A veces pensé que, te demostraba lo hermosa que eras con mi mirada lejana.
Así como tú expresabas con ésta misma y tu magnifica personalidad que resaltaba, que eras mi salvación en momentos en los que me sentía vacío.
Me veían solitario todo el tiempo, pero tú eras mi compañía.
Me sentía frío, no solo por el clima o mi nombre, y tú con una sonrisa de medio lado, calentabas.
En el buen y malpensado sentido, claro.
Si por un momento me sentía perdido, tú me ayudabas a encontrarme.
Todo eso, desde una lejanía que no explicaba con exactitud las sensaciones que brotaban al verte tan devota cada mañana, suspicaz ante la admiración de cada detalle que reiterabas a la hora de dibujar.
Quise ver más de tu arte, o quizá, ser parte de él.
Escuchando To Each His Own vi cómo sonreías ante los colores que se lograban divisar a través de la ventana y me gustó eso de ti, descubriendo que, en parte, no dejabas perder tus expresiones.
No como yo.
ESTÁS LEYENDO
Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»
