El doctor estaba locamente enamorado de la chica enfermera, a pesar de que le redoblaba la edad y estaba casado, ya un padre de familia, sin embargo nunca robo la atención de la enfermera, fueron muchas las propuestas indecentes, los detalles y los regalos que le hacía, pero nunca fue correspondido, en realidad ningún hombre hasta ahora lo había sido...
-Enfermera, la espero en mi consultorio...
-Un momento doctor, te quedas quieto hasta que vuelva... Le dijo la enfermera al ángel algo abrumado...
Enseguida se dirigió al consultorio del doctor, respirando profundo mientras caminaba...
-Dígame doctor
-Su desempeño con el paciente ha sido asombroso, el padre del joven la quiere conocer y recompensar, debe estar por llegar, ya se le notifico que su hijo reaccionó
-Gracias doctor que amable, ¿Puedo seguir trabajando?
-Si enfermera, prosiga que muy bien que lo hace... Ojala fuera yo su paciente, le dijo sonrientemente
Él era el jefe de la clínica, Neurocirujano reconocido en varios países y era dueño de una línea de productos para pacientes con cáncer, atendía casos especiales solamente, tenía una esposa la cual nunca lucia y una hija que tenía por fuera estudiando diseño de modas, al menos eso era lo que sabía la enfermera...
Al entrar a la habitación el ángel estaba durmiendo, así que ella decidió descansar un rato, mientras que él estuvo en coma ella fue quien lo atendió, eran muchas las convulsiones que le daban y lo que algunas veces deliraba de la fiebre, "el definitivamente quiere vivir" Pensó la enfermera antes de descansar...
Al despertar, estaba un señor elegante junto a la cama de su paciente, misterioso sin duda alguna, pero le parecía conocido y como no serlo, si era un ministro, uno de los personajes mas importantes en todo el país
-Buenas tardes Sr. disculpe las fachas, trataba de...
-No se preocupe joven, solo quería ver como estaba Eduardo, mi hijo
- Entonces ese era el nombre de nuestro ángel, Eduardo...
Al despertar el ángel y ver a su padre allí, fue como darle un tiro directo al corazón, era demasiada su ira, su rabia, su dolor y en su mente empezaron a llegar vídeos, imágenes, recuerdos ¡Estaba empezando a recordar! De hecho recordó gran parte de lo que sucedió, entonces él tenía razón, al ver a su familia, algo recordaría...
-¿Qué haces tú aquí? ¿Dónde está la bruja de tu mujer?
-Cálmate joven, respira... Le dijo la enfermera
- Vete escoria, lárgate y púdrete con todo y tu dinero
-Hijo por favor...
-¿Hijo? No, lárgate
En seguida la enfermera le coloco oxigeno porque era tanta la rabia que le dio una especie de disnea y era demasiada la indignación que sintió al ver a su padre
-Sr, disculpe pero creo que lo mejor es que se retire, podemos causarle un impacto mayor al paciente, y no es lo que se quiere y el Sr con lágrimas en los ojos solo se retiró y le dio su bendición de lejos, ¿Pero porque tanto odio? ¿Porque tanta ira? Eso era lo que se preguntaba la enfermera...
-A ver calmate, ya se fue tu padre, ¿dime porque te pusiste así?
-¡El accidente! Recordé el maldito accidente
-Cuéntame lo que hayas recordado... Le indicó la enfermera
-Ese día yo me fui de la casa, porque descubrí en la biblioteca una carta, una carta de mi mamá dirigida a ese mal nacido, donde ella le reclamaba a el por sus amantes, por sus mujeres, por sus golpes y sus malos tratos, ella explica porque se vuelve una adicta al alcohol y porque se quita la vida, a ella no la mataron, ella se suicidó por su culpa, el acabo con la vida de mi mamá y con la mía dejándome huérfano de tan solo 10 años, él dijo que la habían atracado para robarla y la habían asesinado pero no fue así, mi mamá se tomó muchas pastillas y se ahogó porque un día antes de que eso pasara el la forzó, y ella entro en una crisis tanto así que acabo con su vida, en esos momentos yo estaba de viaje recuerdo, estaba con mis tíos de vacaciones fuera de la ciudad, y cuando volví mi madre estaba en una urna, ¡una maldita urna! Y así pasaron doce años yo engañado hasta que accidentalmente busque entre los libros de mi padre y me encontré con esa carta, le reclame lo golpee, y me fui de la casa, recuerdo que llame a Erick para quedarme en su casa por unos días hasta que consiguiera trabajo y me fui. Me fui a olvidar...
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El Ángel y la Prisionera
RomanceUn angel negro, una oscuridad andante, una estrella que ya no brilla porque opacaron su luz, una mirada cálida y a su vez congelando todo lo que mira, en su piel hay marcas y recuerdos que perturban, no puede volar, se quedo herido entre tanta melan...