Soy yo.

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Los gruñidos de Stiles, asustaban a la pequeña Claudia. Melissa no sabía que hacer para poder calmar a la pequeña. Se la pasó a Lydia. Esta se agobiaba, y le pasó la pequeña a su padre. Theo la sujetó contra su pecho, y la pequeña comenzó a calmarse, hasta que finalmente dejó de llorar. 

Stiles y Malia, seguían uno frente al otro, hasta que pasados unos segundos se enzarzaron en una pelea.

Stiles, era agarrado por Malia y lanzado contra la pared. La otra corría hacia él para golpearlo por detrás, pero él se agachó, y tras esquivar el golpe la levantó del suelo y la lanzó de espaldas al suelo. Ella se alzó deprisa, y tras gruñir se le abalanzó nuevamente encima. El resultado fue parecido, sólo que esta vez la lanzó contra la pared, y este si pudo asestarle el golpe tras correr a ella. 

Tras el golpe la agarró del cuello con fuerza y comenzó a golpearla contra la pared una y otra vez.

— ¡Pero como se te ocurre pensar que no voy a saber que jugabas a dos bandas! — Gritaba Stiles sin dejar de golpearla contra la pared de forma violenta— ¿Crees que puedes intentar dañar a mi familia e irte tan tranquila? 

 Al terminar aquella frase, Malia alzó una de sus garras en menos de un segundo, y las hundió en el cuello de Stiles. Este agarró a la contraria por el brazo, y a pesar de las heridas que esta le había infligido presionó su brazo hasta que rompió sus huesos. Esta retiró sus garras de inmediato. Stiles dio un paso atrás. Necesitaba recuperarse de aquello, por lo que se dedicó a intentar limpiar la sangre de su cuello. 

Theo se acercó y tras ver sus heridas, lo arrastró con una mano hasta que lo dejó junto a Scott. Para evitar alguna tontería por su parte, dejó a su hija con ellos y se acercó a Malia que seguía quejándose por el brazo hasta que lo vio frente a ella. 

Malia trató de atacarlo con su otra garra, pero Theo se apartó y alzó una ceja intentando provocarla. 

— Ahora se por que Stiles te dejó, necesitaba alguien con el que pudiera sentirse protegido. Claro que contigo, más que protegido debía sentirse amenazado. ¿Unas últimas palabras?

Malia los miró a ambos, y sonrió.

— Disfrutad del poco tiempo que os queda juntos.

Theo alzó una ceja y miró de reojo a Stiles. Aquellas palabras lo habían llevado a un siguiente nivel. Su rostro ahora era todavía más siniestro. La iba a matar. De hecho ya estaba buscando la forma de que Scott sujetara a la niña, para lanzarse sobre Malia.

Al ver aquello Theo se encogió de hombros y tras asestarle un golpe a Malia, la arrastró hasta uno de los despachos contiguos.  No quería que los demás vieran aquello, ya que en el fondo ella había sido de la manada durante bastante tiempo.

Malia profirió un grito desgarrador cuando Theo hundió sus garras en su pecho con tanta fuerza, que podía arañar el corazón de la contraria con estas.

— Está claro que una bestia como tú, que hiere a un bebé, no necesita un corazón.

Y tras mirarla a los ojos, arrancó su corazón y la dejó caer al suelo aún consciente y se sentó junto a ella.

— Tampoco esperes la compasión de darte una muerte rápida, por que no pienso darte ese placer. Has herido a Stiles, y has herido a mi hija. Y la madre llorica, no es Stiles. Soy yo.

El cuerpo tembloroso de Malia se iba apagando poco a poco, pero ella todavía era capaz de escuchar las palabras de Theo.

— Ellos intentarán recordar a la Malia que parecía querer ayudar, Stiles y yo te recordaremos siempre como la zorra desequilibrada que quiso jodernos la vida y acabó tirada en el suelo de un banco abandonado, sin un hogar, ni nadie que la quiera. Triste, pero cierto. Tu actos te han llevado a terminar así de sola. Descansa en paz.

— V...Van.....a...p..p...por....t....ti.

Un segundo más tarde, sus ojos se apagaron. Theo se limpió la sangre en la ropa de la contraria y tras levantarse dio un fuerte suspiro antes de salir de aquel despacho, y volvió con los demás observándolos seriamente.

Stiles todavía mantenía aquella expresión en su rostro. Las palabras de Malia realmente habían sacado lo peor de él.

— Será mejor que todos nos calmemos, Stiles — Murmuró Theo observándolo —   Ya ha pasado.

Stiles negó con la cabeza varias veces.

Theo resopló, pues sabía que Stiles, al igual que Scott y Liam habían podido escuchar las últimas palabras de Malia.

— Calma, Stiles, de verdad. Probablemente ha dicho eso para meterme miedo.

— Scott necesito que me hagas un favor.

Las palabras de Stiles, desconcertaron a los presentes. Scott lo miró.

— ¿Que favor?

— Saca un par de billetes de avión al destino más alejado que encuentres, para mañana por la mañana como muy tarde.

— ¿Nos vamos? — Preguntó Theo elevando las cejas, pues no esperaba aquella reacción por parte de Stiles—.

Stiles negó con la cabeza.

— Os vais. Claudia y tú. Hasta que haya acabado con esto. 

Theo negó con la cabeza. Stiles asintió.

— No pienso dejar que hagas esto solo. Ni de broma.

— Prefiero hacer esto solo, que vivir solo el resto de mi vida. No me obligues a pedirlo de otra forma, Theo. Hazme caso y ve con nuestra hija a un lugar seguro.

  Theo suspiró y rodó los ojos.

— Por favor, Theo. 

—  Que si, Stiles. Que lo haré por ti. Scott, ve y busca los billetes.

Theo aceptó de mala gana aquello, pero sabía que negarse era una causa perdida, ya que Stiles, si o si, se iba a encargar de que se marchara con la niña para mantenerlos fuera de peligro.

La noche iba a ser muy larga para Stiles, que no tuvo que pensarlo un segundo a la hora de decidir que iba a quedarse toda la noche despierto para evitar cualquier tipo de ataque. Debía proteger a su familia a toda costa. 


 



A escondidas (Steo). 2ª parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora