22.- Hidden Secrets
(Secretos Escondidos)
*-*
Los ojos de Tom se agrandan mientras relee la misma entrada en el diario de James varias veces, su corazón latiendo más rápido cada vez que sus ojos se posan sobre esas mismas increíbles palabras.
Seguí a Bill.
-No- Susurra, forzando a la palabra de incredulidad a salir de su boca seca a pesar de la repentina falta de aire.
Sacude su cabeza, releyendo las palabras una vez más, y libera una risa escéptica.
-Eso... esto es una locura- Dice en alto a la habitación vacía. Si esa entrada fuera verdad entonces significaría que James ha venido a el...
-No, no él no podría- Tom termina sus pensamientos en voz alta, peleando contra la voz en su cabeza que le dice lo contario. Pero claro, toda la evidencia apunta directamente en la dirección en que él no quiere ir.
Aún sacudiendo su cabeza ante el pensamiento inimaginable, rápidamente gira la página, casi arrancándola del lomo, con la esperanza de una explicación, o más de la verdad en el otro lado.
Como sea, cuando gira la hoja, la única cosa con al que se topa en la tapa trasera del diario.
La tapa de cuero desteñido y negro le mira casi burlándose, marcando el fin.
Cierra el libro en sus manos, incapaz de creer que sea el fin. Pero no importa cuántas veces abra el diario recubierto de cuero, la cantidad de entradas continúa siendo la misma. No es un libro mágico. No importa cuánto desee que lo sea, siempre será un diario ordinario de un niño y permanecerá siempre igual.
¡Pero no puede terminar justo ahí! ¡Necesita saber que quería decir James!
Él no pudo haber seguido a Bill al futuro ¿o sí?
-¡Ugh!- Tom aprieta los dientes frustrado y avienta el libro a los pies de la cama, dejándolo caer sobre la pila de sábanas aún yaciendo todas desacomodadas desde la mañana.
Mira al diario mientras descansa sobre las sábanas azul claro, allí tirado de una manera burlona. Mueve sus pies por encima del filo de la cama y no pierde un segundo en salir de la habitación de huéspedes y baja los escalones como si estuviera huyendo de un terrible incendio.
La única cosa que fallo en notar en su camino fuera del cuarto fue su celular vibrando sobre la mesa de noche.
**
-James ¿tú... me seguiste?- Bill pregunta después de tortuosos segundos, alejando a su hermano de la comodidad de su pecho de tal manera que puede mirarlo directamente a la cara para asegurarse de que está recibiendo una respuesta sincera. Sabe que James siempre intenta una sonrisa cuando está tratando de mentir -¿James... por qué?-
James cierra sus ojos y los mueve de una manera avergonzada, no queriendo responder. Su cara aún está pálida y sus ojos aún están enormes y llenos de miedo, aunque ahora lágrimas causan que la piel alrededor de sus ojos brille a la luz del sol que cae sobre los dos muchachos en la mitad de la tarde.
No se han molestado en moverse y no les importa cuando gente gire sus cabezas para mirar a los dos abrazándose en medio de la banqueta, ambos vestidos como si hubieran huido de una sesión de fotos de esos kioscos fotográficos temáticos.
El más pequeño solloza y mira a su alrededor mientras muerde su labio inferior. Sus ojos saltan de rostro en rostro, agrandándose ante lo que nunca han visto antes. Anillos colgando de las cejas y labios de la gente, enormes hoyos que puedes ver a través en los lóbulos de la gente, y muchachas caminado por ahí apenas vestidas en nada más que atrevidas piezas de ropa ajustada. Vehículos que no puede ni siquiera darles un nombre, pasan a increíbles velocidades de los cuales la gente sólo ha soñado.
-James- Bill interrumpe el sombro de su hermano y lo fuerza a que le mire, gentilmente girando su mentón hasta que sus ojos se encuentran. –James ¿por qué me seguiste?- Pregunta con voz temblorosa y nota una sombra que se posa junto a ellos.
El mayor se toma un segundo y levanta la mirada hacia la figura, forzando una tenue sonrisa mientras realiza que es sólo Georg que finalmente les alcanzó. Pero no deja que su mente se distraiga, regresando su atención a su hermano pequeño.
James respira profundamente, sus hombros elevándose mientras su pecho se infla. Abre su boca para responder pero sus ojos se desvían hacia Georg por un momento y pierde todo el coraje que había ganado con ese único respiro. Y en lugar de responder se suelta del agarre de Bill y cae contra su pecho una vez más, sosteniéndose de la misma manera que lo hizo minutos antes.-James- Bill dice con una risa gentil y posa sus brazos alrededor de su joven hermano para cerrar el abrazo. Le sostiene fuertemente, haciendo su mejor esfuerzo para no hacer una mueca ante cuan impotente es el agarre de James en su espalda y cuan fuerte sus deditos se están enterrando en la piel de sus hombros, a pesar del delgado material de la blusa entre ellos.
Es como si el pequeño estuviera rogando por algo de tranquilidad, buscando seguridad.
Él parece tan confundido y miedoso de este extraño lugar, y ya parece ser que le está pasando la cuenta.
-James, por favor, está bien- Bill trata de tranquilizar a su hermano mientras sus dedos se aprietan en su espalda. Él, por respuesta, aprieta sus brazos alrededor de la delgada figura de su hermano. –Está bien, estás a salvo, James, lo-lo prometo-
Las piernas de Bill comienzan a temblar en esa posición, pero no quiere pararse y forzar el inevitable final del abrazo.
En lugar de ellos, cuidadosamente mueve sus pies y se acomoda sobre sus rodilla, no importándole si su pantalón se rompe o ensucia. Honestamente podría importarle menos en este momento.
Nunca rompe el abrazo, manteniendo sus brazos fuertemente sujetos alrededor de la espalda de su hermano en un abrazo protector. Por un vez en su vida el tablero ha cambiado y es él el único que tiene que proveer la seguridad y tranquilidad que otros usualmente le dan.
Él siente como el frente de su "camisa" comienza a humedecerse contra su piel mientras James aparentemente decide dejar sus lágrimas fluir, y casi quiere llorar ante el pensamiento de cuan asustado debe de estar su hermano. Su mente vuela hacia su primera visita, revelando cada uno de los incidentes por los que pasó hasta que Tom lo encontró vagando por ahí alrededor de la escuela. Estaba tan perdido y fuera de lugar y confundido... sólo puede imaginar cuan diferente puede una mente de ocho años procesar todo en este tiempo.
Bill aprieta sus brazos alrededor de James.
-James, te prometo que estarás bien ahora- Su voz tiembla, lo cual no siempre es la mejor prueba de tranquilidad.
Ellos permanecen en la misma posición por un par de minutos, silenciosamente abrazándose uno al otro mientras Georg se para su lado y les mira con confusión escrita en cada poro de su cara.
Una cuantas personas paran ocasionalmente y les miran por un par de segundos, preguntándose si necesitan algo más de ayuda, pero se van tan repentinamente como se detuvieron.
Las lágrimas de James menguan hasta nada más que un par de sollozos amortiguados contra el pecho de Bill y su agarre se debilita con cada segundo que pasa, aunque aún se sostiene por la tranquilidad, temeroso de que si se suelta estará perdido otra vez.
-James- Bill comienza con un gentil tono después de que hermano se calma -¿cómo, por qué, no, cómo tu... Por qué me seguiste?-
Al principio la única respuesta que recibe son los sollozos amortiguados mientras James se limpia su nariz mocosa contra la tela húmeda de la blusa de Bill, no pudiendo secarla como tenía la esperanza. Él retiene la respuesta por un minuto o algo así, removiéndose en el abrazo de su hermano mayor y finalmente acomodándose con un lado de su cabeza enterrado en el pecho de Bill, no importándole cuan infantil se debe de estar viendo.
-Tom- comienza con voz temblorosa y sólo continua después de Bill le obliga –ví a Tom de-desaparecer de esa... esa pipa de agua y todo lo que me dijiste fue que estaba viendo cosas y entonces hoy te vi desparecer en el mismo lugar y corrí hacia la pipa e hice la misma cosa que te vi hacer y e-entonces... Fui puesto aquí, o ahí, en esa...-
-En el parque- Bill termina por él y descansa su barbilla sobre la cabeza de James. –James, realmente no debiste hacerlo-
-¡Pero te vi desaparecer igual que Tom!- James sólo se aleja un poco de su hermano, alejando su cabeza del pecho del pelinegro y mirándole directamente a la cara. Arruga su frente y sacude para zafarse de los brazos de Bill. Su labio inferior sobresale un poco en un puchero para acompañar su siempre testaruda barbilla.
Bill deja escapar un suspiro y mira hacia el suelo por varios minutos, inseguro de cómo responder. El no puede tener a su hermanito enojado con él por algo como esto, no ahora especialmente. Si sale corriendo de ahí, no hay oportunidad de que le encontrará.
-James, Sé que debes de estar muy curioso y siento mucho que no fuera franco contigo antes, pero debiste de haber esperado y preguntarme en lugar de seguirme aq-
-Bill ¿dónde estoy?- James le interrumpe, no importando escuchar lo que debería o no debería haber hecho-
No es como si tuviera la habilidad de cambiar el pasado.
-¿Q-qué?- Bill pregunta, levantando la vista para encontrar el rostro de su hermano, la pregunta agarrándolo con la guardia baja.
-Dónde... dónde estamos?- El más joven pregunta con un tono suave, mirando sospechosamente a Georg por unos segundos.
La cara de Bill palidece visiblemente mientras la pregunta se mete en su mente, su cerebro procesando cada palabra varias veces. Esta es, claramente, una pregunta que nunca quiso y nunca querrá responder, especialmente no cuando quien pregunta es James de entre todos. Bueno, está bien, aunque tener a su Madre y Padre preguntando sería mucho más que un reto y muy horroroso.
El estomago de Bill se retuerce ante el pensamiento, y aleja su mirada, moviéndola a su alrededor buscando ayuda de cómo responder.
Mira hacia Georg por un momento, pero él luce más confundido que James.
Al final, sus ojos finalmente hacen su camino de regreso a la expectante cara de James. Él quiere una respuesta, una directa. Y Bill sabe que no puede mentirle justo ahora.
¿Qué tipo de mentira podría decirle para explicarle esto?
-Bill ¿qué es este... lugar?- James pregunta, fijando su mirada en la de Bill –Y no me digas que estoy soñando, sé que no lo hago-
Bill suspira y toma el antebrazo de James, agarrándolo gentilmente y con cuidado. Baja la mirada una vez más, inseguro de cómo comenzar. Inconscientemente recorre con su pulgar el antebrazo de su hermano, como si lo confortara de lo que iba a decir.
-James, no me creerás- Dice calladamente, inclinando su cabeza ligeramente.
-Bill, dime-
El mayor suspira de nuevo y alza la mirada, encontrándose con el rostro inocente de James una vez más, luciendo una de las más delgadas sonrisas –Está bien James, te diré, pero tienes que prometer que no... huirás, ¿de acuerdo? Tienes que tratar de creerme-
La mirada del más pequeño se torna en una de ligera confusión.
Muerde su labio inferior para concentrarse, dejando que sus ojos recorran la cara de Bill, notando cuan nervioso y ansioso se ve con eso de decirle la respuesta verdadera de donde están. Debe de ser algo bastante increíble.
¿Pero cómo podría ponerle un nombre a este extraño lugar ser más horrible que estar ahí realmente?
A pesar de su nervioso hermano, James asiente de acuerdo con indecisión.
**
Tom baja apresuradamente las escaleras del sótano y enciende la luz en el proceso, iluminando el sucio lugar de almacenamiento lo suficiente para que pueda encontrar su camino hacia las cajas abiertas que espera contengan más secretos de los que ya encontró.
Encuentra la caja e inmediatamente mete sus manos en ella, sus brazos hundiéndose por sobre sus codos.
Como sea, sólo puede sentir lo que hay en la caja. Está demasiado alta y muy oscuro para poder ver que son los objetos, y esta vez no pensó en traer una linterna con él.
Gruñe y saca sus brazos, se aleja por un momento y tomo un profundo respiro para calmar sus acelerados nervios.
Necesita calmarse. No debería estar así de agitado por un tonto y pequeño diario. De cualquier manera, si hay otro diario que revela las respuestas que quiere sobre su futuro y el de Bill... ¿no estaría más agitado tratando de cumplir todo lo que el diario dices, intentado hacer que ciertas cosas pasen de las que el destino ya tenía planeadas para él sin importar si él sabe de ellas o no?
Cierra sus ojos por uno segundos y le dice a su mente que se calme.
En lugar de intentar encontrar una mejor fuente de luz en el oscuro sótano toma la caja en sus manos y la levanta de su lugar, acunándola en sus brazos mientras lentamente hace su camino por las escaleras y de regreso al primer piso de la casa de sus abuelos.
Haciendo su camino hacia la sala, Tom deja caer la caja en la mitad del piso, no importándole quien está en la habitación en ese momento. Está demasiado perdido en sus pensamientos para preocuparse.
Se arrodilla junto a la caja y le echa un vistazo, acercando sus manos también.
Examina a través de los artículos, deteniéndose mientras se encuentra con una fotografía con caras familiares.
La saca de la caja, se sienta sobre sus talones mientras sostiene el marco con sus manos. Mira el viejo vidrio, limpiando el polvo para que pueda tener una mejor vista de las sonrientes, pero serias, caras que le miran de regreso, sus emociones por siempre atrapadas en un momento específico del tiempo.
No es exactamente un retrato familiar; es sólo Bill y James posando juntos para un lindo retrato que nunca imaginaron estaría en las manos de un chico de rastas 100 años en el futuro. Seguramente, nadie piensa eso cuando le toman una foto. Ellos apenas y sonríen para la fotografía, sabiendo que terminará colgada en la pared luciendo linda para cualquier visitante. Como sea, cuando el flash brilla sus pensamientos no están ni cerca de preguntarse acerca de qué tipo de descendiente encontrará esa imagen en el futuro.
-¿Divirtiéndote?- Una vieja y temblorosa voz suena y sobresalta a Tom mientras recorre con sus dedos el vidrio.
Gira su cabeza y se encuentra con el rostro de su abuelo mientras el anciano entra en la habitación sin su bastón, a pesar de cuan jorobado esta. Claro, es demasiado terco como para admitir que podría usar la ayuda de un bastón o andadera; está muy bien así, en su mente al menos.
Tom mira mientras su abuelo se sienta en uno de los sofás, su rostro relajándose ante el alivio de estar sentado.
-Sólo empezando a limpiar el sótano- responde y mira otra vez el portarretratos en su mano, sonriendo suavemente ante el rostro sonriente de Bill. Parece ser más como una "reciente" fotografía de los dos, por la apariencia de James, al menos. Como sea, poniendo a cualquier niño en un lindo traje puede hacerle parecer un par de años más viejo de lo que realmente es.
Una cansada risa llega a los oídos de Tom, causando que mire a su abuelo una vez más.
-Tom ¿sabes que limpiar el sótano es más que mover las cajas a otro lugar de la casa, verdad?- El anciano pregunta con una sonrisa dentada, obviamente provocando a su nieto.
Tom asiente y deja la fotografía en el suelo, mirando de nuevo dentro de la caja.
Parece haber más fotografías y algunos libros viejos escolares, pero nada como el diario que esta sobre su cama escaleras arriba en la habitación de huéspedes. Deja escapar un profundo suspiro y mueve algunas cosas a un lado, deseando que hubiera algo más escondido debajo de todos esos papeles sueltos.
-¿Estás buscando algo?- Su abuelo habla otra vez después de un par de minutos, ya habiendo encendido la TV en algún programa de juegos con el volumen más alto de lo necesarios.
Tom mira a través de la habitación hacia su abuelo y muerde su labio inferior, considerando hacerle una pregunta.
No dañaría simplemente preguntarle, ¿o sí?
Es sólo una pequeña pregunta; no es para tanto.
-Abuelo- Tom comienza con una ligeramente vulnerable voz, sonando más como un niño otra vez -¿sabes si J- se detiene a sí mismo de decir el nombre -¿sabes si tu papá tenía más de esos diarios?-
Espera pacientemente, mirando a su abuelo meditar la pregunta, procesándolo en los pocos segundos que pasan que se sienten como una eternidad en la mente de Tom.
El anciano frunce el ceño, su boca moviéndose como si estuviera masticando algo, y pregunta suavemente -¿Qué diarios?-
Tom suspira y se levanta de su lugar junto a la caja –No sé- explica calladamente –encontré ese diario en esa caja y estaba... pensando si tú sabes si hay otros como ese-
-¿De qué era ese diario?-
Tom agacha su cabeza ligeramente, inseguro de si se va por las ramas o le da una respuesta directa.
Después de levantar su cabeza y encontrarse con la pacifica cara de su abuelo, se decide por la última.
-Es en su mayoría sobre B-Bill- Farfulla suavemente, asombrado de cuan callada es su voz. Y, claro, porque culpa el volumen de la televisión y el no tan excelente oído de su abuelo, se ve obligado a repetirlo –El diario es en su mayoría sobre Bill-
-¿Bill?- El otro hombre pregunta y juega con el control remoto mientras presiona el botón mute.
El adolescente de rastas suspira, respondiendo –Ya sabes ¿Bill? ¿Tú... tío?-
Su abuelo asiente con la cabeza, moviendo cansinamente su mano mientras libera una suave risilla –Sí, sí, sé quien es Bill. Me sorprende que sepas quien es él-
Las mejillas de Tom se oscurecen, y lentamente hace su camino hacia el sillón para acompañar a su abuelo. Tomando asiento, evita todo contacto a los ojos –Aprendí mucho gracias al diario, creo- Explica calladamente, creando una excusa en su mente.
El viejo asiente en respuesta, mirando a la distancia como si reviviera algún evento en su mente, sus labios curvándose en una gentil sonrisa con cualquier memoria que se esté reproduciendo en su cabeza –Mi padre solía contarnos tantas historias acerca de Bill- medita con una suave risa –Tantas aventuras...-
Tom mira mientras su abuelo se ríe de sus propios pensamientos, deseando poder saber esas historias también.
Después de algún tiempo, Tom pregunta con voz determinada, pero gentil, sacando a su abuelo de sus pensamientos –Abuelo, Bill no está realmente muerto... ¿o sí?-
Su abuelo sacude su cabeza en respuesta –No, muy lejos de eso- responde con una suave sonrisa, sus ojos brillando.
Un peso parece ser retirado de Tom ante esas palabras. Seguro, sabía que Bill no exactamente murió en esa fecha, pero no hay garantía de que sobreviviera a donde sea que haya huido.
Oyendo la risa de su abuelo otra vez, una mirada de alegría posada en su cara, Tom le observa con curiosidad. A simple vista parece que tiene tantos secretos como los diarios de James.
Tom aclara su garganta –abuelo, ¿q-qué más me puedes decir sobre Bill?-
**
-¿El F-f-futuro?- James pregunta, encontrando un poco más que difícil escupir las ridículas palabras de su boca. No puedo recordar una ocasión en la que hubieses dicho semejante locura, o incluso alguna en la que hubieses dicho y rogado por creer semejante tontería.
Como sea, mientras mira a su hermano mayor en la cara y recibe el mismo asentimiento de cabeza rígido, la risa que hubo escapado de sus labios momentos antes no parece tan graciosa como lo era en su cabeza.
-Bill, no puedes estar hablando en serio- El más joven dice, la humorística sonrisa esfumándose de sus labios.
Continua recibiendo el mismo asentimiento de cabeza y mirada seria de su hermano, del mismo tipo que Padre siempre le da.
James mira hacia otro lado, dejando que sus ojos echen un rápido vistazo al hombre silencioso parado junto a ellos. No ha dicho una palabra. Él está simplemente parado allí observándoles con una mirada llena de confusión.
-¿Puedes creerle?- James le pregunta al hombre, evidentemente perplejo por su mirada en blanco.
Georg parpadea un par de veces, sus ojos agrandándose mientras realiza que el pequeño le ha hecho una pregunta –Perdón, ¿qué?-
-¡Él!- James dice y apunta hacia su hermano mientras mantiene sus ojos enganchados con los del otro -¿Puedes creer las... las tonterías que está tratando de hacerme creer? ¡Me está diciendo que es el 2008!-
Georg abre su boca para responder, pero no sabe que decir que no sean inútiles farfullos.
-James, no estoy mintiendo- Bill dice firmemente acuna la barbilla de su hermano en su mano, girando su cabeza hasta que no tiene otra opción que mirarle directo a los ojos- Y no estoy... ¿de acuerdo? –
El menor aprieta su quijada, rehusándose a admitir semejante concepto ridículo.
Eso es obviamente una mentira. ¿Cómo podría ser verdad?
Ellos viven en 1908. No hay manera de estar en el 2008.
-Mira, James, Yo tampoco lo creí la primera vez, ¿vale? Sé que no tiene sentido, créeme, lo sé- Bill dice con una risa honesta- Pero tienes que intentarlo y creerme. ¿Por favor?-
James aleja su mirada de la cara de Bill por unos segundos, su quijada moviéndose de lado a lado en concentración.
-¿Qué hay de Tom?
La expresión de Bill decae ligeramente ante la mención del tema que preferiría evitar en este momento.- ¿Qué hay sobre él?
James suspira y mira de nuevo a su hermano –¿Dónde está?
Bill sacude su cabeza y frunce el ceño ante tal pregunta, no entendiendo que tiene que ver con todo eso –Él está en la casa de sus abuelos, como te dije antes.
-Con sus abuelos en 1908 o en...-James deja abierto el comentario.
-en el 2008- Bill termina, asintiendo con la cabeza.
James parpadea varias veces para quitarse la confusión, tratando de que entre en su mente toda la información que se le ha dado de un golpe. Es demasiada para que una mente de ocho años la procese, y definitivamente no es fácil simplemente aceptar algo que suena tan absurdo.
-Espera,- James habla justo a la mitad de sus pensamientos.
Bill se acerca de tal manera que está a la altura de James -¿Hmm?
-¿Esto significa,- James pregunta, moviendo sus ojos para encontrar los de su hermano –que Tom es de... -Se calla, su voz muy ligera y casi inaudible mientras preguntaba. Él simplemente ya no puede hacer que su lengua pronuncie "2008" o "futuro".
Pero Bill esta ya asintiendo en respuesta, pareciendo entender exactamente que es lo que su hermano menor está tratando de decir.
-Lo es- El mayor le clarifica con una gentil sonrisa, ambos sin saber que más decir. Ya hay demasiado en sus cabezas para lidiar; no necesitan echarle más a ese caos.
-Vamos- Bill dice y se levanta del suelo, descuidadamente limpiando sus rodillas. Extiende su mano derecha, con la palma hacia arriba como una invitación para que su hermanito la agarre. Observa como el menor vacila, sus hombros elevándose mientras toma un profundo suspiro y mira la mano extendida de Bill –No podemos estar parados aquí por siempre.- Bill agrega calladamente.
Él sonríe mientras un peso cae sobre su palma abierta y cinco dedos delgados se agarran a ella fuertemente.
James nunca admitió completamente el creer que este es, de hecho, el futuro, pero aceptar la mano de su hermano como una especie de guía en este extraño lugar es más que suficiente para Bill.
Sin decir otra palabra el grupo de tres continua por la banqueta, Bill guiándolos por la misma dirección que Georg lo hacia previamente. Su hermano camina a su lado, la pequeña mano agarrada de manera segura en la de Bill. ...
Después de una cuadra o algo así, Georg, quien silenciosamente está siguiendo a los dos como un robot, finalmente encuentra su voz.
-Esperen ¿ustedes dos son hermanos?- pregunta con voz incrédula.
Bill mira sobre su hombro, no perdiendo el paso y replica con simpleza –Sí.
Georg para de moverse, causando que Bill y James también lo hagan y se giren para mirarlo con curiosidad.
-Entonces eso significa,- Georg comienza, su rostro palideciendo mientras apunta a los dos muchachos, de uno al otro y otra vez, continuamente –E-eso significa que ustedes dos son de... del pasado –termina con un susurro, sus enormes y paranoicos ojos revisando las calles para asegurarse que nadie los haya oído.
-Sí- Bill afirma mientras su frente se arruga en ligera confusión, incapaz de entender por qué el amigo de Tom parece estar flipando tanto.
-¡Mierda!- Georg suelta en forma de murmullo, golpeando su frente con su mano abierta –¡Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda! ¡NO! ¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?- Pregunta, no esperando lo suficiente por una respuesta antes de continuar -¡No deberían de estar aquí! ¡Ninguno de los dos! Esto no es bueno, ¡joder! ¡Esto no es bueno!
Ambos muchachos observan a Georg con miradas confundidas, aunque ligeramente burlones por su repentino arranque.
-¡No puedo creer esto!- Continua despotricándose a si mismo, manteniendo su voz lo suficientemente baja para que sólo los tres puedan oírla. Comienza a jalar su cabello con sus manos, sus ojos agrandándose que parecen que se le van a salir –No, no, no, esto no es bueno. No podemos tener dos personas aquí; ¡va a joder el... rayos, no sé, la continuidad del tiempo o alguna porquería como esa! ¡Yo que sé! ¡No soy un maldito experto de viajes en el tiempo!
Él baja su voz, moviendo sus ojos a su alrededor una vez más.
-Ustedes dos tienen que irse ¡ahora!- Finalmente dice, llegando a una conclusión -¿Saben que tanto pueden los dos arruinar el futuro si se quedan mucho tiempo aquí? Se quedan aquí, aprenden sobre cosas que ni siquiera se supone que conocen, entonces se van a casa y hablan sobre eso con algún genio científico o lo hacen ustedes mismos en su sótano ¡y entonces todo el futuro esta deshecho!
-Georg- Bill dice con voz calmada, ganándose la atención del otro –Nosotros no vamos a desordenar nada, ¿de acuerdo?
El adolescente sacude su cabeza firmemente, juntando sus labios –No. Ustedes piensan que no lo harán, pero lo harán. No puedo creer que ustedes dos todavía estén parados aquí hablando, sólo... ¡Dios! Regresen a su propio... tiempo.
Bill sacude su cabeza y se gira, comenzando a caminar. –Nosotros no vamos a regresar aún, yo no puedo regresar aún- Responde mientras James camina junto a él y escucha a Georg tropieza detrás de ellos.
-¿Y por qué no?- Georg se atreve a preguntar.
Bill se rehúsa a soltar una respuesta, su quijada apretada en el silencio para retener toda lágrima olvidada ante el pensamiento de la razón del por qué.
James mira hacia su hermano y aprieta su mano mientras responde por él –Florence.
-¿Florence?- Georg pregunta, manteniendo una distancia bastante cercana a los otros dos -¿Quién es ella?
-No deseo hablar sobre eso- Bill replica e impone un silencio sobre ellos por unos momentos.
Como sea, después de un minuto o eso, James explica con una respuesta tan simple.
-Florence piensa que puede ser tan cercana a Bill como lo es Tom. Ella no puedo serlo.
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Turn Back Time
Fanfiction¿Qué sucede cuando tu verdadero amor es de una época diferente? ¿Podrán a pesar de tiempo estar juntos? Autor: Izzap Traductor: Devi