Noté que me miraste, ¡Dios santo!, pensé tantas cosas, porque, fue inevitable no seguir observándote cada vez que entraba al autobús. Siempre en la misma posición, junto a la ventanilla, pocas veces te sentabas y con tus audífonos puestos.
Alejado del mundo.
Ese día vi que llevabas una hermosa cadena en tu cuello, brilló por las luces de los autos que pasábamos y me pregunté, ¿Qué era? O quizá, ¿Qué significado tenía para ti?
Siempre le he buscado significado a las cosas, y de hecho, al ver tus ojos cerrados mientras te perdías ensimismado en tus pensamientos, impidiendo que viese el color negro y profundo de tus ojos, ladeé el rostro y tomé una fotografía mental para dibujarte después.
Quise pensar que, era posible que a ti si te gustase que dibujara, no como mamá, que me lo prohíbe. Imaginé demasiadas cosas, de mí acercándome con alguno de mis dibujos y que me preguntaras qué era, yo te hubiese respondido y hubiéramos charlado.
Pero no me atreví.
Solo fuiste mi deleitación desde la lejanía cada día en el autobús, porque sí, chico de los audífonos, eras atractivo, y quise detallarte más, quise dibujarte.
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Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»