Plan macabro

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El beso se intensificaba, se volvía más pasional por segundos, no separaban sus labios ni sus lenguas. César la mantenía muy pegada a él, sentía cómo ella se estremecía, su respiración agitada. Parecía que los años no hubieran pasado entre ellos, como si nunca hubiesen dejado de amarse, estaban completamente entregados, perdiendo el control de la situación... César bajó sus labios hasta su cuello, lo besó con desesperación y sintió cómo ella soltaba un suspiro y le agarraba del pelo, claramente estaba correspondiendo a sus caricias...De repente llamaron a la puerta...

A: (Con cara triste) Perdón!!!! Os he querido dejar unos minutos pero, desde que salí, ya alguien me estaba preguntado por ti César, te necesitan en el foro y andan como locos buscándote...

C: (Con la respiración agitada y descolocado, porque aún no salía de la ensoñación que le había provocado volver a besar a Victoria) Yo...eh...sí gracias Ale, voy para allá.

A: Corre, ahora no hay nadie en el pasillo!

César volvió la mirada a Victoria por unos segundos, no fue capaz de decir nada, pero lo que había en sus ojos, valía más que cualquier palabra. Amor.

A: (Cerrando la puerta tras César y mirando a Victoria, que había caído en el sofá, pálida y con la mirada perdida) Vicky estás bien? (Sentándose a su lado y tomándole la mano) Tranquila...dime qué pasa.

V: (Soltándose bruscamente) Noooo, no lo estoy, no lo estoy porque me besó!! Y yo no quería que eso pasara!!

A: (Un poco sorprendida) Perdón Vicky, yo pensé...

V: (Gritando) Qué, qué pensaste? Qué estabas uniendo a dos amantes que se desean a pesar de los años como en las novelas? Esto es la vida real Alejandra!!!! Y no tienes derecho a manipularla a tu antojo ni a hacer planes a mis espaldas.

A: (Bajando la cabeza) Lo siento mucho Victoria...

V: (Muy enfadada) Sal, sal de mi camerino ahora mismo.

Alejandra salió de allí con una mezcla de vergüenza, tristeza e impotencia. Vergüenza porque Victoria tenía razón, ella no era quién para tramar planes a sus espaldas y ponerla en situaciones embarazosas, claramente se había equivocado, había intentado hacerla feliz y le había causado dolor...

A: Eres una estúpida Alejandra! Sabes que esa mujer ha sufrido maltratos y tú vas y la lanzas a los brazos de un hombre. Error! Grandísimo error...

Pasaron varios días en los que, tanto César como Alejandra estuvieron llamando a Victoria para hablar de lo sucedido, pero ella no respondió a ninguna de sus llamadas. Ambos sabían dónde vivía pero no creyeron prudente forzarla a hablar si ella no quería. Por fin, después de una semana, Victoria se incorporó a las grabaciones de nuevo, pero la persona que volvió, no era la que Alejandra había conocido esos meses. Traía la mirada dura, el gesto serio y cuando se acercó a saludarla apenas y le devolvió el saludo.

A: Ok Alejandra, sigue enfadada... Ahora te plantas en su camerino a pedirle disculpas y te aguantas todos los insultos que le salgan, bien merecidos te los tienes...

A: (Llamando a la puerta del camerino de Victoria y entrando después de un seco "adelante") Hola...

V: (Muy dura) Qué es lo que quieres? Ahora me vas a perseguir?

A: (Intentando aguantar el tipo) No, por supuesto que no, es sólo que no había tenido ocasión de ofrecerte mis disculpas personalmente. De verdad lo siento mucho Victoria, te prometo que no volverá a suceder.

V: (Aún más dura con ella) Me dan igual tus disculpas niña! Con tus disculpas no se soluciona lo que sucedió, aprende algo en esta vida, hay veces que no hay marcha atrás. Cuando ya has dejado cicatriz, no hay nada que la borre.

Resiliencia TekilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora