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Yoongi pov

Después de que llegara a la empresa a contarle de los planes que tenia en mente la mamá de Jimin, y claro que mi padre no me creyó en lo más mínimo. Me tomó de a loco, lo entendía, esa mujer se hizo cargo de ganarse su confianza, al igual que el padre de Jungkook. Si tan solo supiera.

Regresé a mi departamento donde había dejado solo al pobre de mi Jiminnie, espero que se haya calmado después de todo lo que tuvo que escuchar y haber pasado. De verdad que no me gustaba verlo así, más porque no podía negarlo, me saban celos de sólo pensar en que le dañó de cierta forma el que Jungkook lo engañara así, necesitaba trabquilizarme y dejar de ser tan posesivo.

Saqué mis llaves del bolso trasero de mi pantalón y abrí la puerta encontrandome con quien no creí encontrarme. Es decir ¿Que hacia aquí?

–¿No deberías estar en el trabajo?– pregunto después de cerrar la puerta detrás de mí

–Y tu ¿No deberías estar en casa cuidando de Jimin?– contraátaco

–¿A que te refieres? ¿Dónde está Jimin?– pregunto observando por toda la sala

–Esta en tu cuarto– se levanta del sillon donde estaba sentada y se acerca a mí– Yoongi, hoy más que nunca necesitas cuidar de Jimin, él ahora está muy débil y necesita de ti aunque no lo demuestre.

–Lo sé Eun Sang, pero no entiendo porque todo esto ¿Que pasó?– vuelvo a preguntar ya más desesperado

Suspiró pesadamente– Marissa vino hace un rato, lo cacheteo e insultó– ¿Que?– Lo encontré fuera de tu puerta llorando cubriendose la cara, se veía tan destrozado, tan débil. Yoongi, el te necesita– tomó mis manos mirandome con súplica

–No te preocupes, lo cuidare, ahora más que nunca necesitamos del otro.

–Bien. Debo irme, nuestro padre nos necesita y por lo que me contó Jimin, fuiste a verlo ¿no es asi?

–Asi es, pero no sirvió de nada. No me creyó

–Ya veo, hablaré con él. Haré que entre en razón, no te preocupes– se fue acercando poco a poco a la puerta

–Eso espero, ve con cuidado– sonreí un poco. Traté de que no saliera como una mueca

–Aww eres un hermano tan lindo~... – quizo acercarse para apretujar mis mejillas pero las aparte enseguida

–¡Ya! Vete antes que colmes mi paciencia

–Que amargado– puchereo. Yo sólo gire mis ojos– Adiós hermanito

Y salió por fin de mi departamento, después de analizar lo que iba a decir, me encamine a mi habitación, la cuál ahora también era de Jimin. Toqué la puerta un par de veces pero no hubo respuesta, decidí entrar poco a poco sin hacer ruido. La escases de luz hizo que me tropezara y maldijera unas cuantas peladeces.

–¿Yoongi?

Escuché la ronca voz de mi querido Jimin debido al llanto que me imagino no paró. Me reincorpore y acerque a él en cuanto encendió la luz dejandome ver su decaído pero hermoso rostro. Sus ojos estaban rojos y cansados, sus labios secos, pero aún se veian carnosos y deseables.

Me senté en la orilla de la cama acercandome más a él.

–Jimin ¿me quieres contar que fue lo que pasó?– mi voz fue todo el tiempo ligera y tranquila. Él nego rápidamente con su cabeza

–Esta bien– tomé su mano sobandola para tranquilizarlo

El silencio reinó el lugar mientras él mantenía la cabeza gacha y yo solo lo veía como la cosa más linda que pudiera existir. Decidí que era mejor dejarlo tranquilo y que durmiera un rato más, debía estar cansado y yo aquí perturbandolo con mis preguntas tontas.

Me paré de la cama queriendo salir de la habitación para dejarlo descansar, pero mi brazo fue prensado por las manitas de mi Jimin. Voltee enseguida a verlo

–Quédate...por favor, quédate conmigo. No quiero estar solo– sus ojos poco a poco brillaban por las pequeñas lágrimas que se formaban.

–Claro que no te dejaré– lo abracé, presionandolo más a mi pecho– Ni hoy ni nunca....Te amo tanto Jiminnie, no sé que haría sin ti

–Tambien te amo Yoongi, como no tienes idea

Besé su coronilla, bajé a sus ojos y mejillas que también deposite un suave beso para después besar con dulzura sus labios gruesos.

Nos recostamos en la cama dejando que poco a poco nuestras respiraciones tomaron un ritmo calmado y nos adentraramos al mundo de los sueños

«…»

Me desperté al no sentir el calor del cuerpo de Jimin a mi lado, hice un puchero al abrazar sólo una almohada que creo yo, la dejó ahi a propósito para sentir algo a mi lado. Maldito Jimin

Bajé a la sala, cegado por el aroma que desprendía lo que sea que estuviera haciendo Jimin, solté un bostezo antes de entrar a la cocina.

Mire como Jimin se movía de un lado a otro cocinando y cortando algunas verduras, sus caderas se movían a algún ritmo en su cabeza. Reí ante eso y me acerqué abrazandolo por la espalda, recarcando después mi barbilla en su hombro.

–Buenos días– susurro en su cuello

–Buenos días amor

¡¿Que?!

Me separé de golpe y lo gire para que me mirara a los ojos. En su mirada solo habia confusión

–¿Cómo me dijiste?

–Ah...bueno...– empezó a jugar con sus dedos– Lo-Lo siento...es solo que estaba feliz y quise...lo siento

Alcé con mi mano su cabeza para mirarlo a los ojos, baje mi mirada a su labios y sin pensarlo lo besé. Besé apasionadamente sus labios disfrutando de lo maravilloso que encajaban los suyos con los míos. Antes de separarme mordi su labio inferior sacándole un suspiro que me provocó un escalofrío.

–Me encantó que me hayas llamado así. Te amo tanto Jimin

Junté nuestras frentes y sin evitarlo sonreimos con complicidad. Juntamos nuestros labios ahora más agresivamente, su lengua y la mía hacían contactos tan excitantes que provocaba calor en nuestras mejillas. Me aferré a su cintura juntandolo más a mi si se pudiera y por inercia paso sus manos por mi nuca jugando un poco con las hebras de mis cabellos. Aquello mando corrientes a todo mi cuerpo como nunca antes.

El sonido de la comida quemándose nos hizo separarnos de inmediato, reímos a carcajadas al ver lo descuidados que somos, pero eso no detuvo nuestra nueva sesión de besos y mimos que se programó después de la comida.

Y una vez más, nos entregamos por completo, caricias, besos salvajes, rasguños, gemidos, ropas volando, todo, todo era parte de nuestra manera de expresar nuestro cariño hacia el otro y es que nos enamoramos perdidamente del otro, y es que me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaban; no eran ni azules, ni verdes. Eran café, café que quita el sueño, café que produce desvelos

Y así de fácil me enamore, me enamoré como jamás creí llegar a enamorarme, como nunca creí llegar a querer a alguien. Me enamoré de ti Park Jimin

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😘😘😘
Espero que les haya gustado...al igual que el gif  7w7
Sin más me despido y que tengan una lindo día/tarde/noche

Las jamo ;3

Amantes [Y.M] EDITANDO 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora