Nunca es tarde, reloj de arena

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¿Que habrá dentro de estas cartas? Se decía Paula una y otra vez antes de si quiera abrir el contenido de aquel papel, "Veamos que hay aquí adentro" Pensó...

-"No sé si quiera en donde estas o con quien, no tengo idea de donde te has ido, solo sé que es fuerte para mi asumir que me he enamorado, es difícil tener que decir que fueron las curvas de tu sonrisa y la hermosura de tu alma la que me atrajo, sé que en el pasado te desilusione y hasta te herí de tal forma que no pude notarlo y es que fuiste buena, muy buena disimulando el dolor que te causaba, recuerdo cuando te conocí y Lucias un vestido azul, de hecho era la fiesta de Erick, el que era mi mejor amigo y tampoco tengo idea donde este, me acerque a ti y te invite a bailar, tú con tu timidez y tu tranquilidad, con un cuerpo envidiable y la atracción del lugar, debo confesar que tu belleza me llamo demasiado la atención, pero no tanto como lo hermoso que traes allí dentro, y que por mi torpeza solo pude descubrir hasta ahora... Te Amo, te amo con todo y lo que soy, con todo y lo que me falta por aprender, sencillamente daría la vida por tenerte junto a mí, espero algún día leas esto y puedas perdonarme por el daño que alguna vez te cause" Eduardo...

"Recuerdo la primera vez que te hice mía, eras virgen, fuiste a mi medida, recuerdo que tenías miedo y estabas pálida y te pregunte una y otra vez si estabas segura y solo movías la cabeza indicándome que sí, recuerdo que al terminar me abrazaste y yo solo te dormí en mis brazos pero que al amanecer me fui y te deje sola, nunca me perdonare eso, nunca me perdonare no haberme permitido amanecer contigo todos los días, porque tú te entregaste a mí de la forma más pura y yo... Yo fui un maldito, pero a pesar de mis canalladas, estuviste siempre conmigo ¡Maldita sea! ¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo no lo note? Es que estaba tan ciego en mis estupideces que tenía miedo a enamorarme, miedo a que luego me dejaran solo, miedo a que me olvidaran o sencillamente miedo a depender de alguien, en especial de ti"

" Y al despertar estabas tú allí, toda tapada, toda cerrada, hermética de mí y de ti misma, ¿Dónde estarás? ¿Porque no hago otra cosa que pensar en ti? ¿Porque deje que te fueras? De verdad soy un completo idiota, pero deseo que seas mi esposa algún día y contarle a nuestros hijos como fue que te descubrí, gracias a un accidente, gracias a un sueño muy largo o sencillamente siempre te tuve solo que mis ojos no podían ver más allá de mí, ¿Estarás feliz? ¿Saldrás con alguien? No lo sé, solo espero que seas muy feliz con quien estés y mientras tanto yo viviendo de tus recuerdos, de lo que me haces sentir así no te tenga cerca, viviendo de ti Paula Alvarado ¿O acaso pensabas que había olvidado tu apellido? Espero algún día seas de Bennedetti, que algún día seas mi reina, mi esposa, mi nueva vida"

Y así Paula paso toda la noche leyendo, sonriendo y llorando, en su viejo sofá y con su mejor amigo... El silencio y el calor de su hogar...

De todas las cartas que leyó solo una fue la que la impresionó, solo una fue la que hizo ponerla a pensar, solo esa carta hizo que ella entendiera o al menos lo intentara...

