Incluso en la distancia...

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Nos quedamos en...

José Eduardo se limitó a recoger con ternura los pedazos que habían quedado de su madre después de aquello. Qué poco tiempo le había durado la alegría a la mujer que más quería en el mundo y qué injusto y doloroso se le hacía verla sufrir así, más aún después de haber conocido a la verdadera Victoria, la Victoria radiante que Alejandra había rescatado de una vida de sombras y que brillaba con esplendor y firmeza como nunca antes lo había hecho, sobre todo ante la mirada de César. Definitivamente la partida de Ale, se había llevado los atisbos de felicidad que por un momento vieron en el horizonte, dando paso a una nueva guerra que no eran capaces de librar en su ausencia. Se había ido y, con ella, se llevó su "luz".

Continuación...

JE: (Abrazando con ternura a su madre) Mamá no llores, por favor... No le hagas caso, sabes que está insoportable últimamente aunque esta vez, se le fue la mano, no tenía ningún derecho a tratarte así.

V: (Llorando) Mi amor, yo te juro que César sólo me estaba consolando después de hablar con Ale, yo...

JE: Ya, ya. Primero que tú no tienes por qué darme explicaciones de nada, eres mi madre y te respeto. Segundo, eres una mujer libre, con derecho a rehacer su vida con quien se le de la gana. Y tercero, yo sé cuánto amas a César, lo he sabido siempre, entonces no hace falta que finjas delante de mí, ok?

V: Mi amor...

JE: Shhh, no te preocupes. Siempre lo supe, lo que pasa que nunca entendí porque no estaban juntos, se les notaba demasiado a los dos!!

V: (Medio sonriendo) De veras?

JE: Uy sí!!!! Desde Abrázame muy fuerte me di cuenta, y estaba bien chico!!! Pero hasta que no ocurrió lo del desgraciado de Fayad no he comprendido muchas cosas. No tengo palabras para agradecerte tu sacrificio mamá.

V: No mi amor, no tienes nada que agradecer, ustedes son lo que más amo en la vida.

JE: Y tú lo que más amo yo y, por eso mismo, quiero verte feliz, te lo mereces!! Y sé que César te adora y que es un buen hombre. Hacen una linda pareja y...(burlándose un poco de ella) nada más hay que ver esos ojitos que pones cuando está cerca....

V: (Entrecerrando los ojos) José...

JE: Ya, ya, no te molesto más. Sólo quiero decirte que no estoy dispuesto a que te vuelvas a sacrificar por ninguno de nosotros. Quiero que César venga a verte y que vivan con libertad su relación, por lo menos, en su propia casa y, más adelante, frente al mundo entero.

V: (Suspirando) No sabes cuánto deseo que ese día llegue hijo. De momento ni lo puedo pensar con el comportamiento de Vicky.

JE: Lo tendrá que ir aceptando. Mamá no quiero más excusas, quiero a Évora por aquí de manera frecuente cuidándote, entendido??

V: Mi amor, dame algo de tiempo con tu hermana sí? Además, César se va mañana por un compromiso de trabajo que ya no podía cancelar.

JE: En serio se tiene que ir justo ahora???

V: Pues sí... Todo esto ha pasado tan rápido...Ya tenía ese contrato firmado y bueno...pues ya sabes que él nunca para de trabajar.

JE: Pues quizá tenga que relajar ese aspecto un poco no?

V: Eso será algo que él decida mi amor, yo no lo voy a forzar a nada.

José Eduardo la miró con reticencia e inmediatamente pensó: "Es momento de hablar seriamente con mi hermanita española, ella sabrá qué hacer con este desastre".

...

Los días fueron pasando como un tormento para Victoria; su hija apenas le dirigía la palabra, el hueco de Ale no se llenaba con nada y César estaba en Miami con sus grabaciones. Sus únicos momentos de alivio eran cuando él la llamaba a diario por teléfono y cuando hablaba con Ale por skype en las mañanas. Aquel día su pequeña se estaba retrasando...

Resiliencia TekilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora