuno, no iba a hacer algo de lo que me arrepentiría después.

Seguimos desayunando, cuando de repente nuestros celulares sonaron sincronizadamente. Era uno de esos mensajes de texto masivos que enviaban los chicos de la universidad.

"Atención estudiantes, ¡la fiesta temática de esta noche es una de verdad o reto!
Todos prepárense para una noche llena de alcohol, verdades y retos.
La fiesta empezara a las 8 PM, en el lugar de siempre.
Y recuerda, si vienes acompañado de esa persona especial, no te sorprendas si te toca hacer algo atrevido con otra persona."

Ambos nos miramos con cara de "¿estas leyendo lo mismo que yo?".

—Estas fiestas solo son una excusa para ser acosado por alguna chica loca y borracha de primer año. —William negó con la cabeza y volvio a meterse en celular en el bolsillo, dandole cero importancia a la invitación.

—Suena divertido, ¿no? —Dije, molestandolo. —Y te recuerdo que yo estoy en primer año.

—Estas insinuando algo, ¿señorita?

—No, solo digo que deberías ir. Intentar hacer algo diferente.

Me encogí de hombros. No estaba segura si ir seria la mejor idea, pero si quería que William empezara a salir de su zona de confort. Podía llegar a ser muy cerrado y rara vez pensaba en divertirse y hacer cosas fuera de lo común.

—No soy tan aburrido como piensas. —Sonrió. Esa sonrisa que me volvía cada vez mas loca.

—¡No pienso eso! —Tomé su mano sobre la mesa. —Pero si es bueno dejarse llevar de vez en cuando. Mira que si yo no pensara así, nunca nos hubiéramos besado y no estuviéramos sentados aquí en este momento.

Llegue a este lugar con la idea de no distraerme por absolutamente nada. Pero William se había convertido en una bonita e inofensiva distracción. Disfrutaba mucho de su compañía.

Perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora