Capitulo 62. -se acabo-

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Irina limpio sus lágrimas con rabias, no por lo que Andrea le había dicho, sino por lo que habían causado en ella, había tenia unos meses horribles, lejos de Flavio, la empresa se le está yendo encima y la presión de el problema de Andrea era demasiado logrando que su temperamento cambiara constantemente.

Irina: tienes razón Andrea, si eso es lo que quieres te dejare en paz -dijo para irse pero Andrea la detuvo-

Andrea: no te estoy pidiendo que me dejes en paz, irina, me encanta que me fastidies -sonrió- lo que quiero es que no te descuides de ti, de vivir tu, yo ya he decidido lo que quiero con mi vida y tienes que aceptar que me equivoque, nadie es perfecto, no lo podemos evitar, pero por estar demasiado pendiente a todo, te estás descuidando de ti, de tu hija y de tu amor, luego no te quejes cuando Flavio se canse de tus niñerías

Irina abrió la boca indignada pero no se atrevió a hablar porque Andrea tenía toda la razón, no podía seguir dominándolo todo a su manera

Irina: me cuesta Andrea, me cuesta creer que estes aquí embarazada asumiendo todos los riesgos, no te quiero perder, no quiero perder a nadie que amo

Andrea: sin embargo estás perdiendo a Flavio, ¿o es a caso que no lo amas?

Irina: como una loca

Andrea: pues no parece, te enojaste con el y lo echaste de tu vida y la de Frida por algo que no podíamos evitar, solo haz pensado en ti y no en lo desesperado que estaba Flavio para recurrir a mi aun después de que se lo habías advertido, lo que hizo no estuvo bien, pero no fue para tanto, mirame, estoy aquí, aún viva y aún así terminaría aquí por mi "imprudencia" —hizo comilla al repetir la forma en la que Irina llevaba meses refiriéndose a su embarazo— yo estoy feliz irina, estoy feliz porque tendré un bebé, lo siento y es algo que siempre quise, pero... ahora vete y busca a tu hombre que yo necesito al mío

Irina: te estás pasando -limpio sus lágrimas mientras sonreía, una vez más Andrea le daba una lección, creció sin conocer el amor y hoy da su vida por el, mientras que ella sin embargo no es capaz de defenderlo de una pequeña crisis...

Braulio tartamudeó al recibir la mano de su hija sobre su mejilla, estaba logrando su cariño y nuevamente y aún peor veía ese odio en su mirada hacia ellos

Valery: no te atrevas a negarme que haz torturado a mi prima por años -gruñó apretando los dientes-

Braulio: ¡¿quien te dijo eso?!

Valery: ¡no importa una mierda! Solo quiero que me lo digas, que me digas la verda y me de una maldita razón lógica para entender que hayan dedicado 20 años de su vida a torturar a una niña hasta dejarla loca! Que demonios le hizo

Braulio: ¡existir! Eso me hizo, ¡todo te pertenece a ti!

Valery: pues no lo quiero sabiendo la forma en que lo conciguen, ¿por que tanto odio? ¡Ah!

Braulio: ¡porque su padre me quitó todo! Me quito el cariño de mi padre y yo llegue primero! El no es más que el hijo de una mujer por la que mi padre dejó a mi madre! Mi madre se suicido por su culpa y no conforme con eso le dejo todo a él! Me hizo a un lado como un maldito perro!

Valery: a lo mejor lo merecías! Porque eres una maldita porqueria! -gritó llena de rabia esta vez ella fue callada por la mano de su padre- escúchame bien Braulio... jamás en tu vida vuelvas a tocarme, no sabes como me avergüenzo de llevar tu sangre, de llevar la sangre del demonio, hoy Andrea está en un hospital muriéndose, pero yo misma me encargaré de que no sea así, me encargaré de no darle el gusto de que la destruyan...

Escupió y abandonó el despacho, se sentía asqueada, dolida no podía creer de la cantidad de barbaridades que se había enterado ese día y mucho menos que los responsables de ello sean sus padres, hoy más que nunca agradecía el haber crecido lejos de ellos y se maldecía porque Andrea no tuvo la misma suerte...

Flavio compartía un café con la abogada encargada de llevar el caso de su padres era una mujer bastante joven, pero brillante y poseedora de una gran belleza que podría tener a cualquier hombre a sus pies

Flavio: creo que debemos parar, te ves cansada, bella -sonrió mientras se dejaba caer sobre el respaldo de la silla

Isabella: no señor, conseguimos la apelación, ahora debemos prepararnos bien para que salga todo bien

Flavio: pero te ves cansada, unas horas que descanses no te hará mal, tampoco soy un explotador

Isabella: pero es mi trabajo y tiene que salir bien, ademas tu padre no la esta pasando bien ahí, no es un lugar para el

Flavio: maldita gente

Isabella: hicieron todo tan limpio que aún ni sabiendo que ellos son lo culpable podremos demostrarlo, pero si exponemos el caso de tu cuñada, te aseguro que su reputación intachable estará en duda

Flavio: no sabes lo mucho que agradezco todo lo que estás haciendo

Isabella: es un placer y es mi deber Flavio

Flavio: bueno, pero el trabajo y el deber también pueden esperar -se levantó de su silla y se acercó a ella- no quiero que enfermes por desgastarte demasiado -dijo con ternura y beso castamente sus labios-

La convivencia constante con el caso de su padre había permitido no solo que Isabella dejara de un lado su Ética profesinal, sino también que Flavio saliera de la cueva en la que irina lo había dejado y viera otros horizonte dándose cuenta que la compañía de Isabella era increíble e iba más allá que una simple relación cliente abogado

Flavio: arriba señorita bella -sonrió al decir aquel apodo tan tierno y a la vez tan aterrador para otros abogados- descansa un ratito, no quiero que andes gruñona por mi culpa

Isabella: sabes que si, te tomaré la palabra -se levantó poniendo una mano en su cuello-

Flavio: se supone que no estabas cansada -rió- anda ve a la cama, ahorita te alcanzo, llamaré a mi hermano para saber cómo está Andrea

Isabell: dale te espero, solo que no te aseguro que esté despierta -abandono la sala para ir a la habitación y tirarse sobre la cama que en ocasiones compartía con Flavio sabiendo que la sola decisión de una persona podía acabar pronto con aquello

Flavio tomó el teléfono para llamar a Samuel, pero la puerta empezó a sonar haciendo que lo dejara de un lado y abrir para que el ruido del timbre no interrumpiera el descanso de Isabella. Abrió la puerta y sus ojos se abriero como plato
Y su ceño se frunció, iba a hablar, pero en cuestión de segundos los labios de Irina se estamparon en los suyo impidiéndole todo intento de reclamo

Irina se pego a él enredado sus brazos alredornde su cuellos lo extrañaba demasiado, no supo en qué momento le pasó por la cabeza alejarlo, pero a Flavio si, este la tomó por los hombros y la alejo de él rompiendo el beso y toda la magia antes sentida había desaparecido

Flavio: ¡¿qué haces?! -susurró en un tono de reproche-

Irina: yo... quiero estar contigo, que vuelvas a la casa -dijo desconcertada-

Flavio: como te atreves a venir y besarme así, mi novia está ahí dentro -señalo una puerta-

Irina sintió como su corazón se rompía en pedazos, como toda la emoción que sentía cayó al suelo y como lentamente sentía el amor de su vida aún más lejos

Irina: yo pero... Flavio nos amamos -tomo su cara- yo quiero estar contigo yo... yo lo siento -de repente ya no podía aguantar sus lágrimas-

Flavio: ¿que esperas Irina? que te esté esperando pacientemente a que te decidas dejar su orgullo de lado? Para ti el amor no era suficiente y tu misma lo dijiste, lo nuestro se acabó

La loca de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora