2.

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El moreno entró a su departamento algo enojado por lo de hace unos minutos, como podía ser que un tipo como él fuera tan desagradable, es decir, se veía todo un caballero incluso aceptaba que se le había hecho guapo, pero después de ver esa actitud, estaba por los suelos sus prontas expectativas.

Pero todos sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de la puerta, se apresuró a abrirla y agradeció aquello para no romper o destrozar algo de su lindo departamento.

Al abrirla, su imperativo amigo de la infancia se encontraba saludándolo y claro pasando a su departamento sin pedirle permiso. Taehyung no lo necesitaba la verdad pues con el tiempo habían tomando confianza, desde la secundaria eran casi hermanos siempre se apoyaban en todo lo que necesitaban, eran grandes confidentes el uno con el otro y sin decir una palabra sabían lo que le pasaba al contrario.

Su amigo era único, se la pasan juntos cuando tenían tiempo y cuando no podían verse por azares del destino, una llamada era l solución perfecta. No había día que no contarán su día a día, fuera muy importante o simplemente una tontería.

Hubo un día, que Taehyung lo llamó con tanta urgencia sólo para enterarse que era un nuevo chiste que había inventado y que tenía que ser escuchado por si mejor amigo. Jimin no hizo más que reírse a carcajadas de las ocurrencias de su mejor amigo.

—Jiminnie ¡traje comida!—dijo casi gritando y agitando unas bolsas en sus manos.

—Que bien, porque no tengo ganas de preparar nada TaeTae– hizo un ademán con la mano para que dejara las cosas en la mesa de centro.

—Pues deberías, tu marido llegará cansado y hambriento de su trabajo.

—Para que me molesto, siempre llega a dormir y yo tengo que comer siempre solo.—se acercó al sillón al que se tiró rendido.

—No me digas, ¿pelearon otra vez? Ya te he dicho que…—Jimin lo interrumpió.

—No, no fue nada de eso, sólo que ésta vez…- guardo silencio un momento—Ésta vez me gritó, tal vez yo esté exagerando pero Tae, por favor no vayas a decir nada de esto a mamá— continuó con nerviosismo.

—Jiminnie, no debes dejar que te grite, eres su marido no su sirviente. Si quieres yo puedo hablar con mi primo él es abogado y…

—No, no creo que sea necesario.—interrumpió de nuevo.— Tal vez yo fui el culpable de cómo reaccionó. Ya sabes que él siempre llega tarde de su trabajo y está estresado.

—Esa no es excusa Jiminnie…

—Tae no quiero hablar de esto ahora.

—Está bien Jimin, pero prométeme que si algo mayor sucede no dudarás en decirme.— el menor asintió, su amigo extendió su mano para acariciarla dándole una ligera sonrisa a lo que no tardó en imitarla.

Pero su sonrisa fue interrumpida por un gran golpe fuera del departamento, los dos amigos se levantaron casi enseguida y se dirigieron a la puerta.
Jimin abrió la puerta y asomó su cabeza un poco para ver de dónde había venido ese estruendoso sonido.
Al girarse un poco a la derecha vio a ese chico pálido que momentos atrás había tenido un encuentro no muy agradable.

Aquel sujeto empujaba casi con dificultad el gran sillón frente a él, parecía casi imposible ya que sus brazos débiles no le ayudaban en nada y el lugar estrecho aún más.

—¿Necesitas ayuda?

Ni quisiera Jimin había visto cuando su mejor amigo había salido de su departamento con intención de ayudar a aquél hombre que pedía a gritos una mano.

—Tae, ¿qué haces?—Jimin quiso detenerlo pero su amigo se apresuró en ir en su ayuda.

—Te ayudaré con eso, parece que es pesado.

—Vamos Tae, no tienes que hacerlo— intervino Jimin siguiendo los pasos de su amigo hasta este frente al pelinegro.— Si pudo subirlo hasta aquí creo que puede con el resto

—Pero sólo quiero ayudar Jiminnie— Jimin jaló al castaño de un brazo para que regresaran al departamento pero éste se resistió.

—Tal vez deberías llevarte mejor con tu vecino, Jiminnie— el pelinegro soltó una ligera sonrisa burlona haciendo énfasis en el tierno apodo.

Jimin le dedicó una mirada sombría, ahora su cara estaba completamente roja, pero no de pena más bien de cólera, escuchar como lo había llamado lo había dejado en vergüenza y claro que no se quedaría así, mucho más al ver esa sonrisita cínica que había mantenido desde que se lo topó.

Sin duda ese tipo le caía en la punta del hígado y si no se callaba ahora mismo, Jimin lo haría pero en una forma nada gentil.

—No necesito llevarme bien con alguien que no tiene educación.—habló entre dientes, manteniendo una respiración tranquila.

—Vecino, ¿eh? Bienvenido entonces— dijo Tae para calmar un poco el ambiente.

—Si, me dijeron que éste piso era uno de los más tranquilos— encogió sus hombros.

—Claro que lo es, pero dudo mucho que cuentes con esa cualidad— atacó de nuevo Jimin.

—Tal vez no, pero se comportarme cuando es debido, pequeño.

—Me llamo Jimin.

—Como sea, prefiero escuchar tú nombre en situaciones más…íntimas.

—Cómo te atrev…

–¡Oigan oigan!, creo que esto se salió un poco de control—Taehyung pudo detener a esos dos que no hacían más que acercarse con cada mirada fría que se mandaban, o al menos era Jimin, ya que el pálido le enviaba miradas seductoras y uno que otros guiños que sólo haciendo empeorar las cosas.

—Creo que hablaremos en otro momento— dicho esto llevo a su ya encabriado amigo a su departamento casi empujándolo.

Ya dentro del departamento Jimin se dirigió a la cocina.

—¿Qué vas a hacer?

—Ahora lo que más necesito es distraerme, o no lograré contenerme y saldré a romperle la cara a ese tipo.

—No seas dramático Jiminnie, deberías charlar con él, es un chico simpático— tomó asiento y agarró un control para jugar con el.

—¿Me estás jodiendo? No es nada simpático, es un insolente irrespetuoso. Y ni se te ocurra llamarme así enfrente de él—respondió furioso mientras sacaba las cosas de la bosa que había traído su castaño amigo.

—A mi se me hizo muy atractivo—su cara de volvió coqueta.

Jimin simplemente se contuvo de decir algo y se giró de nuevo a la cocina. Para él se le hacía un completo infantil e idiota, si, sobretodo la última aunque eso no quitaba que si era sumamente apuesto.

Negó con la cabeza. ¿Apuesto? Si claro, después de esa actitud todo lo apuesto de le había ido a las patas seguramente.

Decidió mejor preparan la comida y dejar de pensar en ese tonto vecino que sin que se lo imaginara llegaría a cambiarle la vida en un giro de 180°

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EDITADO

Amantes [Y.M] EDITANDO 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora