Capitulo 35

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Irina esperaba ansiosa alguna noticia de su prima, no veía a Samuel por ningún lado, estaba convencida de matarlo en cuanto este apareciera, el doctor salió e Irina rápidamente se acercó a él, Samuel ya venía uniéndose a ella al notar sus ojos rojos

Samuel: ¿qué pasó? -preguntó, estaba agitado por haber corrido para llegar rápido con Andrea-

Doctor: al parecer algo alteró a la paciente. Estaba muy alterada y empezaba a faltarle aire

Irina: ¿pero ahora está bien? -preguntó preocupada-

Doctor: claro, logramos estabilizarla, pero es bueno que sepa que así será siempre si no se trata adecuadamente

Irina: pobre de mi prima

Doctor: los dejo -iba a irse pero rápidamente se detuvo- una cosa más, inscribí a su prima en una lista de espera para un corazón, esto suele durar mucho tiempo, pero al menos es una esperanza

Irina: gracias doctor

Doctor: con permiso -dijo y se marchó-

Irina: ¡¿me puedes decir donde demosnios estabas?! -preguntó alterada-

Samuel: lo siento yo... -se detuvo tratando de encontrar una excusa- tenia que hacer unas cosas, pero, se la encargue muy bien a una enfermera, la deje dormida, no entiendo qué pasó

Irina: iré con ella -dijo, seguía molesta por lo pasado con Flavio y ahora con Samuel- si quieres puedes marcharte, yo te informo como vaya todo

Samuel: ni loco me muevo de aquí

Irina: como sea

Samuel se sentó en la sala de espera, estuvo pensando todo, al día siguiente le dirían si era compatible con Andrea y el resultado lo alteraba, quería serlo porque así le daría una esperanza, pero no quería morir, no quería dejarla, ella había sido lo único bonito que tenía y la única que confió ciegamente en él

Flavio: Samuel-llegó alterado- ¿dónde está irina? -preguntó-

Samuel: está adentro, Andrea tuvo una crisis y no creo que quiera alejarse de ella

Flavio: necesito hablar con ella -llevo una mano a su cabeza- Dios lo arruine -se sentó junto a su hermano...

Lupe: ¡maldita sea estuvimos a punto! -se quejó mientras su amante conducía-

-: lo mejor fue que no lo hiciéramos, aún no nos conviene muerta

Lupe: claro que si, ya sabemos en qué banco está la caja fuerte, solo es cuestión de que te identifiques y todo pasará a tus mano

-: no es tan sencillo -confesó abrumado-

Lupe: ¡¿de que estás hablando?!

-: ayer recibí una llamada, la única persona que puede tener acceso a esa cuenta es la hija legítima de Ignacio del junco y esa es Andrea

Lupe: no lo puedo creer -se dejo ir de golpe al respaldo del asiento- ¿y cuando pretendías decírmelo?

-: ¡no lo sé! Ya deja de reprocharme, hago todo lo que puedo

Lupe: ¡¡no es suficiente!! Y te advierto algo, si mi hija se entera de todo esto, juro que acabaré contigo -amenazo-

Había pasado más de una hora en la que irina contemplaba a su prima dormida, se veía tranquila, su ceño estaba ligeramente fruncido y en sus labios se formaba una pequeña sonrisa

Irina: nos iremos de aquí donde estés segura -decía mientras acariciaba su cabello- te juro que haré pagar a todos lo que te han hecho, pero antes te tengo que saber fuerte, lúcida y muy valiente, no quiero enfrentarte a esto así cómo estás -su teléfono empezó a sonar y está lo busco rápidamente para tomarlo y Andrea no fuera a despertarse- si... si claro, acá te espero... estoy en el cuarto piso habitación 302... claro, gracias por lo que estás haciendo por mí Alberto... -Colgó-

La loca de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora