16.- Admitting with a Lie

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16.- Admitting with a Lie

(No Admitiendo Toda la Verdad)

*-*


Bill se remueve ante la pregunta, su respiración se detiene momentáneamente mientras su corazón es el único órgano que se mueve visible y audiblemente en todo su cuerpo. Suena con la fuerza de un fuego artificial explotando en el cielo nocturno, haciendo eco en sus oídos con el sonido resonante que persiste y se parece a la baqueta de un niño hiperactivo golpeando un bombo.

Se queda totalmente inmóvil mientras la pregunta de su hermano llega a sus oídos, llenando cada cavidad y vibrando como si se asegurase de que escucho todas las palabras. Aunque su mente ya registro la pregunta, palabra por palabra.

Parpadea repetidas veces, aún mirando fijamente al suelo desenfocadamente. Traga con dificultad, su saliva toma una nueva característica pegajosa mientras desciende por su esófago.

Él mantiene sus brazos cruzados sobre su pecho, enredados fuertemente como si se protegiera.
Pero su barrera improvisada no puede protegerlo de la curiosidad de James.

-Lo siento, ¿qué?- Pregunta lentamente, su voz temblando mientras cae de sus labios.

Respira profundamente y encuentra suficiente coraje en su respiración para levantar su cabeza unos centímetros para permitirle a su mirada posarse sobre su hermano pequeño. El movimiento es lento, como si su cerebro tratara de trabajar contra sus músculos y huesos, haciéndolo lucir reacio e involuntario.

James también levanta su cabeza y sus miradas se encuentran a medio camino, mirando dentro de los ojos del otro con una intensidad secreta.
Para cualquier observador, luciría como una inocente lucha de miradas. Pero en un extremo de ese lazo está un muchacho quien sabe demasiado, contrario a eso está un joven confundido con un miedo que no desea exponer.

Él niño retiene un suspiro exasperado ante su hermano mayor. Está bastante consciente de que Bill escuchó correctamente, ahora parece que está haciéndose el tonto. Él sabe que Bill entiende exactamente que punto está tocando con esa pregunta. Pero, hey, jugará también por ahora.

-Sabes- Comienza suavemente, eligiendo sus palabras cuidadosamente. Pausa por un segundo, moviendo su quijada de un lado al otro mientas muerde su labio inferior antes de continuar- Digo, ¿si es posible para dos... hombres enamorarse? ¿O dos muchachas, incluso?-

Bill abre su boca para responder, pero el aire muere en su tráquea mucho antes de que abriera su boca.
Cierra sus ojos y libera un audible y largo suspiro mientras trata de calmar sus nervios, pero incluso a este punto no puede engañar a la lógica. Sabe que James está tratando de atraparlo, sabía desde casi el inicio de semana cuando logro ver parte de la mirada meditativa en sus ojos.

Es la misma mirada que permanece hasta ahora.

Abriendo sus ojos, traga fuertemente bajo la atenta mirada de su hermano, sabiendo que si dice la palabra equivocada, la verdad saldrá a la luz en menos de un segundo.

Busca por palabras adecuadas que pueda juntar para una respuesta lógica, y James eleva una ceja ligeramente como si dijera -¿Y bien?-

Tomando un profundo respiro, Bill mira directamente a su hermano y sonríe suavemente, sus labios formando una ligera sonrisa.
-Bueno, James- Comienza con voz suave, sonando más como un profesor que como hermano mayor- Claro que es posible-

-¿quieres decir que pasa?- James pregunta con voz incrédula, una mirada de disgusto formándose en sus facciones ante el pensamiento. Suena completamente mal para él. A él apenas le han enseñado que amor es entre una mujer y un hombre, nunca compartido entre otro pareja.

Bill, por otro lado, no es ajeno a la idea.
Se ríe mientras libera un suspiro y sacude su cabeza gentilmente.
-Mi Dios, James ¿Por qué esa repentina curiosidad?-

La risa cesa.

James observa a Bill con una mirada amenazadora.
Su mirada acusadora es más que suficiente para decirle exactamente que él alimentó esa repentina curiosidad.

Bill se congela en su lugar una vez más, sintiendo un escalofrío bajar por su espina.
Él sabe, es el pensamiento que azota su mente a los mismos decibeles que si fuera gritado por un altavoz.

-Sólo responde la pregunta-James responde lentamente, enviando a su hermano una mirada sin sentimientos -¿Sí sucede?-

La boca de Bill se vuelve seca ante la pregunta, su saliva remplazada con nada más que arena y trozos de vidrio que se sienten como cuchillos bajando por su garganta mientras trata de tragarse el miedo. –No lo sé- Dice con voz seca.

James resopla ante la pregunta. Él sabe la verdadera respuesta.
-¿No lo sabes?- Pregunta de cualquier forma.

-Bueno, no estoy diciendo que nunca sucedió a través del curso de la historia, James, sólo estoy diciendo que realmente no sé si sucede- Bill se encoje ante la misma mirada en blanco que cae sobre él por parte de su hermano y agrega rápidamente-Al menos no sucede tan seguido-

James sonríe ante las nuevas palabras -¿Pero estás diciendo que si sucede?-

-¡No lo sé, James! Estoy seguro que si, ¡la gente se enamora de todo tipo de cosas! ¡Por lo que sé, podría haber por ahí algún muchacho que se enamoró desesperadamente de su perro!- Bill casi grita por respuesta, su voz rayando en la exasperación y fastidio hacia su hermano menor.

-¿Con un... perro?- James pregunta escéptico, sonriendo y dejando escapar una carcajada ante la ridícula idea.

Pero su risa no parece relajar a su hermano del todo. El muchacho en la silla de enfrente simplemente le observa con una mirada de puro fastidio hasta que su risa muere, dejando que el incómodo silencio vuelva a posarse sobre ellos.

James deja escapar un profundo suspiro y se deja caer sobre la cama de Bill, dejando caer su torso sobre la cama. Mira el techo por unos minutos, tratando de ignorar el silencio y enfocarse es sus muchos pensamientos y preguntas.

Él sabe que está pasando entre su hermano y Tom.
Él los vio juntos el otro día cuando pensaron que estaban solos.
Los vio pegados uno al otro de maneras que sólo los amantes lo hacen, y los vio besarse muy afectivamente el uno al otro de una manera que sólo ha visto que es compartida entre esposos, pero su amor y deseo era aparentemente más joven con una vibra refrescante contra el envejecido amor entre una vieja pareja de casados.

Vio todo eso, demasiado amor entre dos personas.
La única parte que lo preocupa significativamente es que esas dos personas son hombres.

Puede que sólo tenga ocho, pero nunca antes había escuchado de una cosa así suceder. Para sus jóvenes oídos, suena como un concepto muy ridículo.

Pero lo que atestiguo entre Bill y Tom va completamente en contra de eso.

Obviamente, esas relaciones pasan, al menos por lo que Bill le ha dicho.
Sólo hay una cosa de la que no está enteramente seguro...

-¿Es correcto?-

Bill alza su cabeza, levantando su mirada de sus brazos cruzados hacia su hermano.

-¿Qué es correcto?-

James deja salir otro suspiro y permanece en su posición. Mirando al techo, replantea su pregunta- Estos tipos de relaciones, entre dos... hombres, o dos mujeres.... ¿son... correctas?-

-James- Bill comienza con un suspiro, casi gimoteando para ser más precisos -¿Por qué no le preguntas a Madre sobre esto? ¿O a Padre? Estoy casi seguro que ellos d-

-Porque te estoy preguntando a ti- James responde con firmeza, aún manteniendo su mirada en el techo plano sobre él.

-¿Por qué a mí, James?- Bill pregunta suavemente. Continua mirando a su hermano, a pesar de que sólo está mirando el cuerpo recostado en lugar de su mirada -Madre y Padre pueden explicarlo tan bien...-

-No, no pueden- James el interrumpe una vez más.
Un incómodo silencio se posa entre los dos hermanos, dejando a ambos sentados e inmóviles mientras esperan que el otro hable. James finalmente levanta su cuerpo de la cama y se queda sentado en el filo de la cama. Dirige su mirada hacia Bill. Sus ojos se encuentran.

-James, no sé qué es lo que quieres que te diga- Bill dice suavemente. Nunca antes ha querido escapar de su habitación tanto como lo hace en este momento.

James deja escapar un ligero suspiro, nunca rompiendo el contacto con la mirada de Bill.
-Sólo dime si es correcto-

El contacto se rompe, Bill dejando su mirada caer al suelo.
Se remueve en su asiento, entrelazando sus manos juntas en su regazo mientras reúne el coraje para hablar. Si dice lo que realmente cree, sabe que James traerá inmediatamente a Tom y no habrá nada más que esconder.

Y no está totalmente seguro que será capaz de hacer que James se quede callado respecto a algo tan serio como esto.

Rompiendo el delicado silencio con un suave susurro, responde- No. Para alguna gente es algo malo-
Retiene la urgencia de avergonzarse mientras escucha sus propias palabras abandonar sus labios, sonando crueles para sus oídos.

-entonces ¿No está bien eso?- James generaliza.
Bill levanta su mirada para observar a su hermano con una ligera vista.

-¡No dije eso, James!- Bill exclama, odiando como el niño salta a las conclusiones con la primera palabra que deja su boca. Mirando a otro lado, Bill se levanta de la silla y camina hacia una de las ventanas de su cuarto. Se para con su espalda hacia James- No dije eso- Repite suavemente-Dije que hay algunas personas ahí afuera que piensan que es incorrecto. Alguna gente, James, no toda.-

-Oh- James contesta mientras mira la espalda de su hermano, Se queda callado por un momento, pensando acerca de todo lo que su hermano le ha dicho, y antes de que pueda retener las palabras saliendo de su boca, ellas viajan a través del aire hasta los oídos de Bill -¿Tú crees que es malo?-

James mira mientras el cuerpo de su hermano se remueve ante las palabras, su forma entera pareciendo volverse rígida. Se endereza y se mantiene mirando a la ventana, pareciendo inmóvil por detrás mientras responde suavemente –No, James, no pienso que sea malo. Las personas no pueden contralar de quien se enamoran...-

-¿No pueden?-

Bill sacude su cabeza de lado a lado, deseando por sobre todo que su hermano lo dejará sólo en este preciso momento. A pesar de su irritación, logra responder con una voz relativamente calmada –No-

James se queda callado, dándose cuenta de lo fuerte que es esa última respuesta. Él no es uno de esos tontos hermanos menores como los demás; él sabe cuando ha ido demasiado lejos, y sabe cuando darle a su hermano un momento.

Esperando oír una exhalación calmada y encontrando que es seguro hablar de nuevo, James pregunta tranquilamente -¿Madre piensa que está mal, verdad? ¿Y padre?-

Bill casi brinca ante la voz de su hermano. Casi había olvidado que estaba en la habitación; estuvo tan callado.
Deja salir un suspiro –No lo sé James, pero creo que es un sí. Madre es muy... cerrada de mente y tradicional en su opinión, tanto como Padre. Sabes eso, James-

-Mmhmm- Claro que sabía eso de sus padres, sólo estaba reafirmando –¿Oye, Bill?-

-¿Sí, James?- Bill replica, aún frente a la ventana y mirando hacia el jardín.

-Tú no eres como ellos, ¿o sí?-

Suspira -¿Cómo qué, James?-

Hay una momentánea pausa antes de que James suelte su pregunta de la mejor forma que es capaz de hacerlo con su mente de ocho años.
-Tú... no eres como ellos... te gustas las muchachas, ¿verdad?-

Bill se congela otra vez, esta vez su respiración parece también haberse detenido, obstruyendo su tráquea y pausando sus pulmones. Está de pie inmóvil, mirando a través de la ventana mientras su corazón se salta un latido decidiendo si latir tan rápido como en una carrera, lleno de adrenalina o latir despacio hasta detener su respiración.

¿Cómo se supone que responda una pregunta como esa? So fuera a decir no ahora, está seguro que esa respuesta llegará a los oídos de su madre en segundos. No sólo sería considerado menos, sino que sería una vergüenza para sus padres. Lo que su madre sólo quería para su hijo es que creciera y entonces se casará con una hermosa, propia y joven mujer.

Sus ojos se cierran, mientras la presión del aire en la habitación parece acrecentarse únicamente en contra de su cuerpo, atrapándolo en su lugar con una increíble fuerza. La presión va en contra de sus oídos, una ola de mareos lo atraviesa. La habitación parece tambalearse a su alrededor, moviéndose debajo de sus pies como si estuviera parado en la cubierta de un barco muy inestable. Se estabiliza, agarrándose del marco de la ventana, sus ojos aún cerrados.

Si ella se llegara a enterar acerca de sus verdaderos sentimientos, el impulso que tiene, la atracción que siente, su mundo se vendría abajo en cuestión de segundos.

Él nunca querría desilusionar a su madre hasta ese punto.
Su corazón se encoje ante el pensamiento.

La acidez en su sangre crece desmesuradamente y abre su boca, silenciosamente luchando por respirar el aire que se rehusó a tomar momento antes. Sus ojos se abren muy grandes y mira afuera, hacia el reconfortante escenario del jardín trasero más allá del panel de cristal.

Intensifica su agarre, realizando que aún está sujetado del marco de la ventana para sostenerse mientras la presión juega contra su cuerpo, atrayéndolo hacia una ligera preocupación y posibilidades que podrías suceder si las palabras incorrectas salen de sus labios.

Pero lo soporta, tomando profundas respiraciones para superar los mareos que tratan de tirarlo al suelo.
Mientras tanto, los milisegundos continúan pasando mientras James mira a su hermano luchar por quedarse de pie.

Bill levanta sus pestañas de un muy prolongado parpadeo para mirar de nuevo al jardín. Su vista inmediatamente cae sobre la pipa negra unos pocos pies abajo en el suelo, parada ahí escondiendo como funciona. Con la sacudida de esa manija, uno podría estar desconcertado cuando nada de agua es extraída de la tierra. Como sea, esa sacudida es capaz de desbloquear un mundo entero que fue desconocido para todos este tiempo.

Todos excepto uno, eso es.

Y el único que sabe acerca del mundo escondido detrás de la manija de esa pipa esta actualmente mirando anhelante, deseando con todo que pudiese hacer una loca carrera hacia el jardín y escapar hacia la seguridad de los brazos de Tom, separados por esa horrible cuestión de 100 años.

-¿Bill?-

Bill se paraliza ante la voz de James, dándose cuenta de que una gran cantidad de tiempo ha pasado desde que la pregunta original fuera hecha.
-¿hmm?-

-Tú no eres de esos, ¿verdad?- James pregunta otra vez, esperando esta vez obtener un respuesta en lugar de un silencioso hermano.

Dando una última mirada al patio, sus ojos aún enfocados en la pipa negra que lo conecta con el otro mundo, la única cosa que le conecta con Tom, lanza una plegaría silenciosa para que lo perdonen en su mente, esperando que lo que va a decir a continuación no afecte de alguna manera su relación con el chico de rastas.

Tragando con dificultad y sosteniéndose del marco de la ventana un poco más fuerte, responde despacio –No, James, no soy de esos- Esta callado por un momento antes de reunir suficiente voluntad para agregar suavemente –A – Me gustan las mujeres-

Hay un silencio.
No hay una confirmación o incluso un reconocimiento de que Bill respondió con algo que James estaría feliz de escuchar.

Nada.

Nada a parte del silencio total llenando cada recoveco de la habitación.

Bill se queda completamente inmóvil en su lugar, usando la ventana como soporte mientras mira hacia la disimulada bomba de agua. Odia escuchar sus propias palabras resonando en sus oídos, la mentira vibrando, pinchando su corazón con afiladas navajas.

Es traído de regreso de su miseria por el sonido de la cama rechinando mientras James se levanta de ella.
Pasos arrastrados y el sonido de la puerta de su habitación cerrándose de golpe les siguen no mucho después.

-¿James?- Bill pregunta, girándose sobre sus talones mientras la puerta choca con el marco. Deja a sus ojos viajar por los detalles de su habitación, evitando el espacio vacio enfrente de él.

Su corazón está doliendo otra vez.

**

James cierra la puerta de la habitación de Bill y se apura dentro de la suya a través del pasillo, escurriéndose por el vestíbulo calladamente para evadir algún inoportuno encuentro con sus padres. Hace su camino por el corredor y dentro de la seguridad de su propia habitación donde cierra la puerta un poco más calladamente.

Camina hacia su cama y se sienta en la orilla de la misma manera que lo hizo sobre la cama de Bill momentos antes.

Cruza sus brazos sobre su pecho y mira hacia el piso, golpeando la madera con la punta de su pie descalzo.
Libera un suspiro profundo y trata de calmar el enojo que crece en su sangre, pero no parece detenerlo.

Quizás está llevando las cosas fuera de proporciones, pero nunca se sintió de esta manera antes. O quizás es por la importancia del asunto sobre otros temas que ha compartido con Bill.

De cualquier manera, nunca se ha sentido tan distanciado de su hermano antes. Es como si una pared mágicamente apareció entre él y Bill, separándolos por causa de unas pocas palabras mal dichas.

En el pasado nunca ha habido una pared de algún tipo separándolos. Siempre han sido capaces de decirse el uno al otro todo. Siempre fueron capaces de confiar en el otro con las cosas que no se podían guardar para sí mismos o compartir con Mamá y Papá.

Y ahora... Los tableros han cambiado.

Aún viendo al suelo con una mirada de odio mezclado con traición y decepción, James murmura calladamente –Me mintió-

**

-¿Hey ma'?- Tom pregunta suavemente, caminando dentro de la sala para ver a su madre sentada en el sillón, cambiando los canales de la televisión a esta horrible hora de la tarde. No hay nada que ver en la TV a esta hora del día.

-¿Sí, corazón?- Simone levanta su mirada para encontrar la de su hijo mientras se sienta en la silla en diagonal al sillón.

