- No lo entiendo. –digo por milésima vez.
- ¿Cómo no lo vas a entender? Es fácil.
- Pues yo no lo entiendo. –me cruzo de brazos y John suspira cansado. Lleva exactamente una hora explicándome lo mismo.
- A ver, solo tienes que sustituir esto, por esto y luego despejar. –asiento.
Lo intento yo y al quinto intento me sale. Pasa una hora más y ya he entendido la mayoría, la verdad es que John es muy paciente. Ya son las nueve de la noche y yo estoy muerta del cansancio, me tiro encima de la cama y John se limita a mirarme.
- ¿Cómo es que sabes tanto de mates? –le pregunto.
- Siempre se me han dado muy bien y aunque no lo curse en la Uni, sigo estudiándolo, me encantan. –me rio.
- Eres un rarito.
- Habló. –me saca la lengua– Por cierto, ¿qué te paso para estar en el hospital?
- Me atracaron, pero como no les di nada, me apuñalaron. –abre los ojos asustado y yo sonrío.
-¿D-dónde? –me levanto y me pongo delante suya. Me levanto la camiseta dejando al descubierto mi costado. John levanta los dedos y roza la parte que rodea mi cicatriz, me encojo ante su tacto y no sé si es porque tiene las manos frías o por qué– ¿Te duele?
- A veces. –bajo la camiseta.
- Bueno, yo creo que... eh... me voy. –¿por qué se ha puesto nervioso?
Salimos de mi cuarto y cuando estamos llegando a la entrada diviso a mi tía en la cocina y cuando nos ve, sale medio corriendo hacia nosotros.
- ¡John! –mi amigo se gira– ¿Quieres quedarte a cenar? –oh no, ¿enserio tía?
- Eh... -John me mira a mi y luego a mitía– No quiero molestar, señora Black. –mi tía me mira y niego con la cabeza,no quiero que asusten a John.
- No molestas. He hecho macarrones. –se me ilumina la cara.
- Oh, entonces me encantaría quedarme a cenar.
Nos sentamos todos en la mesa, bueno, más bien yo, mi tía y John. Empezamos a comer en silencio cuando mi tía lo rompe.
- Bueno ¿cómo os conocisteis? –pregunta de repente. Yo empiezo a toser por culpa de un macarrón revoltoso que se ha querido ir por otro lado.
- Pues... iba caminando por la calle cuando vi a Allison recoger ropa del suelo, me acerque a ella y la ayudé. –miente John. Le lanzo una mirada de agradecimiento. No quiero que mi tía sepa que le conocí en una discoteca y le besé sin conocerle, no sería una buena imagen.
- Que caballero. –dice mi tía.
- Sí, todo un caballero. –John me mira y le guiño un ojo lo que provoca la aparición de una sonrisa.
Todos volvemos la cabeza al oír la puerta abrirse, es Paul y no viene solo. Cuando mi mirada se cruza con sus ojos azules grisáceos, maldigo para mis adentros. Los dos que acaban de llegar miran a John, Paul asombrado y Logan cabreado. El primero en romper el silencio incómodo es Paul.
- Mamá. ¿Se puede quedar Logan a cenar y a dormir? –di que no, por favor...
- Claro. Sentaros. –mi tía se levanta, coge dos platos, vierte la comida en ambos platos y los deja delante de los chicos.
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Hielo Ardiente [HA#1]
Teen FictionAllison Black es una chica un tanto peculiar, ya sabes, es más fría que el hielo, no suele confiar en nadie y guarda muchos secretos, demasiados. Secretos que gracias a la llegada de una persona, más concretamente de Logan Flinn, serán descubiertos...