5.- Like a Rainbow on a Rainy Day
(Como un Arcoíris en un Día Lluvioso)
*-*
-¡Sr. Kaulitz, estas prendas son ridículas!- Bill grita mientras camina al centro de su habitación, entrando en la vista de Tom.
Tom se ríe histéricamente mientras mira a su amigo de arriba abajo, siempre preguntándose por qué sus ropas lucen tan endemoniadamente terribles en cualquiera menos en él.
Aunque tiene que admitirlo, Bill luce terriblemente adorable con eso.
Bill gira en el centro de la habitación con una sonrisa vertiginosa adornando su cara, actuando como un pequeño niño jugando a vestirse con la ropa de su mamá mientras cruza sus brazos de lado a lado, la enorme camisa de Tom colgando de su cuerpo de la misma manera que los lienzos cuelgan del lazo para secarse en una brisa placentera. Los enormes pantalones se habrían caído hasta sus rodillas si Tom no hubiera abrochado el cinturón alrededor de las caderas de Bill.
Después de unas cuantas vueltas más, él cae al suelo, la sonrisa aún plasmada en su rostro mientras hace que su cabeza deje de dar tantas vueltas, tratando de enfocar su habitación de nuevo.
-¿Todos visten ropas así?- Bill pregunta, mirando a Tom quien está parado cerca de la ventana, sus brazos cruzados sobre su pecho mientras sonríe al muchacho en sus ropas.
-¿Qué quieres decir?- Pregunta, su cabeza ladeada con curiosidad.
-Dónde vives, de dónde vienes, donde sea eso, Sr. Misterioso, ¿la gente viste en estas... ropas tan atroces, o es sólo usted quien lo hace? – Bill pregunta, quitándose la playera. Es tan diferente de su normal blusa y pantalones, no puede evitar sentirse que está en un mundo diferente.
Tom sonríe antes de responder –No todos, pero no soy el único-
-ah- Bill dice de forma suave, mirando su regazo donde sus manos están jugando ausentemente con el dobladillo de la playera, estrujándola entre sus dedos.
Unos momentos pasan antes de que Bill pregunte con voz pequeña- ¿Te gusta sobresalir?-
Tom se encoge de hombros- A veces- Dice suavemente.
Bill asiente silencioso, su visión desenfocándose mientras el sentimiento de sobresalir crece dentro de él.
Él siempre parece sobresalir de la concurrencia, no importa cuán duro él y sus padres traten de hacerlo ajustarse y parecerse a los otros muchachos de su edad.
Él siempre sobresalió como un arcoíris en un día lluvioso, contrastando con las expectativas de cualquiera.
Su cabello es largo, pero ese es común entre un puñado de muchachos, aunque ellos generalmente lo recogen en una coleta baja.
Su ropa es como la del resto: rígida y limpia.
Su familia es bien conocida, y el dinero no es problema.
Pero su piel es demasiado tersa y lisa, y su cuerpo, demasiado femenino.
Y eso es sólo por afuera, la cáscara que todos pueden ver y conocer.
El interior es una historia diferente, enteramente suya.
Nadie conoce sus diferencias internas, la forma en que sus pensamientos trabajan, los sentimientos que tiene por la gente equivocada,
Pero son esos sentimientos que lo separaran por siempre de los otros muchachos de su edad en este tiempo, para él, es poco convencional tener esos sentimientos hacia los de su mismo género.
Él nunca ha escuchado situaciones como esta ocurrir en la vida real, y se pregunta si él es el primer muchacho en sentirse de esa manera hacia otro muchacho.
Como sea, él puede recordar ligeramente oír una vez un rumor de un suceso similar, aunque ese muchacho nunca fue visto o escuchado otra vez, una vez que la verdad salió a la luz. El pensamiento de eso sucediéndole a él era suficiente para mantener los labios de Bill sellados por la eternidad.
Él ya está soportando demasiado.
No hay razón para agregar más peso a la ladeada torre de Pisa.
-Hey, Bill, ¿estás bien?- Tom pregunta, caminando hacia él y arrodillándose frente a su amigo, trayendo al joven hombre fuera de sus pensamientos mientras agita su mano en frente de la cara de Bill.
Bill agita su cabeza ligeramente, mandando a otra parte sus pensamientos mientras le sonríe a Tom.
-Sí, estoy bien, Sr. Kaulitz- Dice suavemente, cubriendo sus inseguridades con una sonrisa y ojos brillosos.
Tom puede decir que algo está mal con el joven, pero lo ignora, viendo como está Bill ya.
Aventando fuera sus problemáticos pensamientos, Bill se le levanta del piso, su vértigo desaparecido, y se va para sacar sus ropas normales del vestidor.
Sintiéndose un poco peligroso, se atreve a cambiarse donde está. Después de todo está en su habitación de todos modos.
Mientras se quita la ropa de Tom del siglo XXI de su esbelto cuerpo, su piel siendo besada por el aire de primavera alrededor de él, es incapaz de ignorar el par de ojos almendrados que caen en su piel, mirándolo a cada momento como un gato mira a un ratón.
Sonríe ante el pensamiento de Tom mirándolo.
Pero su felicidad es rápidamente apartada mientras realiza que nada puede venir de eso.
Aunque, él duda que sus sentimientos sean devueltos de alguien tan guapo como Tom.
**
-Entonces, Sr. Kaulitz, ¿Qué hace para vivir?- Bill pregunta, girando su cabeza a un lado mientras descansa sobre la hierba, sonriendo al muchacho con rastas quien está sentado al estilo indio un pie o un poco más allá de él.
Es la media tarde de un sábado, y Bill arrastró a Tom a algún campo lleno de hierba no muy lejos de la residencia Trümper.
El sol está muy arriba en el cielo, centelleando sus rayos hacia la tierra e iluminando el día, aunque las nubes que están con el sol ocasionalmente bloquean la luz y muestran sombras a lo largo de la tierra debajo de ellas.
Tom mira al joven que yace en la hierba a su lado, una suave sonrisa apareciendo en sus labios.
El ha aprendido durante el pasado mes o algunos días, que no sonreír es casi imposible alrededor del Sr. Bill Trümper.
No sonreír estando cerca de Bill es lo mismo que ir a un carnaval y ni una vez romper en una risa o tan siquiera un sonrisa.
-Bien, no tengo un trabajo, si es a lo que te refieres- Tom responde calladamente, tomando un momento para mirar el sol, preguntándose si es el mismo sol que mira cuando regresa a casa, 100 años en el futuro.
-Oh, ¿entonces vas a la escuela, o estás aprendiendo alguna ocupación?- Bill pregunta, también mirando al radiante sol, su frente arrugándose con tristeza mientras el sol se esconde detrás de una nube siniestra.
Tom sonríe a la segunda parte de la pregunta, recordándose a si mismo que cosas como esas no son populares en su tiempo; en la época de Bill, el aprendizaje no es nada fuera de lo ordinario. –Soy un estudiante- dice, aunque no es un amante de la escuela y todos los horrores que conlleva, definitivamente.
-Yo también- Bill dice con una sonrisa, amando que es suficientemente afortunado de atender a la escuela. –La escuela es fascinante, ¿o no?- pregunta enérgicamente.
Tom hace una mueca – No realmente-
-No le gusta aprender ¿Sr. Kaulitz? -Bill pregunta escéptico
-Aprender no es el problema. La terea lo es- Rectifica.
-Tarea... No tenemos mucho de eso-
Tom ríe y sacude su cabeza con asombro.
-No, tú probablemente no. Es sólo una nueva forma de tortura que los maestros y profesores infligen a los estudiantes en mi escuela-
-Oh, ya veo- Dice Bill, aunque claramente no lo sigue. –Tú escuela suena terrible-
-Lo es- Tom dice riéndose.
-Entonces, ¿tú padre quiere que sigas su carrera?- Bill pregunta, rememorando el pensamiento de seguir los pasos de su padre dentro del mundo de los negocios.
-Uh, no- Contesta inclinando su cabeza.
-¿No? Pensé que todos los padres parecen estar forzando a sus hijos a seguirlos dentro del mun...-
-Mi papá ya no vive con nosotros- Tom lo interrumpe, cortando lo que sabe se volverá en uno de los discursos de Bill.
Una mirada desconcertada aparece en el rostro de Bill -¿Qué quiere decir, Sr. Kaulitz?-
Tom suspira, odiando hablar de cosas como esa pero no esperando evitar el tema y verse como un cobarde.
-Mis padres están divorciados, eso es todo- Dice.
-¿Divorciados? ¿Eso es cuando el...-
-Cuando los padres tienen una separación legal y no están más unidos por un matrimonio. Sí. Eso.- Dice.
-Oh- Suelta Bill, notando el dolor en la voz de Tom agrega –Lo siento-
-No lo hagas, nos dejo hace tiempo- Termina Tom, mirando a Bill y forzándose en un inevitable sonrisa.
Unos minutos pasan, el cielo oscureciéndose todo el rato mientras que el montón de nubes en el cielo parecen multiplicarse en cantidad y tamaño.
-No puedo imaginarme crecer sin un padre- Bill dice suavemente, rompiendo el silencio que ha caído sobre ellos.
Tom no responde, pues él tiene nada que decir.
Aunque, una gota de lluvia le cae en el brazo y mira al cielo sólo para recibir otra gota en su ojo.
-Ah, joder, no- Murmura silenciosamente mientras más gotas caen de las nubes, como lágrimas cayendo del cielo.
Bill deja salir un grito de niña y brinca rápidamente, odiando cuando lluvia no deseada empapa sus ropas.
-Oh ¡odio la lluvia!- Casi grita, mirando al cielo como si mirándolo parará la lluvia de seguir cayendo.
Desafiante, la lluvia comienzas a caer más fuerte, las gotas inmediatamente mojando las ropas de los chicos y mojando su pelo.
Mirando alrededor por un lugar para esconderse, algún techo para protegerse del repentino chaparrón, Tom ve algo a la distancia y toma la mano de Bill, arrastrándolo con él como dos pequeños niños corriendo a través de la ladera, tomados de la mano.
-Vamos- Dice Tom, comenzando a correr y forzando a Bill a corres con él a través de la hierba llovida mientras la lluvia cae contra sus cuerpos.
-Sr. Kaulitz, ¿A dónde me está llevando?- Bill grita después de Tom, quien está a poca distancia de él, su voz compitiendo contra el rugido de un trueno.
-¡Ya verás!- Tom grita de regreso en respuesta, los dos chicos llegando a un blanco cobertizo de madera escondido entre los árboles al final de la ladera, olvidada por el resto del mundo y dejada para un momento como este.
Tom roba una mirada a Bill y ve la agradecida mirada en la cara del joven, no perdiendo otro segundo antes de caminar unos pasos más y abre de un tirón la puerta del cobertizo que se libera con un doloroso crujido como si no hubiera sido abierta por muchos años.
Ellos miran dentro, sus manos aún entrelazadas como escaparon de la lluvia, gracias a una construcción como esa que no era suficientemente buena para otro propósito, aunque es perfecta para esconderse del clima.
.Los dos respiraron pesadamente mientras entraban y miraban alrededor, notando que ellos están solos aparte de unos pocos instrumentos oxidados de jardín que han sido olvidados.
Aunque el cobertizo entero está desvencijado y el techo tiene numerosos hoyos, detiene fácilmente la lluvia que cae sobre ellos.
Después de recuperar el aliento, Bill mira abajo y nota su mano aún asegurada con fuerza en la de Tom, sus dedos envolviéndose con los otros, y no puede controlar el sonrojo que clama por subir a sus mejillas.
Tom mira la joven enfrente de él sonrojarse y entonces realiza el peso que aún está en su mano.
Él también se sonroja ligeramente y rápidamente retrae su brazo, dejando la mano de Bill caer a través del aire mientras murmura un rápido –perdón-
Bill mira hacia arriba, sus ojos conectándose con los de Tom.
Una mirada de innegable dolor atraviesa el rostro de Bill mientras su mano cae de regreso a su posición natural en su costado.
El sonido de la lluvia golpeando contra el techo llena sus oídos, llevándolos a sus propios pensamientos mientras los dos permanecen allí, mirándose uno al otro, sus ojos bailando alrededor de las facciones del otro y bebiendo del resplandor que brilla intensamente de la piel del otro.
Sus pensamiento ahogándose y todo trazo de aparente lógica dejada muy atrás en el siglo XXI, Tom se acerca, acortando su camino más y más cerca de Bill con cada milisegundo hasta que sus labios caen de forma segura sobre un suave superficie.
Un segundo de estupor los controla, y aún por un momento ninguno de los dos sabe qué hacer, hasta que los corazones revoloteando en sus pechos los persuaden de presionar más fuerte.
Tom mueve sus labios ligeramente, ladeando su cabeza para un mejor ángulo.
El beso es suave y ligero, no hay mucha presión, aunque lleno de emociones.
Después de un minuto, Bill se separa sólo para encontrarse presionado contra la pared del cobertizo.
-Sr. Kaulitz...- Respira pesadamente, inhalando y exhalando de forma audible a pesar del sonido de la lluvia y el frecuente rugido del trueno.
Tom sonríe ligeramente, la esquina derecha de su boca curvándose hacia arriba en su estudiada sonrisa.
Sin otra palabra, se inclina hacia adelante y ataca los labios de Bill en su legítima posición.
Nunca antes un beso se había sentido tan correcto en su vida.
Nunca antes un beso había enviado tantos mensajes volando a través de su mente ni tantas emociones corriendo sin control a través de su cuerpo.
Su beso ahondando esta vez, sus labios despidiéndose mientras silenciosamente ruegan por más.
Sus cuerpos están presionados muy juntos, sus miembros encajando perfectamente juntos mientras ambos mueven sus manos sobre el otro cuerpo frenéticamente, poniendo el otro cuerpo cerca, tratando de desaparece el espacio entre ellos, aunque parece que ya no hay más.
Bill se separa de nuevo, incapaz de creer que esto es real.
El se aleja y mira directamente a los ojos de Tom, buscando alguna señal de que sea una fantasía o a lo mejor un sueño.
Terminando sin rastros de culpa visibles, pregunta suavemente -¿estoy soñando, Sr. Kaulitz?-
Tom se suelta una risa ligera y toma la mejilla de Bill en su mano, estudiando al cara del joven muchacho como si nunca antes la hubiera visto, fijándose en los labios ligeramente entreabiertos, la mirada aturdida en sus ojos, y las gotas de lluvia que están deslizándose por su ceja y cayendo a través de la punta de su nariz.
Claro que él no puede controlar la sonrisa que se desliza por sus labios.
Sacude su cabeza y responde –No, Sr. Trümper, no está soñando-
Antes de que Bill tenga tiempo de reaccionar, ni tiempo suficiente para una sonrisa, sus labios son atacados una vez más por los de Tom en un beso exuberante.
Sin tiempo, Tom levanta sus párpados sola para encontrar que está siendo empujado contra la pared, su espalda firmemente presionada contra la madera podrida del cobertizo mientras Bill se presiona contra su cuerpo, claramente dominando a Tom, algo terriblemente nuevo para el chico de rastas; él es siempre el que domina en sus relaciones.
Los dos se separan al mismo tiempo, inclinando la parte superior de sus cuerpos hacia atrás de sus caderas, la parte baja de sus cuerpos permaneciendo muy junta. Tom tiene sus brazos envolviendo cómodamente la cintura de Bill., sus manos cruzadas y descansando en la espalda baja de Bill. Bill está agarrándose de los brazos superiores de Tom, sus manos sosteniéndose de los bíceps que se esconden debajo de la mojada, semi-transparente material blando. Sus blusas blancas están completamente mojadas de la lluvia en la que estuvieron minutos antes, y el húmedo material se pega a sus cuerpos, haciendo su piel visible a los ojos del otro.
Ellos se quedan así por mucho tiempo, abrazándose protectoramente del agarre del otro mientras sus frentes descansan contra la otra, sus respiraciones entrecortadas mientras ambos tratan de calmar sus excitados corazones. El espacio entre ellos es como la forma de un diamante, sus pechos un poco separados, pero sus cuerpos unidos por el toque de sus caderas y sus frentes.
-Sr. Kaulitz...- Bill dice con la respiración pesada, el nombre saliendo de sus labios con mucho amor.
Para complacer a su alegre corazón, lo repite con una mueca alegre –Sr. Kaulitz-
Tom se ríe entre dientes y ajusta sus brazos alrededor de la cintura de Bill, con el pensamiento de nunca dejarlo ir -¿le gusta decir mi nombre, Sr. Trümper?- Pregunta con una sonrisa.
-Un poco, realmente, Sr. Kaulitz- Responde Bill y se separa sonrojándose mientras agacha su cabeza.
Un inevitable silencio cae sobre ellos una vez más, la lluvia aún golpeando el techo y resonando mientras las gotas bajan deprisa por los lados del cobertizo y caen en charcos en el suelo.
-¿Sr. Kaulitz?- Bill dice una vez más, aunque está vez su voz se eleva preguntado.
Tom levanta una ceja, ladeando su cabeza a un lado mientras responde -¿Sí, Bill?-
Bill respira profundamente, cerrando sus ojos antes de forzarse a abrir sus labios y preguntas con voz suave -¿le agrado, Sr. Kaulitz?-
Tom sonríe, sus dientes brillando en medio de las sombras del cobertizo.
Se inclina, recorriendo un lado de la cara con la suya propia hasta que sus labios están junto al oído de su compañero.
Separando sus labios para hablar, responde en un susurro –Si agradar significa gustar, entonces sí-
El Sr. Trümper sonríe ante las palabras y empuja a Tom de regreso para que su rostro esté en frente del suyo, en una posición exacta para acortar la distancia entre ellos en otro beso, sus labios topando con los otros y reviviendo las mariposas en sus estómagos mientras una sensación de hormigueo recorre sus cuerpos, sus corazones latiendo peligrosamente rápido.
Después de separarse, abrumados por las sensaciones y emociones corriendo por su cuerpo, Bill cae sobre Tom, serpenteando sus brazos alrededor de la espalda de Tom y abrazándolo en un ligero abrazo que pedía de regreso amor y protección.
Con la cabeza de Bill descansando en su pecho, la necesidad de otro beso se va mientras Tom afianza su agarre alrededor de la cintura de Bill, como si asegurándose que está aquí. Ligeramente descansa su cabeza sobre la de Bill y se acomoda torpemente para dejar besos de mariposa de la parte de arriba de la cabeza hasta su barbilla, sus labios rozando el suave cabello negro.
El tiempo comienza a pasar, no hay palabras dichas ni sonidos hechos aparte de la caída de la lluvia afuera del cobertizo, su sonido más y más distante mientras la lluvia comienza a morir y los rayos del sol caen de un lado a otro por entre las ranuras de la madera del cobertizo., cayendo sobre los chicos en delgadas líneas, iluminando sus facciones con un brillo dorado.
Tom mira la luz del sol que está cayendo en el piso del cobertizo y comienza a moverse.
Bill simplemente aprieta más fuerte como objeción, sabiendo que en el segundo que caminen fuera del cobertizo, estarán más cerca de regresan a casa.
En el momento que ellos salgan al mundo, más cerca estarán de separarse.
Bill se agarra más fuertemente, ocultando su cabeza en el pecho de Tom e ignorando la húmeda ropa que se pega a su piel inconfortablemente.
Por lo que sabe, cuando se separen, Tom volverá a su casa y Bill no lo verá por otra semana.
-¿Te irás por otra semana?- Bill pregunta con un tono muy bajito, sonando como un niño con el corazón roto.
Tom no pelea contra el agarré que le sigue.
El tampoco desea dejar tan pronto, pero no puede quedarse en el pasado para siempre.
Él tiene una vida de regreso en su casa, una familia, amigos, escuela...
-No- Dice suavemente- Realmente no voy a irme por una semana. Regresaré más pronto de que pensarías-
-¿en serio? ¿Por qué el repentino cambio?- Pregunta el peli negro
-No hay escuela esta semana por el descanso de primavera- Dice el muchacho con verdadera felicidad, recordando la gloriosa semana que está cruzada en su calendario con enormes y rojas X's.
-¿Descanso de primavera? Como para qué, ¿para plantar y eso? ¿Vive en una granja, Sr. Kaulitz?- Bill pregunta curioso, aún negándose a separarse por miedo al que el día retome su curso normal.
-No, nada de eso. Sólo tenemos una semana libre para descansar y propósitos religiosos y cosas como esas. No vivo en una granja- Tom clarifica, y hace una mueca ante el pensamiento de él mismo en un par de overoles, moviendo un montón de paja con una horca.
-Mm- Dice Bill en respuesta, realmente no teniendo más que decir.
Cierra sus ojos en el silencio que le sigue y escucha los latidos del corazón dentro del pecho debajo de su oído, sus labios se curvan en una sonrisa.
Después de unos momentos de escuchar el monótono sonido del corazón de Tom, pregunta suavemente -¿Puedo alguna vez visitar su casa, Sr. Kaulitz?-
Tom suspira ante el pensamiento, tratando de imaginas a Bill caminando a través de su casa. Y entonces la realidad hunde al pensamiento.
-No sé- Dice reluctantemente. Amaría que Bill fuera a su casa con él, pero eso es... 100 años en el futuro. -Quizás- Agrega.
Bill sonríe mientras trata de imaginarse como luce la familia de Tom, preguntándose si sus padres y hermanos visten el mismo tipo de ropas que Tom, o si son como la demás gente normal en la sociedad, vistiéndose y actuando sólo para impresionar a los demás.
Tom intenta maniobrar para retirar sus cuerpos de la pared otra vez, y esta vez no recibe resistencia.
Besa la parte superior de la cabeza de Bill otra vez antes de separar sus brazos de la cintura del muchacho, agarrando la suave mano de Bill en su lugar.
-Vamos- Dice de manera suave, abriendo la puerta del cobertizo con la punta de su pie- Mi madre me quiere en casa para antes de la cena- Agrega mientras sale al día, la luz del sol cegándolos mientras miran con ojos entrecerrados al mundo de afuera que yace abrazado a la luz después de la tormenta, como si se reavivara sólo por la luz del sol
Caminan de regreso a través de la ladera llena de hierba, agarrados de la mano, mientras sus ropas comienzan a secarse bajo la cegadora luz, sus corazones acelerándose ante el pensamiento de que es lo que vendrá en su recién encontrada relación.
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Turn Back Time
Fanfic¿Qué sucede cuando tu verdadero amor es de una época diferente? ¿Podrán a pesar de tiempo estar juntos? Autor: Izzap Traductor: Devi