Capítulo 6

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Noto un cuerpo caer encima de mí haciendo que me despierte de golpe. Intento moverme pero algo me retienen, miro a la persona que está aplastándome.

- Paul eres un imbécil. -gruño empujándole con fuerza, mi primo se levanta para sentarse al borde de mi cama.

- No despertabas. -se encoge de hombros- Sé a dónde fuiste ayer. No puedes volver a esos sitios Ally. -me dice serio.

- Mira, tengo un dolor terrible de cabeza, siento que me va estallar y que vengas tú aquí a tocarme las narices, no ayuda. -me incorporo- ¿Cómo lo has sabido? -le pregunto.

- Tengo mis contactos. -se encoge de hombros.

Mason. Ese era su contacto. Traidor, eso es lo que es el que se supone que es mi mejor amigo.

- Me alegro por ti, ahora si no te importa quiero levantarme, tomarme una pastilla y salir a comprarme ropa, así que pírate. -digo con enfado. Sin decir nada, se levanta y se va.

Voy al baño, me doy una ducha rápida y salgo. Hoy decido vestirme en chándal, me da pereza vestirme bien. Cojo mis pantalones de Nike y una camiseta corta blanca, me hago una cola de caballo alta y salgo sin antes tomarme una pastilla para quitarme este dolor del demonio.

Consejo: nunca bebáis demasiado, os arrepentiréis al día siguiente.

Aparco mi coche a dos minutos del centro, cuando me estoy bajando, dos chavales que pasan por delante de mí se me quedan mirando boquiabiertos. Sí, tengo un porsche. Sí, sé que es una pasada. Les guiño el ojo y cruzo a la otra calle.

Decido entrar primero en la tienda de deporte, me dirijo directamente a la sección de boxeo. Cotilleo un poco los guantes, necesito unos nuevos, los míos están completamente destrozados y así al golpear a la gente me hago daño yo. Fijo la vista en unos guantes negros y dorados. Esos guantes se han diseñado para mis preciosas manos. Los cojo sin mirar el precio y me dirijo directamente a la caja, me atiende una chica, pago y me voy.

Siguienteparada, necesito algo sexy. Entro en una tienda que parece ser de pijos. Buajqué asco. Doy vueltas por toda la tienda, es todo demasiado rosa, caro y pijo,al fondo de la tienda veo una cabellera rubia, cuando se gira puedo ver a laBarbie de Betty. Por favor que no memire, que no se acerque... Mierda. Me ha visto y se dirige hacia mí, me fijoen sus acompañantes, son sus amigas del alma y... ¿mi día no puede empeorar? Megiro dándoles la espalda, haciéndome la loca, me fijo en un top que no había visto antes, es granate, bastante corto, ajustado y de encaje, en resumen, perfecto para mí. Oigo pasos a mis espaldas, de repente cesan y noto que alguien me llama dándome unos toquecitos en el hombro derecho. Me encuentro con la cara de la Barbie cuando me doy la vuelta.

- ¡Hola Al! -dice con su voz chillona ¿Cómo se atreve a llamarme así?

- Hola. -me fijo en sus amigas, bueno más bien en sus perritos falderos, que bajo se puede llegar a caer por fama...

- ¿Qué haces aquí? -me pregunta.

- ¿No está claro? Comprar. -levanta una de sus cejas que seguro que son operadas, y se ríe.

- Que graciosa. -definitivamente está loca- Me refiero a que qué haces en una tienda como esta -me mira de abajo a arriba- y encima vestida así. -pone cara de asco.

- Mira, bonita. -doy un paso hacia ella- Yo voy donde quiero, como quiero y cuando quiero, a mí no me hace falta comprarme ropa cinto tallas menores para enseñar curvas que no tengo -toma indirecta guapa- para dejar embobados a los chicos, aunque está claro que a ti si te hace falta ya que creo que no ligas con ellos por tú inteligencia. -su mirada se ha tornado a un odio intenso, que mona por dios.

Hielo Ardiente [HA#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora