Promesa.

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Stiles apretó sus ojos con fuerza. La luz del sol lo cegaba.

Sentía el calor de este en su piel, por lo que suspiró relajado. Un intenso aroma a flores provocó que volviera a suspirar. Se sentía mejor que nunca. Lentamente abrió los ojos de nuevo, dándose tiempo para poder acostumbrarse a aquella intensa luz. Caminó unos pasos absorto en el paisaje y se detuvo a dar una vuelta sobre si mismo para poder observar las flores, los árboles y todo lo que lo rodeaba.

No tenía ni idea de cómo había llegado allí, pero la paz que sentía en aquel momento lo librara de toda preocupación.

Lentamente fue fijándose en su ropa. Iba totalmente vestido de blanco, usando una camisa y un pantalón de lino. Sus pies descalzos, acariciaban la hierba bajo sus pies.

- Hijo mío, Stiles. Mi pequeño Stiles. Estoy aquí, justo detrás de ti. 

Ante aquella voz, no dudó un segundo en darse la vuelta. Una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro. 

- Estás precioso, hijo. Acércate, deja que te de un abrazo.

Stiles caminó rápidamente en su dirección con los brazos abiertos y ambos se fundieron en un fuerte abrazo.

- Lo he hecho lo mejor que he podido, mamá - Murmuró Stiles sin soltar a su madre- Intenté todo lo que se me ocurrió y no tiré la toalla en ningún momento mamá.

La mujer colocó una mano en la cabeza de Stiles y lo acarició con delicadeza.

- No te imaginas lo orgullosa que estoy de ti. Has sido tan valiente, hijo. Lo vi todo, no me separé de ti en ningún momento - Susurró la mujer volviendo a abrazarlo- No tienes que darme ninguna explicación, estoy orgullosa de ti. 

- Pero lo perdí, mamá. ¡No fui capaz de protegerlo! - Gritó Stiles antes de hundir el rostro en el hombro de su madre-.

- Nunca lo perdiste, pequeño, él también se ha mantenido a tu lado en todo momento, junto a mí. No te ha dejado sólo ni un sólo momento, mi amor.

- Y lo peor es que, no ha habido día en que no lo haya echado de menos mamá. En todo momento, a todas horas, todos los días de mi larga vida. Lo necesitaba. Demasiado.

- ¿Y por que no levantas la cara y se lo dices a él, Stiles? 

Lentamente, la mujer se apartó sonriente. Stiles se giró lentamente y lo vio allí plantado, a unos metros de él vestido también completamente de blanco. Las lagrimas recorrieron sus mejillas al instante y cayó de rodillas al suelo al ver como se acercaba a él sonriente, como si no hubiera pasado el tiempo. La misma sonrisa de antaño cuando lo veía despertar cada mañana.

Stiles se llevó las manos a la cara sollozando tratando de secarse unas lágrimas que parecían interminables mientras trataba de hablar.

- Tranquilízate, Stiles. Dame la mano.

El llanto de Stiles continuaba, pero tembloroso acercó su mano a él, cuando este tiró de él con fuerza para levantarlo, Stiles hundió la cara en su pecho abrazándose a él. Al momento pudo sentir como sus manos acariciaban su espalda con delicadeza.

- Llevaba muchísimo tiempo esperando por un abrazo tuyo de nuevo, Stiles. 

- Lo siento - Susurró Stiles entre sollozos sin retirar el rostro de su pecho- Lo siento mucho, Theo. Theo . Theo.

Nuevamente Stiles perdió las fuerzas para sostenerse en pié. Theo lo mantuvo agarrado para que no se cayera.

- No tienes que pedirme disculpas por nada, Stiles. No lo hagas - Indicó de forma tranquila - Tenía que ser así para que pudieras vivir tranquilo.

- Yo no quería vivir tranquilo si eso significaba no tenerte a mi lado - La voz de Stiles quebrada de Stiles era casi inaudible. Seguía sollozando y respirando con dificultad - Yo quería protegerte Theo, y no lo conseguí y toda mi vida me he sentido como una mierda por no haber sido capaz de mantenerte con vida. Y lo siento Theo. Y lo voy a seguir sintiendo siempre. 

- Cumpliste de sobra con lo que yo quería, Stiles - Respondió Theo abrazándolo con fuerza- Mi objetivo siempre fue protegerte, quería mantenerte a salvo. Y así fue.

- A costa de perderte. 

- A costa de lo que sea. Te quería en aquel entonces, y te sigo queriendo. Eso es lo que importa.

- Nunca he dejado de pensar en ti Theo. Ni he dejado de quererte. Te he buscado por casa aún sabiendo que no iba a encontrarte. He dormido cada noche abrazando una de tus sudaderas y concentrándome en que eras tú para poder llegar a dormir un par de horas sin despertarme. Y a veces creía escuchar tu voz, como cuando llegabas a casa y bajaba con la esperanza de encontrarte frente la puerta, y no encontraba nada. 

- Lo sé, Stiles, créeme que he visto todos y cada uno de esos momentos. Pero ya está, ya estás de nuevo junto a mí. Te prometo que nunca más vas a tener que pasar por todo esto. Siempre voy a estar contigo, precioso.

Stiles despegó su rostro del pecho de Theo y alzó la cabeza para mirarlo.

Lo que antes era un paisaje hermoso lleno de flores y árboles, ahora era justamente lo contrario. las flores se habían marchitado. Los árboles estaban muertos. 

Frente a Stiles, donde se supone que estaba Theo, nada.

Cayó nuevamente de rodillas al suelo. Buscó a su madre con la mirada y allí estaba. Gerard Argent sosteniendo el arma mientras lo apuntaba firmemente a la cabeza.

Los gritos que Stiles profirió, despertaron a todos en la casa. Theo se puso de pié de un salto, con los ojos brillantes y las garras listas, mientras Stiles se retorcía en la cama sin dejar de gritar. A los pocos segundos, Liam, Malia, Kira y Lydia entraban en la habitación.

Tras cerciorarse de que no había peligro alguno, Theo les indicó con un gesto que se marcharan de la habitación y se sentó en el borde de la cama para agarrar a Stiles y sostenerlo entre sus brazos. Stiles se pegó a él con la respiración agitada, sudoroso y sollozando. 

- Calma, Stiles. Todo está bien - Susurró Theo acariciándole la cabeza - Has tenido otra pesadilla. Cálmate.

Stiles fue recuperándose poco a poco sin a penas moverse. Estaba pálido y sus manos temblaban a causa de los nervios.

- Tienes que relajarte Stiles - Susurró nuevamente Theo tras besar su frente varias veces - No puedes vivir así. Sé que es normal y que probablemente te resulte imposible, pero tienes que mantener la mente en blanco hasta que llegue el momento en que no quede más remedio. Pero mientras, no te hagas esto.

- ¿Que no me haga el que?

- Martirizarte - Respondió Theo de forma tranquila - Sé que te culpas de todo lo que está pasando. Se lo mucho que lloras cuando vas al baño a fingir que te das una ducha, y he encontrado unos papeles arrugados en la papelera del baño.

- ¿Has leído eso? 

- Claro, los encontré arrugados y tuve que ver que eran, Stiles.

- Eran privados...

- La próxima vez, deberías hacerlos añicos, o prenderles fuego si es algo que no quieres que un novio preocupado los lea...

- Tienes razón - Susurró Stiles abrazando a Theo con fuerza -.

- Te quiero - Respondió Theo abrazándolo - No voy a dejar que te hagan nada.

- Eso es exactamente lo que me da miedo Theo. Tienes que prometer algo.

- ¿Que cosa? - Preguntó Theo alzando una ceja -.

- Que vas a dejar que esta vez, sea yo quién corra el peligro de los dos.

- No puedo prometerte eso.

Theo negó lentamente con la cabeza ante la seria mirada de Stiles.

- ¡Tienes que hacerlo Theo! - Imploró Stiles- Si te ocurre algo, no... No voy a poder perdonármelo nunca. Por favor, Theo. 

- Stiles, te prometo que no va a pasarme nada. Sólo voy a prometerte eso.




A escondidas (Steo). 2ª parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora