Nos quedamos en...
Victoria siguió convulsionando y gimiendo enloquecida por unos segundos que le parecieron interminables y a los que pensó que no sobreviviría, y eso fue el fin de César que, sin poder aguantar un instante más, se dejó llevar en el orgasmo más intenso de su existencia, acompañando en cuerpo y alma a la mujer que era su vida entera.
Continuación...
Ahora era él el que gemía y temblaba dentro de ella. Sentirlo así en su interior hizo que derramara aún más lágrimas...Aquello era...era tan maravilloso...tan especial....tan intenso!
C: (Aún jadeando) ....Te amo....Te amo....
V: (Intentando recobrar la respiración)...Y yo...Y yo a ti....dios...(Cerrando los ojos y comprobando que aquello había sido real) Te amo con toda mi alma César (Sin poder evitar que el llanto cubriera por completo su rostro ante la felicidad que embriagaba todo su cuerpo)...Gracias.....
C: ....Mi amor no me des las gracias, soy yo el que...(Notando sus lágrimas) Mi vida....(Muy preocupado y saliendo de ella inmediatamente provocando un gruñido de frustración en Victoria)...Morenita qué te pasa mi amor, por qué lloras???
V: (Abriendo los ojos y esbozando una gran sonrisa) Porque esta noche, señor Évora, me ha devuelto a la vida.... Porque me ha hecho sentir algo que ni siquiera podía imaginar.
C: (Soltando el aire) ...Dios mío...creí que...(resoplando) ...que te había hecho daño mi amor... (Bajando la cabeza) Ha habido un momento en que he perdido el control mi vida... Quizá he sido muy brusco...yo....perdón...
V: (Emocionada hasta las lágrimas) Shhh...brusco?... Esto ha sido...ha sido...(Cayendo sobre su pecho) Dios mío César...
C: (Preocupado al sentirla temblar entre sus brazos) De veras estás bien mi amor?
V: (Con una sonrisa infinita) Mírame, tengo cara de haber sufrido?
C: (Recobrando la sonrisa).... Nunca te había visto tan bella...Ni siquiera aquella noche que estuvimos juntos hace tantos años....
V: (Mirándolo enamorada) Pues es usted el único culpable...(Acariciándolo) Y sabes una cosa? ... Ni siquiera aquella noche me hiciste sentir como me has hecho sentir ahora...
C: (Besándola con ternura aún preocupado) ...Mi amor...(Tragando saliva) Yo...bueno...estaba intentando ser dulce pero no sé, sentí tu cuerpo reaccionar, tus ojos...Quería darte todo lo que, de alguna manera, entendí que me estabas pidiendo...pero no sé si fue demasiado...
V: (Poniendo una mano en sus labios) Entendiste muy bien...Tanto, que aún siento todo mi cuerpo temblar....(Sonrojándose) Además creo que...mis gritos no dejaban lugar a muchas dudas... (Tapándose la cara)....Dios mío...qué vergüenza...Te juro que creí que me daba algo César.
C: (Sonriendo con ternura; moría de amor al verla sonrojarse así) ... Mírame... nunca más te vuelvas a avergonzar por eso. Me has vuelto loco... Oírte disfrutar así y sentir tu cuerpo estremecerse entre mis brazos es, sin lugar a dudas, el mayor regalo que me puede dar la vida...
V: (Besándolo) ...Amor...
C: Gracias mi vida...Gracias por confiar en mí, por haberme permitido amarte, por entregarte de esa forma, por dejarme admirar tus preciosos ojos y tu rostro contraído por el placer mientras te hacía el amor...
V: (Absolutamente enamorada) Nunca, jamás, pensé que me podría llegar a sentir así...Todo esto ha sido muy nuevo para mí...(Mirándolo a los ojos) Hace años, también me hiciste sentir la mujer más feliz del mundo pero, fue diferente...No sé...
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Resiliencia Tekila
RomanceVictoria Ruffo y César Évora, una realidad muy distinta a la ficción... Qué pensarías si todo hubiese acabado por una mentira? Si toda tu vida fuese una actuación... Es la primera vez que escribo en mi vida, por supuesto que nadie se sient...