8.

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Un día antes.

Jimin

Los chasquidos se escuchaban cada vez más fuertes, nuestras respiraciones estaban aceleradas y mis manos apretaban fuertemente su camisa deseando quitársela en ese momento. Sus manos viajaron por mi cintura, cadera, hasta llegar a mis glúteos apretando fuertemente haciéndome soltar un jadeo deseoso.

Estaba a nada de explotar y él seguía torturándome con besos en mi cuello y susurros obscenos en mi oído. Todo fue tan rápido, ni siquiera había detenido a pensar en la estupidez que me había dicho hace unos minutos y ya estaba queriendo meterme a su cama.

¡Maldición Jimin, concéntrate!

En lo único que podía concéntrame era en lo caliente que se sentía tenerlo encima de mí mientras restregaba su entrepierna con la mía.

—Deseo tanto ésto— susurró sobre mis labios—. Será inolvidable, lo prometo.

Mis cinco sentidos estaban adormecidos, no podía pensar claramente y mucho menos con esa mirada que me estaba dedicando cargada de puro deseo.

—Aceptare lo que me pediste— respondí a como pude. Yoongi sonrió emocionado y antes de que dijera algo volví a hablar.—Pero con una condición ¿de acuerdo?

—Te prometo que verás la luna y las estrellas— bromeó.

–Idiota— golpeé su hombro haciendo que soltera una carcajada.—Lo haremos, seremos amantes, nos veremos solamente cuando mi esposo no este no quiero problemas con eso, pero sobretodo prométeme que esto no llegara a más. Simplemente sexo ¿está bien?— Yoongi no dijo nada y me miro serio.

Se que esto esta mal, tener un amante cuando estas casado eso no tiene perdón, pero si lo haría sería solamente eso como él lo había dicho satisfacer nuestras necesidades. No quiero llegar a enamorarme de él ni mucho menos tener una relación que no fuera meramente de sexo.

—Está bien Jimin— dicho esto volvió a mi cuello dejando mordidas para nada suaves, pero subía la excitación en mi sistema.

Sus manos apretaron mi cintura tirando después del elástico de mi bóxer mientras sus labios bajaban torturosa y deliciosamente por mi pecho hasta capturar mis pezones erectos. Gemí y por un instante me sentí un completo adolescente hormonal teniendo su primera experiencia.

—Eres hermoso— declaró.

Estaba tomándose su tiempo para torturarme y yo estaba por explotar. Tumbé su cuerpo a lado mío y me subí ahorcadas sobre él sintiendo en mi trasero lo duro que se había puesto, incluso más que yo. No dude ni un segundo en mover mi cadera de adelante hacia atrás sin dejar de mirar como me comía con la mirada u eso sólo hacía despertar mis ganas de seguir y actuar sexy ante él.

Mi siguiente movimiento fue inclinarme a sus labios simplemente rozándolos, sin dejar de moverme encima de él. Me tomó con posesión guiando en círculos mi cadera y los dos jadeamos en sintonía.

Bajé a su cuello e hice el mismo trabajo que él hasta llegar a su abdomen en dónde dejé mordidas y lamí con coquetería mientras el parecía estar viendo una película porno totalmente entretenido. Llegué a mi principal objetivo quitando su única prenda dejando a la vista una exquisita imagen de su miembro, tan bueno, tan grande…tan grande.

Amantes [Y.M] EDITANDO 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora