El Ángel y la Prisionera

Cambios repentinos

De hecho si, Eduardo sabía que Paula no era tonta, que algo estaba sospechando ¿Pero cómo hacia? Si no podía decirle que se trataba de Erick, Erick era su mejor amigo, con el que él tuvo el accidente, pero en realidad él nunca fue amigo de nadie, Eduardo nunca supo que el mismo había sido quien había causado aquel accidente, que él había cortado los frenos y que por eso él se había salvado, y es que en realidad Erick nunca estuvo en el carro con él, solo lo acompaño y luego el siguió solo, durante todo ese tiempo, él estuvo muy pendiente de los movimientos de Eduardo, de su recuperación, pero él estaba siendo buscado en la cárcel por matar a un comerciante, él era drogadicto, abusaron del sexualmente cuando tenía nueve años, y su madre nunca velo por él, envidiaba demasiado a Eduardo por su dinero, su posición y su inteligencia y por eso lo trato de matar en aquel entonces y en este momento, solo quería usarlo. El entro a la construcción del hospital como obrero, dando en si otra documentación, solo que Eduardo no lo pudo notar hasta entonces, que le vio el tatuaje de la tarántula que tenía en el brazo...

- Tú no eres...

- Si, ¿Cómo has estado viejo amigo? De hecho contigo quería hablar, jefecito...

- Pasa a mi oficina...

-¿Qué es lo que quieres ahora? ¿Cómo es que te apareces así?

-Paula esta bellísima, te sacaste la lotería hermano, y tu departamento está de lujo, claro que el color no me gusta...

¿Y cómo sabes todo eso Erick?

- Porque soy tu vecino...

El solo quería extorsionar a Eduardo, pues necesitaba dinero para salir del país y que mejor que la construcción para negociar sus drogas, y realizar sus encuentros, y si no podía entonces arremeter contra Paula, porque entre todo... El siempre gusto de ella

-Entonces querido amigo ¿Tú me dices? ¿O mi negocio o tu Reina?

-¿Y qué pasa si te denunció?

- No vas a querer averiguarlo la verdad... Y más que sinceramente tú esposa esta hermosa

- Con mi esposa ni en tus sueños desgraciado.

No le quedo de otra a Eduardo que aceptar el trato de Erick, por eso era su mal humor y su miedo de que a Paula se pasara algo...

Paula estaba desconcertada, no sabía porque el cambio radical de Eduardo, ni su distancia...

- Buenas tardes vecina!

-Buenas tardes vecino! Nunca lo había logrado ver...

- Es que vecinita no habíamos coincidido, un placer... Rafael

-Paula, soy Licenciada en enfermería, estamos a la orden vecino

- Yo soy obrero vecina... Estamos a la orden y mi mujer es repostera

-¿Tiene dulces a la venta?

- Si mi vecina... El que usted busque, mi mujer se llama Sonia

-Que amable vecino, si tiene por casualidad una torta de tres leches, me toca la puerta y con gusto se la compro...

En realidad a Paula, le agrado el vecino a Paula, de hecho la torta ni siquiera se la cobraron, solo que ella no sabía que en realidad, él era Erick, estaba demasiado cambiado y como reconocerlo si su cabello natural era marrón claro, y por sus problemas se lo tiño de negro y sus ojos eran verdes azulados, sin duda hermosos pero usaba lentes marrones, estaba muy irreconocible, solo que su amable vecino era el causante de la mortificación de Eduardo y peor aún, de que ella estuviese en peligro...