Subir al autobús esa mañana me alegró un poco, ¿sabes? Haber salido sin permiso para ir a ver los cuadros en La Academia, pareció molestarle tanto a mi progenitor que sus golpes y gritos fueron la consecuencia.
Pero valió la pena.
Vi una parte de ti, conocí algo tuyo que amabas.
Con esa misma idea y escuchando Who will remember me de Twelve Titans y me envolví en el pensamiento de que todos—o en su mayoría—, de personas, dejaban una marca en el mundo. Su ser, su esencia, dejaba el recuerdo en ellos.
Así como tú dejaste la marca en mí, con tus pañoletas, colores diversos en la ropa, las florecillas que a veces colocabas en tu cabello, deseaba ser igual a ti.
Eras una inspiración. Quise ser como tú, de dejar una señal de vida, de que Cold había existido en este mundo y que por lo menos, había sonreído más de una vez ante la dicha humana de lo que nos rodeaba.
Las nubes del cielo eran como las personas, que poco a poco, aparecían, luego se iban. ¿El problema? No sabíamos cuál era cuál, sí había dejado un rastro de lluvia, o se ocultó junto al sol. Así que quise ser la nube más persistente, blanca y visible.
Como lo eras tú.
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Última parada ✔
Teen Fiction«La historia comienza, cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado.»