"Mierda", grité en mi mente, abriendo los ojos y viendo cómo recogías dibujos, sobre ti, ¡tuyos! ¡De tú rostro! ¡Tú cuello! ¡Tus ojos!
Tragué, caminando rápido hacia el desastre frente a mí, recogiendo lo más rápido posible, hasta que...te diste cuenta.
Dudaste unos segundos, lo noté. Te detuviste a observar con interés uno de los dibujos, quizá preguntándote por qué carajos estabas siendo dibujado por una desconocida del autobús con la que a duras penas habías pasado tiempo y escuchado música.
Semanas habían pasado desde que nos habíamos visto, ya no tenías el cabello largo, estaba corto, tus ojos estaban apagados, con el dolor en ellos, expresando lo mucho que deseabas la libertad, el ser tú mismo y el vivir. Tus labios, algo pálidos y rotos hicieron un intento de sonrisa, confuso, desorientado y débil.
¿Qué te ocurría?
No lo sabía. Y no lo supe, mucho menos lo que susurraste aquel día porque, de lo inquieta y nerviosa que estaba, no escuché tus palabras, tú voz solo sonó ronca, adolorida pero amable. ¡¿Qué habías dicho?!
Lo sabría el viento.
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Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»