·Capítulo 26 : Irritar·

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<Christian>

"En el ayer podrá haber sido de otro pero hoy y el resto de su vida será sólo mía .. mía"

Entro en el lujoso bar del hotel céntrico, parece que el cabrón tiene poder y de sobra, pero no creo que sea mas grande que la mía, sólo que no ostento de hacerme el ricachon como él lo alardea. Todo el hotel lleno menos el bar que esta vigilado hasta por los codos. 

Noto dos gorilas enormes en la entrada del bar, de seguro no quiere terceros en este encuentro. Accedí a esta ridiculez de verlo, sólo porque se trata de ella, la mujer que quita mi sueño y a demás de eso mi atención, cosa que pensaba imposible pero aquí estoy muerto por ella. 

D'angelo para el paso cuando lo hago, antes de entrar pidió que venga sólo. Espera indicaciones y la verdad no sé ni que esperarme. 

-Espera afuera, no le doy mas de una hora, no es un amigo ni un cliente, sólo es un idiota que me quiere ver, si ves que no llego en una hora, embiste con los demás guardias nuestros, el dueño del hotel es cercano a uno de mis clientes, ¿has comprendido o debo repetírtelo? - acomodo mi saco, todo bajo control y ajusto el reloj de pulsera. 

-¡No se preocupe por nada, señor Grey! lo estaremos esperando - asiento con la cabeza y camino directo hacia los gorilas que ya me paran con la mano para revisarme de pies a cabeza por algún arma o artefacto con el que pueda atacar al idiota mayor. 

Ni siquiera pienso hacer algo tan estúpido como eso, no soy hombre de usar armas, sólo mis palabras y puños. Cuando se lo merecen, lógico

-Pase tranquilo, lo está esperando el señor Ivelic - dice el gorila que para mi los dos son iguales. 

Entro y veo que las alas laterales del bar esta lleno de gorilas parados, mirando nerviosos hacia todos lados, en los ventanales hay tres mas y cerca de la barra donde esta el barman sirviendo las bebidas, hay otro cuatro. 

Y por fin a mi vista la figura de ese hombre que me llamo. 

Aris Ivelic. 

Cuarentón alto, de tez morena, creo que ojos celestes, de pelo castaño y algo rizado. Vestido de un caro traje ARMANI a medida, es robusto y fornido. Su mirada denota ferocidad para ser un hombre de negocios, pero no tanto como la mía, la forma de esos ojos podrán ser perversos pero la mía es oscura, demasiado diferentes. 

No puedo entender por qué Anastasia se fijaría en un hombre así, y encima de eso, es un viejo. Le debe doblar la edad, casi sería un padre para ella. Ahora entiendo, el hombre duradero, el único con el que tuvo lo mas parecido a una relación

Termino de detenerme cerca de donde esta sentado, se para con mirada estudiosa acerca de mi apariencia y persona. Me invita a sentar en los banquetas de la barra, pido un martini seco y él sigue tomando del suyo. Debe ser un Old Fashioned.

-Ha llegado .. por fin nos conocemos las caras .. - empieza hablando sin despegar su vista de la copa y espero que me terminen de servir el martini en mi copa, el barman mira hacia Ivelic y recibe una orden de retirarse. 

Ahora estamos los cientos de gorilas, Ivelic y yo, tomo un sorbo pequeño, refrescante sabor a hiervas serranas y lo astringente de la ginebra con el vodka. Simple y duradero. 

-¡Usted fue el que me ha buscado! aquí me tiene - por sobre todo debo tratarlo con respeto aunque no lo quiera hacerlo, debo saber las intenciones que tiene. 

-¿Le complace demasiado tocar lo que no es suyo? digo, esa mujer no le ha advertido que me pertenece .. yo que usted estaría correría por su vida - me molesta demasiado que hable en incógnito todas las frases y preguntas que tiene para decir. 

·Forbidden Love·  -2da parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora