A escondidas (Steo). 2ª parte.

Lobo.

Stiles caminaba entre los árboles completamente perdido. Su respiración ronca avisaba de que su humor cada vez iba a peor ya que sabía que lo estaban siguiendo, aun que les llevaba mucha ventaja, pues era incapaz de escuchar pasos de otra gente.

Pasaron varias horas, hasta que Stiles llegó a un claro en el bosque. En el suelo, los hierbajos pisoteados, y con marcas de neumáticos indicaban que no hacía mucho tiempo, había habido bastante movimiento en aquella zona, por lo que este se dedicó a analizar minuciosamente cada rincón del claro. Lo cual lo llevó más tiempo del deseado.

— Parece ser, que alguien escapó del maldito almacén... —Susurró para él mismo— Y los cobardes han huido, pero por suerte, este rastro... debo seguir por aquí... Si vinieron con vehículos es imposible que hayan tomado otro camino, y han tenido que ir por el camino de la izquierda, pues es imposible atravesar el bosque con los coches que suelen llevar... Bien, iré por el camino, seguro que han dejado más marcas y así los encontraré — Se rascó la cabeza y suspiró antes de ponerse a caminar de nuevo por el camino—.

Stiles continuó por el camino a paso ligero, observando las marcas de los vehículos en el terreno, pues era el rastro más fiable que podía seguir. Repentinamente, el sonido de un vehículo lo alertó. Este se escondió entre unos matorrales a un lado del camino.

— Sin duda, es uno de los coches que usan... Voy bien —Murmuró para si mismo— Sólo tengo que seguirlo y todo habrá terminado.

Cuando el vehículo se alejó lo suficiente como para poder evitar ser visto, Stiles reanudó la marcha, y correteó por la orilla del camino para no perder de vista a la pista más fiable que tenía. Estaba tan absorto en seguirlos, que ni si quiera se dio cuenta de que Derek se encontraba a sólo unos metros de él.

— ¿A tu edad sigues jugando a detectives? — Preguntó el mayor tratando de que este se detuviera—.

Stiles lo ignoró, estaba demasiado ocupado siguiendo al coche como para prestarle atención.

Derek, al no obtener respuesta, correteó más deprisa hasta colocarse junto al castaño.

— ¿Que vas a hacer cuando los encuentres, lanzarte tú solo contra todos?

— Haz el favor de dejar de amargarme la existencia — Respondió Stiles acelerando para alejarse de él—.

Derek nuevamente lo atrapó.

— ¿Acaso te crees Superman? — Preguntó Derek tratando de provocarlo—.

— ¿No tienes un tronco en el que mear para marcar el territorio? — Replicó Stiles mientras corría— ¿O un peluche al que fornicar?

Derek no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar aquello.

— En algo no has cambiado. Sigues siendo el niñato insufrible que eras, pero todos preferimos el niñato al psicópata.

— Como no dejes de molestar, el día de la bala de acónito va a ser un paseo en bicicleta comparado con el día de hoy — Indicó Stiles haciendo brillar sus ojos—.

— Oh, si, me muero de miedo, Stiles.

En un descuido del mayor, Stiles lo empujó sin detenerse haciendo que este cayera rodando varios metros por un terraplén.

— ¡STILEEEEEEES! —Gritó el mayor cuando se levantó—.

Pero Stiles nuevamente se había alejado tranquilamente, deseando que el grito de Derek se había quedado solo en eso, y no había alertado a los hombres de Gerard si estaban cerca.

Este siguió corriendo más deprisa que antes para alejarse.

De repente, Derek en su forma lobuna, saltó de entre los matorrales, y lanzó al suelo a Stiles. Este comenzó a gruñir y a morder a Stiles, que trataba de quitárselo de encima a toda costa. Derek aprovechaba sus garras para arañar los brazos de Stiles, y mordía con fuerza sus manos cuando este trataba de agarrar su hocico, hasta que el mayor consiguió mantener las manos de Stiles pegadas al suelo con sus patas delanteras.

— ¡Suelta! ¡No me hagas hacerte daño de verdad Derek! — Gritó Stiles con la voz ronca, y mostrando sus afilados colmillos—.

Derek, lejos de asustarse, mostró sus colmillos también mientras gruñía, haciendo entender a Stiles que si intentaba algo, no dudaría en atacarlo con todas sus fuerzas.

Stiles rodó sus ojos y con un rápido movimiento liberó sus manos y las llevó a a la cabeza de Derek, que intentaba impedirlo con sus patas. El menor comenzó a retorcer la cabeza del animal con tanta fuerza, que parecía que iba a partirle el cuello. 

— Vas a irte de aquí, ¿entiendes Derek? — Preguntó Stiles aún retorciendo la cabeza del lobo— Si te suelto e intentas algo, no volveré a darte la oportunidad que te estoy dando.

Derek gruñó, por lo que Stiles hizo el gesto de retorcer con más fuerza su cabeza, y lo soltó apartándolo de encima suyo como pudo. Se levantó rápidamente y lo observó por unos segundos. Derek se quedó plantado frente a él sin intención de dejarlo marchar.

— Derek, no me jodas — Espetó Stiles rodando los ojos intentando rodearlo—.

Al ver que trataba de pasar por su lado, Derek atacaba a Stiles tratando de morderlo, a lo que el menor respondió con varios bufidos tras intentarlo en varias ocasiones. Hasta que en una de ellas, consiguió agarrar al lobo y apartarlo lanzándolo violentamente a un lado del camino. Acto seguido prosiguió su camino. Derek, volvió a su forma humana.

— ¡No sabes nada, Stiles! ¡No tienes ni idea de lo que está pasando todavía! — Exclamó provocando que el menor se volteara a verlo—.

— ¿Y tu si? ¿Desapareces tanto tiempo y sabes lo que está ocurriendo? 

— Al parecer, más que tu, por eso intento que hagas lo correcto y vengas conmigo, imbécil — Indicó Derek rodando los ojos—.

— La época en que me decíais que tenía que hacer pasó hace mucho tiempo, fíjate si han cambiado las cosas.

— Es que no te das cuenta... ¡Estás poniéndonos en peligro a todos!