·Capítulo 2 : Gatitas·

602 59 42
                                    

<Christian>

"Siempre seré fiel a mi naturaleza de dominador"

Llego a casa agotado como siempre pero a mis pies siempre están mis gatitas para relajarme. Lupo había quedado en venir esta noche pero le surgió una cita de último momento que no puede cancelar, mejor, así me divierto con mis niñas. 

Charlotte Ward, 24 años, cabello cobrizo como el mío y ojos marrones intensos, estudiante de medicina de cuarto año, tiene a sus padres lejos del país, es una estudiante de intercambio que al final se decidió quedarse por mi, Dariela Allamand, 23 años, cabello negro intenso, y ojos del mismo color. Ella al contrario de Charlotte, vivía con su madre enferma, falleció y con eso mi ayuda llego un día que la encontré en la calle por un plato de comida. 

Mas allá de todo prometí hacerme cargo de ellas estén o no conmigo, pero ellas dos no quieren saber nada de separarse de mi y yo les agradezco que me sirvan como juguete sexual las veces que yo quiera sin tener que recurrir a una sumisa. 

-¡Buenas noches señor Grey!-  dicen las dos al unisono cuando toman mi maletín y mi saco. 

Me dejo caer suave sobre el sillón sin ganas de hacer mas nada en la siguientes dos horas. Cada una se acomoda a mis brazos abiertos, se apoyan con cuidado y sólo dejo llevarme por sus caricias. 

Imagino como si fueran las de Anastasia. Se me pone dura en un segundo. 

Mis gatitas siguen masajeando mis hombros, piernas, brazos y cuello pero no mas de eso, saben que si se pasan de la raya serán castigadas, el pecho y parte del estómago es lo que no tolero que toquen. 

Para nada me quedo quieto, manoseo sus colas, pechos y piernas, me beso con una mientras que con la otra intento meter unos dos dedos dentro de ella. Una gime mas alto que la otra, y con el amigo despierto del todo tengo ganas de jugar un rato mas con ellas.

Una se enrosca mas que la otra, sienten deseos de sentirme mas, de llegar, pero las dejaré con ganas para mas tarde, ahora me esta dando hambre. 

-¡Vamos a comer algo! una prepara la cena y la otra me sirve un vino - termino de tirar del labio de Charlotte y chupo esos dos dedos mojados por los jugos de Dariela. 

-¡Sí, amo, como desee! - les doy una clase de incentivo bajándolas del sillón con un empuje. 

Caen de rodillas y para mi vista sus culos redondos, sonrío lascivo mientras veo como se reincorporan, tomadas de la mano se van para la cocina mientras reviso mi iphone. Parece que Lupo me mando una copia del contrato con la constructora por si quiero imprimirlo. 

Aprieto para que se mande directo a la impresora de mi estudio, ahora me concentro en mis gatitas donde se mueven por agasajarme con su comida. Siempre pido armonía entre las dos, que se lleven casi como hermanas, porque siempre les aclaro que nunca voy a dejar de quererlas o a atender a una menos que a la otra.

Trato de ser lo mas equitativo con ellas, pero si compro una cosa para una la otra también debe de recibirlo, lo que esto me hace acordar los que profesan la religión islámica, de los musulmanes. Pueden tener hasta 12 esposas y todas de ellas son iguales frente a los ojos de su marido, pero la primera esposa no tiene tanto poder como la cuarta o la décimo primera. Se dice que las esposas primeras mandan mucho a las que están por debajo de ellas. 

Es rudo la cosa. 

Es una religión un tanto rara o machista desde el punto que se lo vea pero no es tan así, porque el hombre debe repartirse en noches para atender a cada una, ponerlas contentas y así tener hijos. Todo esto según el Coran, del profeta Alí  fue elegido para que guíe al rebaño para profesar la dicha religión. Era una forma para que dejaran la idolatría y el pecado, y dentro de todas esas reglas o mandamientos esta no dejar a la mujer sola, desamparada

·Forbidden Love·  -2da parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora