La loca de mi vida

Capitulo 18. Atentado

Samuel apenas rozó sus labios con lo de Andrea y todo su interior vibro, quería más, necesitaba más de ello, pero entendía que lo que estaba haciendo era un error muy grande

Andrea: ¿me besaste? ¿Por que? -preguntó confundida, no entendía el motivo para que Samuel lo hiciera-

Samuel: yo... Andrea lo siento, no fue nada, olvídalo

Andrea: no... me gusto, se siente rico -sonrió- hazlo otra vez por fis

Samuel: no Andrea -se puso de pie- come. esto que acaba de pasar no debió ser, solo, olvídalo, olvídalo para siempre -se alejó y se encerró en el baño cubriendo su cara con sus manos- Dios... ¿que me está pasando? ¿Que hice?...

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En las semanas conviviendo juntos como socios, Irina y Flavio apenas se dirigían la palabra, solo para temas exclusivamente de la empresa, desde aquel choque que tuvieron por la presencia de valery, las cosas entre ellos empeoraron y más porque aquella mujer seguía frecuentando la empresa sin importarle nada, la última vez que se vio por ahí Flavio prohibió su entrada, pero aún así está lo espero afuera para preguntarle descaradamente el número telefónico de Samuel logrando así que no solo se sintiera peor, sino que su humor cambiar cada vez más

A pesar del interés que el señor Belmonte tenía en su nueva asociación, dejó a irina hacerse cargo de eso, confiaba ciegamente en ella y sabía que ella podría sacar buenos beneficios de ahí

Su búsqueda de Andrea cada vez era más intensa, pero a pesar de los esfuerzo era como si la tierra se la hubiese tragado o más bien que alguien no quisiera que los encontrarán primero que ellos...

Irina: pá lo siento, se que es tarde pero ya voy, debía avanzar algunas cosas -dijo al teléfono-

Franco: lo sé princesita, por eso confíe en ti, pero recuerda que no me guste que andes sola en la calle a estas hora, con lo de tu prima ya tenemos suficiente -dijo, pero su voz se escuchaba nerviosa-

Irina: lo sé... ¿aún no sabes nada? ¿la señora Constanza no ha dicho nada? ¿Qué pasa papa, no te escucho nada bien ¿Estás bien?

Franco: si cielo, solo estoy preocupado por ti y no, Constanza no me ha dicho nada, pero se que ellos tampoco saben nada, la están buscando por todas parte y no dan con ella, es como si no quisieran ser encontrados

Irina: o alguien no quiere que la encontremos primero, Dios, que duro es todo esto

Irina: tranquilo papá, daremos con ella y le daremos todo lo que ha carecido. Ya, adiós pá, nos vemos en un rato en la casa

Franco: te esperamos cielo -dijo y colgó- eso espero hija, espero pronto encontrarla y lograr con ella todo lo que siempre he querido
-dijo al colgar-

Flavio apagó su computadora para regresar a casa, ya era bastante tarde, pero se sentía conforme con todo el trabajo que había hecho ese día, apago la luz de su oficina y otra luz al otro extremo llamo su atención

Flavio: ahora que hace esta loca aquí -se acercó y toco su puerta-

Irina: adelante -dijo-

Flavio: ¿que hace aquí? ya es muy tarde

Irina: lo sé, pero tenía algunas cosas pendiente

Flavio: pues vamos ya, no puedes quedarte aquí sola

Irina: ni que me fueran a robar

Flavio: no, pero no puedo dejar que te vayas sola a esta hora