¿Nunca te hiciste preguntas extrañas?
Como, ¿por qué la gente suele practicar su firma como si fueran a firmar autógrafos?
O, ¿por qué razón imaginamos escenas en nuestras cabezas?
O quizá, preguntarse, ¿cómo fue que las personas perdieron la virginidad?
Bueno, yo sí. Más cuando caminaba entre tanta gente en lugares públicos y privados. Y si, puede que fuese algo extraño, joder, era extraño, pero ningún pensamiento venía a mi mente.
Luego llegabas tú con las manos llenas de colores, pintura, pañoletas en la cabeza y manchas de, lo que parecía, carbón en tus hermosos cachetes. Porque en serio me imaginé muchas veces tocándolos, como dos almohadas, o chicle elástico.
Raro, lo sé.
Pero muchas personas también hubiesen querido hacer lo mismo con tus cachetes.
Subí el volumen de Ali Gatie – It's you, y fijé mi vista en ti, desde la lejanía. Abrazando mi dolor que, de algún modo, desaparecía al verte.
Aquella vez pude notar que el día anterior, mientras observabas al mundo y yo permanecía alejado de él, tú me viste de re ojo. ¿Qué clase de mirada había sido esa? No tenía la menor idea, y es que, cómo se supone que se sabe eso cuando a veces parezco un hombre que salió en pijama y apenas se vio al espejo o quizá, un vagabundo con muchos libros en mi mochila.
Aunque claro, no sabías que llevaba libros, no ese día.
Y mucho menos pensaste que en mi mente surgían esas extrañas preguntas, que me hubiese encantado hacerte, ver quizá, tu sonrisa.
Pero ese día no la vi, y aun así, sonreí, porque te había visto.
ESTÁS LEYENDO
Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»