Capitulo 9. La Vedad seguida de problemas

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Flavio intentaba contenerse ante las personas que se disculpaban por lo que le había pasado, trató de verse lo más fuerte que pudiera cuando en realidad estaba roto por dentro, la mujer con la que compartió tres años de su vida y que justo ese día contraerían nupcias, lo abandonó sin dejarle ninguna explicación

Poco a poco la gente se fue dispersando hasta solo quedar los empleados y la familia, al llegar a casa Flavio pasó al jardín, contempló todo el jardín decorado hermosamente para ese día tan importante para el, camino a pasos lento hasta quedar frente a la primera mesa y tirar del mantel con todas sus fuerzas haciendo que todo lo que había en ella cayera estrepitosamente al suelo

Las sillas dejaron de ser parte del increíble montaje, todo lo que estuvo a su lado lo tiro al suelo ciego de la ira, nadie se interesó en hacer nada, sólo dejarlo descargar toda la rabia que sentía

Flavio: ¡maldita! -gritó enfurecido mientras caminaba hacia el pergolado donde se encontraba el pastel- ¡te odio! -pateo la mesa haciendo que el increíble pastel de 5 niveles cayera al suelo

Andrea: ay... yo quería pastel -refunfuñó a lo bajito mientras Flavio continuaba destronando todo a su paso-

Samuel: ¡cállate!

Flavio halaba sus rizos hincado en la grama del jardin, frustrado, había abierto por primera vez su corazón y a quien le ofreció todo lo abandonó como sino importara nada

Flavio: te odio -lloro de rabia- y me odio más a mi por seguir amándote

Samuel: yo me encargo, Andrea, ve con mi mama -ordenó-

Andrea: sipi

Constanza: vamos preciosa, me gustaría continuar hablando contigo. Samuel, no olvides que tenemos que hablar

Samuel: claro madre

Samuel se acercó a pasos lento donde su hermano, se arrodilló a su lado y lo abrazo con todas las fuerza de ese amor fraternal que le tenía

Flavio: es un maldita

Samuel: lo es, hay que ser muy tonta para renunciar a tus encantos

Flavio: no es broma samuel, yo la amo

Samuel: y no vale la pena seguir haciéndolo, eres un hombre joven con todo una vida por delante que puede tener a sus pies a cualquier mujer, si ella no lo acepto, bien, mejor para ti, que te diste cuenta que no era buena ahora, ahora va a dolerte, pero más adelante ni lo recordaras

Flavio: tú que sabes, la única relación seria que has tenido es con tu sueño guajiro de tener un restaurante

Samuel: y sigo aferrado a ello, tú puedes seguir aferrado a la idea de que pronto tendrás quien te ame de la misma forma que tú lo harás con ella

Flavio: ya no me interesa nada, ya no quiero, desde hoy en adelante seré justo lo que debí ser con valery

Samuel: siempre y cuando sigas siendo mi hermano, todo estará bien

Flavio: quiero estar solo Samuel -pidió-

Samuel: puedes contar conmigo cualquier cosa -se puso de pie y se alejó-

Al entrar a la casa su madre ya lo estaba esperando con una Andrea dormida con la cabeza recostada de sus piernas

Samuel: papá ¿podrías dejarnos solo por favor?

Danilo: claro, al rato yo también quiero hablar contigo

Samuel: si... ¿qué pasa mama?

Constanza: sabes muy bien. ¿Quien es y de donde la sacaste?

La loca de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora