·Capítulo 20 : Imposible·

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<Anastasia>  -Capítulo especial-

¡Lo quiero gritar sin importar el qué dirán! .. lo quiero demasiado, no puedo dejar de pensar en él como el primero hombre de mi vida que da vuelta todo, que me saca de las sombras, tanto que me esta mostrando mas de sí y yo a él. Hoy desde temprano me castigo de forma muy ruda, y empece el día de una manera diferente por así decirlo, me prometió que nos volveríamos a ver en una manera un poco mas agradable que la de esta mañana.  

Pero hoy me toca otra tarea, enfrentar al demonio después de muchas semanas sin verle. 

Si digo que no le temo, es mentira, pero si digo que sí, tal vez no me haga retroceder en este momento donde me encuentro frente a la entrada de la empresa de Aris Ivelic. 

O mejor dicho Ivelic Inc.

¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué no puede terminar todo bien? simplemente .. ¿Por qué Aris .. por qué? 

Entro suspirando, si no es ahora sería mas adelante, pero el verdadero motivo que me trae no es personal sino que es empresarial. Hace unos días recibí el dato de Pedro diciendo de que Aris dio la orden que dejen de mandar sustento material para seguir con las obras. 

Me vuelve loca aún sin estar conmigo, sé nota a la vista de todos que él lo esta convirtiendo en algo personal y no debería porque mas allá de que todo haya terminado entre nosotros los negocios siguen. Me impacienta esta situación porque no cuento con otro proveedor mas que Aris, otro no hemos probado ni hemos intentado, sabe muy bien que me tiene atada de pies y manos. 

Si no es él no sé quien mas puede ayudarnos. 

Salgo del elevador en el piso 40, su morena secretaria me recibe algo sorprendida de venir a estas horas, sinceramente no sé ni donde esta parando porque en la casa que comparte con Sheila, tengo entendido, que no va hace mas de un mes y aquí es el único lugar que lo ubico. 

-Buenas noches, ¿en que le puedo ayudar? el señor Ivelic no se encuentra .. - me dice el mismo repertorio que usa para espantar a la gente pero lo conozco muy bien, también hago lo mismo cuando no quiero ver a nadie. 

-¡No se preocupe por mi! soy íntima del señor Ivelic, se puede retirar a su hogar .. es muy tarde para andar trabajando a estas horas - la despido de forma cordial - no creo que se quiera quedar para cuando todo explote - de repente la expresión de la secretaria es aterradora y me asiente. 

-¿Entonces usted le avisa al jefe? mire que no quiero tener problemas mañana .. - agarra sus cosas caminando ya por fuera del escritorio. 

-¡No se preocupe en serio! yo le aviso a su jefe, buenas noches - la miro falseando una expresión de tranquilidad que por dentro sólo son nervios. 

-¡Gracias! igual para usted - me fijo que se vaya por el mismo elevador que baje y camino despacio hacia la puerta. No me excuso golpeteando la puerta, sólo paso y lo veo sentado de espaldas mirando por los ventanales que hacen de pared. 

Cierro y camino unos pasos acercando a su escritorio de roble rojizo. Recuerdo haberme dicho que fue especialmente hecho para él. Toso pero él ya me nota antes de que abra la boca para decir algo. 

-¿Ahora se supones que mandas en mi planta? - ironiza pero lo dejo de lado, quiero resolver este maldito problema e irme. 

-¡No vine a pelear Aris! vine a hablar del tema en base al sustento, ¡no me cortes la provisión de materiales! para después dármelo, ¡no es gracioso lo que haces! - suelta el aire lo que será apenas una risa en medio de toda esta oscuridad que reina su oficina. Sólo una lamparita de luz cálida y cristal verde que la recubre, iluminan la enorme oficina. 

·Forbidden Love·  -2da parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora