Entrar a La Academia me hizo sentir, por segundos, un extraño en el lugar. Aunque, casi siempre me sentía así en el mundo.
A lo mejor si había algo malo en mí, no lo sabía. Pero, por un momento, me interesó aquella exposición de fin de semestre de la que se hablaba en toda la ciudad.
Supuse que estarías ahí, al igual que tu arte.
Pasé por cada stand y observé el trabajo de los que pensé, eran tus compañeros. Había grandiosas obras, pero una llamó, más que todo, mi atención.
Se trataba de un retrato, trazado con líneas de colores, principalmente el negro, pero lleno de una paleta de colores que, pese a esta variedad, aún se le veía una especie de oscuridad, tristeza. Era solo su rostro; inquieto, solitario, lejano. Me hizo sentir de repente, agradable ante tal cuadro tan especial que, segundos después, supe que era tuyo.
La firma abajo me dio a entender que, era tu nombre.
Alice Dickens.
Lo supe por la fotografía que había a un lado. Tus rizos alborotados y la pañoleta verde dándote más vida, junto a las mejillas rosadas.
Era una hermosa foto, y un hermoso cuadro.
Y escuchando Nothing on you, no pude evitar sonreír al pensarte.
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Última parada ✔
Fiksi Remaja«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»