-Me estaba preguntando- Tom continua, dejándose caer en el respaldo. Sonríe ligeramente mientras Simone le pone mute a la televisión para darle a su hijo su total atención –Es acerca de este verano...-

-¿Qué hay sobre ello?- Simone pregunta, dejando el control remoto en el asiento vació del sillón a su lado.

-¿Yo... tengo que ir este verano?- Tom pregunta inquieto, odiando tener que traer ese tema desde que sabe que perderá la batalla de cualquier manera.

Cada verano él y Ava viajan a la casa de sus abuelos por un par de meses, poniendo o quitando un par de semana dependiendo de cuán largo es su descanso veraniego. Siempre pasan las primeras semana en casa, pero a mitad de Junio salen rumbo a sus abuelos por lo que resta de los días de verano.

-Tom, ya hemos hablado de esto antes- Simone dice con un suspiro, fastidiada de que Tom parece pensar que si le ruega lo suficiente quizás, sólo quizás, le ganará.

Pero nunca lo hace.

-Mamá, lo sé, pero está vez es diferente. Amo al abuelo y a la abuela, lo hago, pero dos meses es mucho tiempo y yo-

-Tom, por favor- Simone le interrumpe –Estoy segura que sobrevivirás, y estoy segura que Georg puede encontrar a alguien con quien salir durante las vacaciones. Pasamos por esto cada año-

-Pero este año es diferente- Tom trata de nuevo, su voz más suave que antes mientras la batalla muere.

Simone deja escapar un cansado suspiro a través de una quijada dura y dientes apretados mientras trata de detenerse a si misma de gritar. Parece que casi cada año desde la escuela primaria Tom ha estado tratando de evadir la visita a sus abuelos, y cada año Simone y Tom tiene la misma discusión la cual siempre termina con Tom en la casa de sus abuelos de cualquier manera. Cerrando sus ojos, pregunta calmadamente -¿Cómo es eso de que este año es diferente a los demás?-

Tom agacha su cabeza y deja a su mirada caer en el piso, quedándose callado.
Simone no entendería la única cosa que está haciendo a Tom querer quedarse en el pueblo este año más que cualquier otro.
Es la única cosa que nadie sabe, y es la única cosa que nadie puede entender. Es el secreto de Tom en su mayoría, menos los pocos intentos fallidos que hacer que Georg le crea.

Pero incluso entonces, Georg no entiende.

Por mucho que a Tom le gustaría, no puede abrir su boca y soltar que no quiere dejar a Bill.

-Tom, cariño, vas a ir- Simone dice después de que casi ha pasado un minuto y Tom ha fallado en responder con nada más que el silencio. –Sabes que el abuelo y la abuela esperan mucho por cada verano, ellos aman tenerlos a ti y a Ava allí. Sabes eso-

-Ma' ¿no puedo quedarme aquí sólo esta vez? ¿Por favor?- Tom intenta una última vez, mirando de nuevo a su madre con una mirada esperanzada en su rostro. Si sólo hubiera dominado los ojos de cachorrito cuando niño, pero él nunca recibió ese don.

Simone sacude su cabeza, apretando sus labios de manera que declaran el fin de la discusión. –No, Tom, vas a ir-

-Pero el próximo año estaré partiendo para la universidad, mamá-

-Entonces no tendrás que ir el próximo verano. Pero justo ahora aún tienes un año de escuela por delante, y este será tu último verano con tus abuelos así que ¿no puedes sólo ir y ser un feliz campista? Puedes quedarte el próximo verano ¿correcto?-

-Bien- Tom responde calladamente, cruzando sus brazos para hacer juego con la actitud en su voz. Se hunde en su silla y quita la mirada de su madre, pensando para si mismo, sí, estaré aquí el próximo año, pero Bill no estará.

Su pecho se contrae ante el pensamiento, una imagen de esa fecha de muerte, o de preferencia la fecha de desaparición, cruza su mente. Tal vez Bill sólo se perdió ese año, pero a donde sea que fue pareciera que estuvo tan bien como muerto si su propia familia sintió la necesidad de poner una tumba con una fecha de defunción.

Y a este punto del tiempo, el lugar a donde Bill huyó es aún un misterio para Tom. Pero justo ahora lo único que puede pensar es la manera de darle la noticia a Bill que va a estar lejos por dos meses enteros en el verano, sin contacto. Después de todo, uno no puede hacer una llamada por cobrar al pasado.

Aunque, el estar separados por dos meses no es la parte que preocupa a Tom.
Sabe que él y Bill pueden sobrevivir ese tiempo.
Lo único que le asusta es la madre de Bill...

Sólo puede imaginar cuán lejos una madre puede llegar con un matrimonio prácticamente arreglado en el curso de dos meses, especialmente con cero interrupciones.


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