·Capítulo 29 : Amnistía·

420 62 29
                                    

<Christian> 

"Extinguir tu error no hará que seas un ser libre de pecado, pero si te devolverá el respiro que tanto anhelas .. porque solamente yo, Christian Grey, te absuelvo"

Sin mas preámbulos, suelto rápidamente el nudo de la toalla, me levanto de la cama con el miembro al aire, esta erecto de nuevo con sólo pensar en lo que viene. Tomo a Anastasia sin darle tiempo a estirarse o acomodar sus huesos de tanto estar atada o arrodillada, jadeando se deja llevar por mis manos, confía en mi, en mis cuidados, en mi forma de amarla. 

En mi forma de limpiarla de todo rastro masculino pasado por su cuerpo, o mas bien por su piel. 

Me quito todo el traje de encima y termino desnudo frente a ella, admira mi desnudo cuerpo pero sólo es uno mas, si supiera que el de ella es un manjar para mi. Subo a la cama apoyando cada rodilla a los costados de su exquisito cuerpo, con mis manos arranco la ropa que me molesta llegar a su piel. 

Anastasia cierra los ojos disfrutando de poner mis manos encima de ella, gime bajo anhelando mas pero la beso y bajo toda mi boca hasta llegar a su sexo devorando con mi lengua. Tomando su clítoris duro para lamer y que se lubrique para así penetrarla largo y profundo. 

Cuando la siento llegar, paro. Al tenerla en la cima de la excitación la agarro por los muslos y la pongo boca abajo. Busco mi cinturón por el piso que lo encuentro a dos pasos míos y lo tomo para marcar su hermosa cola. Unas marcas rosadas no le harán nada mal, pero también me fijo que mejoró mucho las del castigo de la otra vez. 

"¡¡Fuiste rudo!! felicitaciones Grey" .. me felicita mi subconsciente y no sé de que si siempre soy así. Hasta suena sarcástico. 

-¡Última oportunidad de arrepentirte y dejar todo como esta! ¿aceptarás mi castigo sin chistar ni protestar? - le hablo a espaldas suyas, mueve un poco su cabeza para mirarme de costado - ¡responde alto!, si dejas todo como está olvídate de nosotros. 

-¡Ya te he dicho antes que no soy de tener límites! haz conmigo lo que quieras, recibiré el castigo que merezca - menea su culo a mi vista para provocarme. 

Antes de responder, estiro el cinto enroscando cada extremo de mis manos para comprobar su resistencia y termino por azotarla en su preciosa cola. Grita por la sorpresa de recibirlo que del dolor sentido. 

-¡Responde bien! .. no me gustan las mujeres malhabladas, y mucho menos regaladas de cuerpos - azoto por segunda vez y sus manos se mueven nerviosas por sostenerse de algo fuerte - ¡no te levantes o te follaré violento!. 

-Pero no tengo .. no tengo de donde agarrarme .. ¡átame por lo menos! .. siento que me volveré loca si me dejas suelta - agitado, agarro de nuevo la toalla y la ato por las muñecas cuando estira los brazos por delante. 

Las ato algo reforzadas para que no se suelte, pero tampoco podrá. Soy bueno haciendo nudos, aunque la toalla se me queda corta le pongo un almohadón frente a sus manos. 

-¡Agárrate de eso y no te sueltes, o será peor para ti! - le amenazo intento subir de temperatura, mucho mas de lo que esta. 

-¿Sino que? - por curiosa le azoto nuevamente - ¡AAAAAHHH! .. ¡eres malo! .. es injusto .. no juegas limpio .. - protesta como una niña pequeña y a eso estiro mi mano a acariciar la nalga que esta rojiza. 

Me entran las ganas de azotarla hasta que se le levante la piel y terminarla de tirarla al piso llena de mi semen, pero al ser tan violento no puedo permitirme lastimarla de esa forma. Sólo es un castigo, un castigo para hacerle acordar que es una nueva mujer para mi. 

·Forbidden Love·  -2da parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora