La loca de mi vida

Capitulo 46 La maravilla del amor

Irina POV

Sentí mi cuerpo pararlizarse al escuchar esa voz, quise correr pero ya no había motivo, Flavio me miraba, su mirada era extraña, se notaba confundido, emocionado y ¿feliz? No puedo culparlo, no puedo seguir oyendo cuando ahora que lo veo lo único que quiero es que me abrace

Lo vi acercarse y mi corazón se detuvo, no reaccionaba, apenas y estaba consciente del peso que tenía entre mis brazos al sentir a mi bebé moverse emocionada en mis brazos

Flavio: ¿i-Irina? -preguntó mientras se acercaba- tú -tapó su boca con una mano y con la otra limpio las lágrimas que empezaban a salir de sus ojos- eres... eres tú... tú... Dios mío

Su ración fue inmediata, quería tocarla, quería mirarla hasta que su mente le diera una señal de que no se trataba de otro sueño

Termino de acercarse hacia la rubia de piel ahora más pálida que lo miraba nerviosa. Los dos pares de ojos idénticos se posaron sobre cada movimiento que daba.

Con manos temblorosas la levantó hasta que sus dedos estuvieron en contacto con la mejilla de la que hace más de un año fue su mujer, otra mano se sumó a la tarea tomando ambas mejillas de la rubia entre ellas

Flavio: tú... tú... eres tú -su cuerpo lo pedía a gritos, su vida era como si dependiera de ello, rompió la distancia que había entre ellos y envolvió a la rubia y a la pequeña morena de pelo rizado entre sus brazos, definitivamente era ella, Flavio sintió como si el tiempo no hubiese pasado, como si todo el sufrimiento que había vivido por meses no hubiese existido, agradeciendo intensamente no haber logrado su cometido de suicidarse. en ese momento nada importaba, ni siquiera que irina lo haya engañado y le haya ocultada a la person que estaba seguro le pertenecía tanto como a ella

Flavio: perdóname -susurró en su oído provocando un temblor en la persona bajo sus brazos - por favor... por favor perdóname mi amor-

Irina no podía creer lo que estaba escuchando, se esperaba más reproches incluso esperaba que la ofendiera o que atacara a su pequeña, en cambio escuchó esa palabra y peor aún, sintió como el cuerpo de Flavio se fue desvaneciendo hasta quedar de rodillas ante ella abrazando sus piernas

Nadie de los ahí presente esperaba aquello, Flavio había roto sus esquema, Había cedido a toda situación, solo se arrodilló ante irina y pidió perdón porque a pesar de todo sabía que todo lo qué pasó era lo menos que merecía por haber dudado de ella

Irina: Flavio levantarte -Dijo mientras se agachaba junto a él- yo...

Flavio: lo merezco -fue lo único que escuchó- lo merezco por haber dudado

Irina: no Flavio yo...

Flavio: es mi hija - la interrumpió mirando por primera vez en el día a la morenita que seguía revoloteándose entre los brazos de su madre- es mía... es mi bebé -sonrió entre llanto y tomó la manita de la pequeña, pero está quería más, agito sus bracitos para que Flavio la tomara en sus brazos

Flavio: eres mía -repitió al tenerla ya cargada

Irina cerró los ojos arrepentida por haberle negado a ambos la oportunidad de conocerse, este Flavio que tenía frente a ella abrazando a su hija era uno muy diferente al que se imaginó que encontraría

Flavio: ¿por qué lo hiciste? -pidió saber, necesitaba algo que lo ayudara a entender todo lo que estaba pasando-

Irina: yo... perdóname -fue lo único que pudo decir-

Flavio: no importa -levantó una de sus manos mientras con su otro brazo sostenía a la pequeña y acarició la mejilla de Irina- quién debe pedir perdón soy yo... yo... lo merecía, pero ella -miro a la bebe que tenía en su regazo- es mía y yo... me hubiera gustado tanto estar ahí