Salí corriendo hacia mi dormitorio, me puse ropa deportiva y corrí a la cancha a ver si alcanzaba llegar al entrenamiento, aunque ya casi terminaba. Me maldecí durante todo el camino por haber sido tan irresponsable. Mi estancia en la universidad dependía de mis notas y de mi desempeño en la cancha, y a pesar de haber pasado todas las materias del semestre pasado y haber anotado goles en los partidos amistosos, cualquier error podía hacer que lo arruinara todo.
Cuando llegue a la cancha las chicas estaban practicando tiro libre, y tan pronto Stephan me vio llegar me hizo a un lado.
—Victoria, ¡mira la hora que es! —Stephan me regaño, pero no demasiado duro para que las demás chicas no se dieran cuenta.
—Si, lo se. Perdon, en serio. Disculpame. No va a volver a pasar, te lo juro. —Se me caía la cara de vergüenza.— Lo que pasa es que-
—Sabes que aquí las excusas no valen, Victoria. —Me interrumpio. Stephan solia ser estricto con nosotras, pero nunca me habia hablado asi.— Me caes muy bien y lo sabes, pero no por eso voy a tener excepciones contigo. Estamos a poco tiempo de que empiece el torneo universitario, ya no vamos a jugar amistosos, lo que viene es serio. Y recuerda que estas aquí por una beca. —Baje la cabeza, enojada conmigo misma porque Stephan tenía toda la razón y no podía decirle nada que me justificara.— Todo esto te lo digo porque sé que eres buenísima y conozco tu potencial. Puedes llegar muy lejos, pero eso solo se consigue con disciplina. —Puso una mano sobre mi hombro.
—Lo se.
—Vete y regresa manana. Temprano, eh.
Asentí y me di la vuelta, dispuesta a no volver a hablarle a Jason hasta que Stephan se diera cuenta de que estaba tomando todo esto en serio. Me di cuenta que era cierto lo que decían mis amigos. Jason West solo trae problemas.
✤✤✤
El llamado de atención de Stephan fue suficiente para que empezara a hacer cambios. Las semanas que siguieron las dediqué a prepararme para el torneo universitario. Eso me tenía tan enfocada y emocionada que abandone por completo las salidas con mis amigas. No quería volver a caer en tentaciones, sobre todo cuando esas incluian a Jason. Suficiente tenía con verlo en clase, y aun ahí hacia todo lo posible por ignorarlo.
Él tampoco hacía mucho esfuerzo en hablarme. Era como si no le importara mi indiferencia, y ahora que no tenía que ver a William en clases tampoco era distracción para mi. Incluso habian dias en los que no pensaba en ninguno de los dos, pero tambien habian dias en los que me costaba contener mis ganas de comunicarme con alguno de los dos. Sobre todo cuando me encontraba a William y a Lucero en el campus, era muy difícil escaparme del todo.
Cuando empezó el torneo todo mejoró para mi. Siempre era una de las mejores en los juegos y la adrenalina que sentía al correr en ese campo de fútbol durante noventa minutos era incomparable. Mis amigas siempre estuvieron ahí para verme en todos los partidos e incluso hice nuevos amigos gracias a ello. Hasta Adrian cumplio su promesa de ir a verme y ese dia fui muy feliz.
Finalmente llegó Marzo, el mes en el que teníamos una semana de vacaciones por Spring Break. Me hacía falta un descanso. No tenía pensado hacer nada esos días, pero debí saber que Verónica ya había hecho planes para ambas.
—Señorita, tenemos que hablar. —Veronica me habló tan pronto salí del baño. Yo estaba en toalla, con el pelo mojado, y ella estaba sentada en su escritorio maquillándose.
—¿Que hice?
—Has abandonado esta amistad, eso hiciste. —El tono de Verónica era dramático, pero sabía que solo lo hacia por molestar.
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Perdición.
Teen FictionDicen que las personas mas exitosas empiezan con un plan de vida. Te trazas metas y haces todo lo posible por cumplirlas hasta llegar a tu objetivo final. Victoria Schmidt tenia un plan de vida. Sobrevivir a la preparatoria, conseguir una beca depor...