"Cuando era niño, era muy solo, solía estar solamente acompañado de mi mamá, de su sonrisa, de su color moreno y de sus ideas de ayudar, desde pequeño quería ser lo que soy para poderle construir a ella sus sueños y velar por su felicidad, nunca pensé en enamorarme porque todo mi amor tenía que ser para ella, porque de una forma u otra yo sentía que ella no era feliz del todo. Al mamá morir, no me quedo más que convivir con mi papá y todo era lo contrario, el me hacía sentir más solo que como si lo estuviese, el con sus mujeres finas y sus cualidades de desgraciado, eso fue lo que adopte, y es que no puedo juzgarlo porque termine haciendo lo mismo que él, una basura... Tenía miedo de que una mujer se enamorara de mí y yo convertirme en la duplica de mi padre, pero sin querer te lastime, y de tan solo pensarlo me da dolor conmigo mismo, porque sé que te sientes usada, que sientes que te fracture y si... ¡Lo hice! Pero jamás pensé que de verdad estarías enamorada de mí, solo pensé que yo era el chico con el que pasabas el rato, y es que yo me preguntaba que ser podría enamorarse de alguien como yo, la primera vez que me enamore solo me utilizaron como transporte, banco, cocinero y sirviente, tenía apenas diecisiete años y sé que esto no justifica lo que paso, pero eran tantas cosas que me decía mi padre, que nunca me creí capaz de enamorar de verdad a una mujer, en especial una como tú, tan distinta, tan hermosa por dentro y por fuera, tu eres clase aparte, tu eres eso que nunca imagine tener, tu eres eso demasiado para mí, tu eres de lo que yo me enamore en el peor y mas dificil momento de mi vida, ojala logre encontrarte y al menos poder darte un abrazo, un abrazo de esos que dicen ¡No te vayas! Quisiera que me ensenadas a ver la vida a tu forma, a ver la vida de colores, ojala me perdonarás por completo y me entendieras, ojala vieras el nuevo hombre que creaste y ojala tenga la oportunidad y esta vez, para no fallarte, para no dejarte ir, para ser tu compañero de vida y si es muy difícil y tienes a alguien más, hacerle saber lo que vales y lo que yo perdí por estúpido, que te amé y te cuide como lo quisiera hacer yo y en caso de que el te falle, estaré allí, en el mismo lugar, esperando por ti... ¡Te amo!"

Y es aquí entonces donde Paula recobra la vida, donde solo existen lágrimas de felicidad, y es que ya el pasado había quedado atrás, el en realidad era otro y había cambiado por ella, y lo mejor de la historia es que era un amor correspondido, porque ella lo amaba a el, así con todo y errores, locuras y miedos, así como un niño ama la navidad y así como solo ellos dos se amaban...

¿Eduardo, estas por allí?

- ¿Cómo has estado? Para ti siempre estaré...

Te Amo. Solo quiero que lo sepas y que nunca lo dudes...

¿Te puedo ver? Yo te Amo con mi vida mi Reina, mil y un veces perdón...

-Quizás mañana, ¿Podrás?

- Cuando tú quieras y donde quieras, allí estaré...

Él no sabía qué hacer, estaba todo nervioso y asustado, pero quería algo especial, quería algo distinto, así que quedaron de verse en las afueras de la ciudad, en una cabaña que era de sus padres cuando él era un niño, él estaba dispuesto a conquistarla de la manera más hermosa que jamás hubiese conocido, y es que como no si estaba demasiado enamorado...

Al llegar el día siguiente, él se encargó de dejar todo en orden, estaba ansioso de verla y conversar durante horas, de tan solo mirarla y no quitarle los ojos de encima, así que preparó un bonito almuerzo, con flores de colores, llegó limpiando y arreglando el lugar, la verdad el jamas había hecho nada de eso en su vida, decoro la cabaña como si su mamá estuviese allí también y la mesa estaba de la forma tan sencilla y bonita posible, así como era ella... Paula

Al ella llegar, le llamo mucho la atención el olor y lo familiar que era aquel lugar acogedor, el al verla pensó que era un sueño, pero ciertamente todo era muy real, incluso sus nervios, el la invito a sentarse y recorrer el lugar, a un granjero cercano le pidió el favor de que le prestase un caballo, aunque en realidad a Paula le daban miedo...

- Es bonito el animal, el pobreza es que yo no soy muy su amiga que digamos...

- ¿Cómo así? Entre risas Eduardo le preguntó...

- Es que cuando era niña, mi papá me invito a montar y como el caballo era muy veloz, perdi el equilibrio y me caí tontamente...

- Estaré tranquila mujer, estos animales solo necesitan que les demuestres afecto y seguridad...

- Igual me aterran, la verdad!

- Tranquila, montaremos juntos entonces y luego venimos a almorzar, ¿Te parece?

- Esta bien, pero con calma, mira que la verdad les tengo miedo...

- No pasa nada, este es el más manso que hay en la zona, confía en mí...

GW

El Ángel y la PrisioneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora