14.- Don't Hope. Know

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14.- Don't Hope. Know.

(No esperes. Créelo)

*-*


-Venga aquí, Sr. Kaulitz- Las palabras de Bill retumban en los oídos de Tom, el tono seductor vibrando contra sus tímpanos y enviando un ola sorprendente de placer golpeando en su columna y directamente a sus partes bajas. Él tiembla dentro del beso mientras los labios de Bill caen sobre los suyos con una fuerza que Bill nunca ha usado con él.

Es un nuevo lado de él.
Es un lado dominante, feroz, con una meta en mente.

Y a Tom le gusta.

Sonríe aún besándolo, dejando a Bill manejarlo de la manera que quiere. Siendo él quien es y habiendo estado solamente con un par de chicas antes, Tom nunca ha sido manipulado de esta manera, pero sabiendo de antemano que es Bill, baja su guardia y prácticamente se entrega al moreno.

Los suaves labios de Bill atacan los de Tom con pasión desbordada, furiosa, cayendo contra los otros en perfecta armonía. Tom ha oído decir que la ausencia hace que deseemos a alguien con más fuerza, y está recibiendo su prueba en ese preciso momento de cómo es. Nunca ha tenido un encuentro como este con Bill en el pasado. Siempre han tenido pequeños encuentros dulces quizás con un suave piquito en los labios y nada más que manos entrelazadas y mejillas sonrojadas.

Pero esto... Es como si algún núcleo hubiera sido activado por primera vez en Bill, cambiándolo de un tímido caballero a un amante seductor en unos cuantos segundos.

Tom deja escapar un pequeño gemido desde el fondo de su garganta al sentir las manos de Bill moviéndose en su espalda baja.
Bill recorre con sus dedos la suave piel desnuda de la espalda del otro, justo por encima de la pretina de sus jeans. Levanta sus manos de tal manera que sólo las puntas de sus uñas están sobre la piel, traza una línea ascendente por la espina dorsal de Tom, siguiendo esa curva con un curioso dedo índice sin propósito alguno.

Y Tom no puede evitar temblar bajo el toque, las casi inexistentes marcas enviando impulsos a través de su cuerpo mientras su mente registra que es Bill quien está haciéndole eso. Su interior comienza a estremecerse bajo las sensaciones que Bill está enviando como un relámpago por su cuerpo y le da todo en un beso al ser lo único que puede hacer por ahora.

Es todo lo que tiene planeado hacer hoy, de todos modos.
Nada más que ojos y manos sin rumbo y quizás unos pocos besitos inocentes en el trayecto.
Pero nunca espero que Bill fuera tan... necesitado y deseable.

Aprendió a amar al tímido y callado Bill y respetarlo por quien es. Nunca necesito verlo vestido, o desvestido, para enamorarse. Conociéndolo e interactuando con él fueron siempre más que suficiente para hacerlo caer duro como nunca lo había hecho antes. Pero ahora quiere a Bill de maneras que no creyó fueran posibles.

Emocionado por los cortos y erráticos gemidos de su nombre saliendo de los labios de Bill, Tom se mueve de su boca y comienza a dejar un camino de suaves besos a través de las mejillas del adolescente de cabello negro, presionando sus labios contra la piel de Bill de la misma manera que se coloca un sello en un sobre, como si estuviera sellando su amor para el resto del mundo.

-Tomi- Bill suspira sin aliento, recorriendo con las pequeñas yemas de sus dedos la espalda desnuda de Tom, haciéndole cosquillas ausentemente. Cierra sus ojos debajo de los besos de mariposa y Tom toma ventaja para colocar un beso sobre cada ojo. Bill tiembla y sonríe mientras siente una rasta haciéndole cosquillas en la piel de su hombro.

Con sus ojos aún cerrados por los besos, puede sentir a Tom moviéndose a su alrededor.
Muerde su labio para sofocar una risa mientras siente el rostro de Tom rozar contra un lado de la suya, el pequeño y áspero cabello saliendo de la piel después de haber sido atendido descuidadamente en la mañana. Las pequeñas espinas envían escalofríos a su columna, haciendo a su cuerpo temblar involuntariamente mientras sus mandíbulas se rozan una contra otra.

-Te amo- Tom susurra con voz ronca contra la abertura del oído de Bill, sus labios rozando contra el lóbulo de su oreja.
Sonríe después de sentir a Bill temblar debajo de él, y saca su lengua para lamer la orilla de su oreja.

Bill exhala en algo parecido a una risita y se retuerce debajo del chico de rastas, enterrando sus uñas en la piel desnuda de su espalada para sostenerse mientras aprieta su agarre alrededor de los costados de Tom para mantenerse coherente y atado a la tierra.

-Tomi- Es todo lo que Bill replica sin aliento.

Tom se ríe ligeramente mientras deja que un lado de su cara descanse contra la de Bill, deteniéndose por unos segundos.

Y casi brinca cuando siente un beso presionado contra la piel de su cuello por un par de fríos labios, encontrándose con el delgado tejido con una chispa que viaja directo a sus pies y le causa que patee el suelo de hojas de ese lujoso cielo verde con sus tennis que están aún atados descuidadamente en sus pies.

Un entrecortado aliento escapa de su labios y cierra sus ojos mientras los labios momentáneamente se alejan solo para atacar de nuevo con gran fuerza, más deseo.

La fría temperatura de los suaves labios envían temblores como estar caminado en los finales del otoño para ser besado por un gélido viento.
Los pequeños vellos de su cuerpo entero se paran, la piel de gallina presentándose por toda la superficie de su piel y agraciándola con el look de haber salido apenas de una ducha bien fría.

Los labios congelados están temblando, como si estuvieran nerviosos, mientras comienza a viajar por un lado del cuello de Tom.
Ellos caminan por la piel con curiosidad, aún con máxima precaución.

Se mueven ligeramente, abriéndose ligeramente para una lamida curiosa ocasionalmente, como si estuviera probando antes de devorar el artículo completo.

Tom no puede evitar temblar mientras los labios siguen en su viaje tentativo a través de su cuello, descubriendo suaves puntos que él mismo ni siquiera sabía que existían. Trata de mantenerse quieto mientras Bill continua su trabajo, pero no puede escapar de los temblores que le siguen a las colisiones de esos asustados labios contra su piel tibia.

El mundo parece moverse en cámara lenta alrededor de ellos mientras yacen en el suelo de su santuario natural escondido entre los árboles, ambos experimentando emociones que nunca antes habían sido capaces de sentir.

El tiempo sigue, segundos convirtiéndose en minutos mientras Bill mordisquea cuidadosamente la piel del cuello de Tom en una sincera mordida amorosa.

Tom reacciona ladeando su cabeza en el ángulo correcto para colocar un beso en el pelo de Bill, trayendo al muchacho de cabellos negros de regreso de su pequeño reino a la realidad.

Se quita casi inmediatamente y gira su cabeza a un lado, tratando de esconder su sonrojo y vergüenza de Tom.
Él nunca ha hecho algo tan... fuera de su zona de confort antes. Y esto estuvo más allá de esa zona.
Él sólo hizo lo que Tom le había hecho antes.

De todos modos, pareciera que no podía evitarlo. Estaba tan tentado que pareciera que su corazón tomó el control, dejando su cerebro y lógica allí, abandonados mientras su corazón tomaba mente propia.

-wow- Tom exhala en respuesta, reacomodándose para poder mirar directamente a Bill.
Está sonriendo suavemente, casi carcajeándose mientras espera que Bill le mire, pero el muchacho mantiene su cabeza hacia un lado en su propia vergüenza.

-Bill- El chico de rastas murmura con una pequeña risa.
Levanta un brazo y coloca sus dedos debajo de uno de los lados de las mejillas de Bill y jala ligeramente hasta que Bill lo está mirando completamente.
Evita que sus ojos miren los de Tom y trata de ignorar el pulgar que está acariciando su mejilla ausentemente.
-Te estás sonrojando- Tom observa suavemente, dejando a sus ojos pasearse por las facciones rojas de Bill.
Bill chupa su labio inferior y junta suficiente valor para levantar sus ojos un par de pulgadas para encontrar esos ojos chocolate de Tom. No puede detener la sonrisa que jala de las esquinas de su boca a causa de la linda y pequeña mirada consternada que Tom le está dando.

-Yo- comienza con voz vacilante mientras respira con irregularidad –Nunca he hecho algo como eso...-

Verdadero, incluso besar es nuevo para Bill.
Y ninguna vez ha sido agresivo, pero ahora mismo es como si una parte de él está finalmente saliendo a la luz.

Tom sonríe con suavidad mientras Bill evita sus ojos una vez más, el rubor esparcido en sus mejillas se oscurece cada segundo.
El chico de rastas retiene una carcajada y recorre con la parte lisa de su pulgar la mejilla que tiene acunada en su palma, acariciando la piel que, de alguna manera, desea que a nadie más se le dé el privilegio de tocarla.

-Bill- Tom susurra para obtener la atención del otro, haciendo que sus ojos se encuentren otra vez.

-¿Sí?- Pregunta calladamente.

Tom se ríe suavemente para sus adentros mientras mira la cara de inocencia de Bill.
Parece como si estuviera preparado para que le gritaran o algo parecido a eso.
-Pienso que quizás- Tom dice aún acariciando la mejilla de Bill- sólo quizás, deberías de intentar de hacer cosas como esa un poco más seguido-

Bill mira a Tom sin entender.
-¿Disculpe?-

Tom se ríe ante la reacción de Bill y deja un suave beso en su nariz, sonriendo ante su confusión e inocencia.
-Me escuchaste, Billa- Tom contesta con una ligera risa mientras se aleja.
Amando la mirada en la cara de Bill, se levanta y se arrodilla sobre sus muslos una vez más, sentándose a ahorcadas sobre Bill.

Bill aún tiene su mente atrapada entre las palabras de Tom.
Nunca ha estado tan fuera de su zona de confort, y para ser completamente honesto él está más que un poco asustado de ir más allá.

Mientras Bill está ocupado con sus pensamientos, Tom toma ese tiempo para sentarse y admirar al muchacho debajo de él.
Se encuentra a si mismo sonriendo sin su conocimiento.

Sonriendo incontroladamente, traza con un dedo la parte frontal del torso de Bill, llevando dos dedos desde su pecho hasta su estómago y solamente deteniéndose cuando alcanza el inicio de los pantalones de Bill.

-Dios, eres hermoso- Susurra en un tono casi inaudible.

-¿Qué?-Bill pregunta pidiéndole que repita, inseguro de si escucho correctamente.

Tom meramente sonríe al muchacho y retrocediendo sus pasos sobre el estomago de Bill y su pecho, lleva sus dedos por el mismo camino hasta que alcanza la barbilla de Bill donde vuelve a colocar su mano sobre su mejilla.

-Dije, eres hermoso- Tom repite sus previas palabras con una sonrisa.
Y Bill, con mucha razón, se sonroja en respuesta, batiendo sus párpados avergonzado.

Bill sonríe a pesar del sonrojo y dice calladamente –Te amo, Tomi-

Sonriendo, Tom se agacha una vez más para plantar un lujurioso beso en los solitarios labios de Bill, llenando el vació de la mejor manera que puede.
Mientras se retira replica con un tono humorístico –lo sé-

Bill se ríe y relaja su cuerpo en las ramitas, hojas y hierba debajo de su cuerpo y gira su cabeza hacia un lado mientras Tom regresa a su posición previa, arrodillado. Mira a su izquierda y sus ojos caen sobre las olvidadas playeras, tiradas sin cuidados en una pila en la base de un árbol demasiado viejo para su tiempo.

Sus ojos son atraídos inmediatamente por la playera rojo brillante de Tom que yace junto a su blusa. Es tan diferente y el color incluso parece más brillante que cualquier cosa que haya visto antes. Y sin mencionar, es más que un par de tallas más grande.

Se ríe de sí mimo y se remueve debajo de las piernas de Tom, manejando escurrirse fuera de ahí.
Tom se queda arrodillado en la misma posición y mira con desconcierto mientras sigue a Bill con los ojos. Lo mira pararse y caminar unos pies. Bill se detiene y se agacha sólo para recoger las playeras descartadas de Tom.

-¿Qué estás haciendo?- Tom pregunta curioso mientras Bill camina de regreso con las playeras en su mano y se siente en el suelo, a su lado.

-¿Por qué viste playeras tan anormalmente grandes, Sr. Kaulitz?- Bill pregunta, totalmente ignorando la previa pregunta de Tom.

Tom se encoge de hombros y no puede evitar sonreír al mirar a Bill inspeccionar sus camisas en su mano, mirándolas como un fino tejido.
-No sé- responde de corazón.

-Hmm- Bill se ríe mientras las sostiene sobre su cabeza, dejándolas que se vean completas. –Sr. Kaulitz, ¿sabe de qué tamaño son?- Pregunta con voz asombrada.

Tom ser ríe mientras mira los ojos de Bill agrandarse ante la enorme tienda que parecen formar las playeras de Tom sobre su cabello. Bill le manda una mirada llena de humor con una sonrisa de lado antes de retornar su mirar a las playeras en sus manos.

Me pregunto, Bill piensa con brillo tintineando en sus ojos mientras una idea aparece en su mente.
Sonriendo alardeando y enviando a Tom una mirada traviesa, alza las playeras de nuevo, poniéndolas sobre su cabeza y poniendo sus brazos a los lados para deslizarlos por los hoyos correctos. Por supuesto que no tuvo problemas poniéndose la playera, son tan grandes que es casi como aquella vez que se puso uno de los vestidos de su madre cuando era más joven, Oh, señor, como lo regañaron después de ese incidente.

Sonriendo ante el recuerdo en su cabeza, ajusta el material de algodón y lo jala ligeramente, sintiendo el peso de las playeras sobre él. Es muy diferente de su usual blusa blanca y delgada.

-Listo- Bill dice casi triunfante, Saca su cabello a través del cuello de las playeras y lo deja descansando libremente contra sus hombros.
Mira hacia Tom y sonríe ampliamente -¿Y bien?- Pregunta expectante mientras se para del suelo y extiende sus brazos a los lados a manera de modelo. -¿Cómo luzco, Tomi?-

Tom se ríe nasalmente mientras Bill gira sobre su eje una vez y las playeras vuelan como la falda de un vestido de niña ampón.

-¿Hmm?- Bill pregunta otra vez. Gira sobre sus talones una vez más y se ríe ligeramente ante el camino que toman las playeras con cada giro.

-Luces- Tom comienza y se ríe suavemente- ridículo-

Bill se burla de Tom y pone sus manos en sus caderas a manera de fastidio, resemblando a un madre quien está lista para castigar a un niño desconsiderado, pero al momento que saca su labio inferior de modo infantil, esa esencia parece desaparecer de él inmediatamente. En lugar de eso, luce como un niño molesto listo para deshacerse en lágrimas hasta conseguir lo que quiere.

-¿Tengo que recordarle, Sr. Kaulitz, que usted viste este tipo de playeras todos los días?-

-Bueno en ese caso- Tom comienza con voz juguetona, sonriendo mientras se levanta en sus rodillas. Camina de rodillas a través del piso del pequeño santuario, viejas hojas crujiendo debajo de las rodillas. Bill sólo se queda ahí parado en su lugar con sus manos bien puestas sobre su cadera con pequeño puchero en sus facciones, mirando con curiosidad mientras Tom casi se enreda encima de él. – en ese caso- Tom dice otra vez mientras se arrodilla directamente enfrente de Bill, su cabeza al nivel de las caderas del otro mientras inclina su cabeza hacia arriba para mirar al adolescente de cabello negro- entonces, luces... adorable- Tom termina con su sonrisa usual.

-¿Adorable?-

-Extremadamente lindo y adorable- Tom se corrige a sí mismo con una fina sonrisa.

Bill se ríe suavemente mientras mira hacia los ojos de Tom -¿es eso, Sr. Kaulitz?- Pregunta juguetonamente.

-Sí, eso es- Confirma con otra risa.
-¿y qué es eso de llamarme Sr. Kaulitz? ¿eh?-
Tom sonríe hacia Bill y lleva sus manos a las caderas de Bill.

Inmediatamente, Bill coloca sus manos sobre las de Tom, enredando sus dedos en pequeños e intricados nudos ausentemente mientras se pierde en la mirada de Tom, pero escucha la pregunta. Se sonroja ligeramente –No lo sé, tiene un diferente... sentimiento- Bill intenta explicar con palabras entrecortadas.

Tom se ríe mientras vuelve más fuere su agarre en las manos de Bill –Te hace sentir como si fuéramos más grandes, ¿no es así?- Pregunta.

-Sí- Bill confiesa y libera un ligero suspiro –Si fuéramos más grandes entonces, quizás, no estaríamos tan atados a nuestras casas. Quizás entonces podríamos... estar juntos- Bill termina con un susurro, tratando de no destruir la posibilidad del futuro por sólo hablar muy alto.

-Pero estamos juntos, Billa- Tom dice en voz baja mientras libera las manos de Bill de las suyas y coloca ligeramente sus brazos alrededor de la espalda baja de Bill.
Los brazos de Bill caen a los lados en rendición.

Bill conecta sus ojos con los de Tom para responderle honestamente- No de la manera en que quiero que estemos-

Tom toma un profundo respiro y libera un solemne suspiro. Cierra sus ojos y coloca su cabeza contra el vientre de Bill, el único lugar en el que es posible recargarse mientras abraza a Bill fuertemente desde su posición en sobre sus rodillas. Lo abraza fuertemente, respirando la esencia de Bill y deseando poder quedarse atrapado en ese recuerdo por siempre. –Pero lo estaremos algún día- Tom le promete a Bill.

Se sonríe con confianza a sí mismo y ruega por que por una vez sus palabras sean verdad.

Bill coloca sus manos sobre los hombros de Tom- Eso espero- dice con suavidad.

-No esperes. Créelo.-

Bill ser ríe y sacude su cabeza ante las palabras de Tom, pero le complace de todas maneras. –Estaremos juntos de esa manera algún día, Tomi, lo sé- Bill se corrige así mismo.

Tom sonríe y abre sus ojos para encontrar los de Bill –Mejor- Confirma.
Y dándole a Bill un último apretón en promesa, Tom retira sus brazos de la espalda baja de Bill y lo reemplaza con sus manos en dobladillos de las playeras que Bill está vistiendo. Le sonríe a Bill y cuela una mano por debajo de la parte frontal de las playeras y presiona su palma suavemente contra la piel del estómago de Bill.

-Tomi- Bill gime y trata de espantar la mano de Tom cuando este mismo toma su antebrazo y gentilmente lo tira al suelo, asegurándose de no lastimarlo de alguna manera. Odiaría verle con una sólo herida sobre su hermoso cuerpo todo por culpa de Tom -¡Tomi!- Bill grita.

-Ah, ahora me llamas Tomi- Dice con una carcajada mientras se coloca encima de su amor. Se agacha y planta un rápido y casto beso en los labios desprevenidos de Bill.

Bill hace un puchero mientras Tom se levanta y jala gentilmente uno de sus rastas.

Tom sonríe y mueve su mano, llevando la rasta esa de regreso sobre su hombro y fuera de alcance.
-Hey, nada de jalar las rastas- Tom amenaza juguetonamente -¿Querías algo más además de mi atención?-
Tom levanta un ceja cuestionadora, completamente jugando al estúpido sólo por lo divertido de eso.

-Mmhmm- Bill replica con el sonrojo pintado sobre sus mejillas. Sonríe dulcemente.

-¿Y exactamente, qué quieres?- Tom pregunta con voz rasposa y ladea su cabeza para colocar un pequeño beso en la punta de la nariz de Bill.
-¿es eso?- Preguntas después de alejarse.

-Cerca, pero no- Bill especifica y se ríe mientras enreda sus brazos detrás del cuello de Tom.

-Oh, ¿en serio?- Tom pregunta y se agacha de nuevo. Coloca una línea de besos contras las mejillas de Bill devorando el sonrojo.
-Mm, podrías jurar que eso es exactamente lo que querías- Dice con confianza, aunque con un tono decepcionado.

Bill se ríe casi sin aliento y se retuerce debajo del toque de Tom. Quiere esas playeras fuera. –Tomi, Tomi, Tomi, Tomi, Tomi- Bill casi canta con un niño tarareando un tonto tono.

Tom ríe y pone un beso en la frente de Bill- ¿Sí, Billa?- Pregunta.

-¿Sabe que quiero?- Bill pregunta mientras Tom deja un camino de besos por toda su frente.

-Hmm- Tom comienza, como si estuviera pensando sobre eso- ¿cosquillas?- Pregunta y ataca el estómago de Bill con sus dedos en un intento de hacerle cosquillas causando que Bill se retuerza y levante sus rodillas mientras patea con sus pies en agonía.

-¡No! Tomi ¡Detente! –Bill logra decir entre sus altos chillidos y risas -¡Tomi!-

Tom ríe y se detiene –está bien, está bien- Le complace y se detiene, regresando a su antigua posición mientras Bill relaja su cuerpo aún con los remanentes de las cosquillas –Entonces, ¿qué es lo que quieres, Billa?-

Bill libera una pequeña risa final y le sonríe dulcemente a Tom, enredando sus brazos detrás del cuello de Tom otra vez.
-Quiero- Dice y le jala ligeramente para atraerlo cerca de su rostro –un beso-

-¿un beso?-

-Un beso-

-Bien, eso lo puedo hacer- Tom confirma con una risa-

Tom de buena gana cierra el espacio entre ellos y coloca sus labios sobre los de Bill en un beso seguro, tratado lo mejor que puede de decirle a Bill que estarán juntos de la manera que él quiero que estén; felices por siempre sin los ojos discriminatorios de la sociedad.

Pero esos ojos no solamente existen en los principios de 1900, están presentes en el 2008 también.
Tom sólo desea ser capaz de sacar a Bill se esos ojos de 1900 y llevarlo a la seguridad de su propio tiempo.
Aunque sabe que esa discusión no llegará en un buen tiempo.

-Tomi- Bill dice suavemente contra los labios de Tom, mientras se aleja ni un centímetro.

-¿Bill?- Un voz juvenil pregunta se escucha un poco retirada, sonando como si viniera de un mundo diferente, como si Bill y Tom estuvieras fuera, en su propio mundo intocable. Aunque ambos desearían fuera intocable en ese preciso momento. Hay un sonido de hojas y Bill y Tom se separan justo a tiempo para ver a James parado en la entrada de su pequeño santuario escondido que ya no está tan escondido. El hermano de Bill para ahí en sus trece, deteniendo una rama que estaba en su camino, y mira a su hermano enfrente de él. Frunce el entrecejo al reconocer al muchacho de cabello raro sobre su hermano como ni más ni menos que el reciente amigo de la familia, el Sr. Tom Kaulitz. -¿Tom?- James pregunta con curiosidad mientras ladea su cabeza hacia un lado.

-¿Qué están haciendo ustedes dos?-

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