Nos quedamos en ...
Doctor: (Interrumpiéndolo) No, no, disculpe, quizá sea yo el que no se ha expresado bien. Mire, no conozco su historia ni qué es lo que les ha llevado hasta aquí pero lo que sí puedo decirle con total seguridad y basado en estos análisis, que además están por duplicado, es que la paciente Alejandra López es su hija biológica señor Évora.
Continuación ...
C: Q..Qué acaba de decir?
Doctor: Que Alejandra López es su hija biológica.
C: (Llevándose las manos a la cabeza) Eso....eso no puede ser doctor, tiene que haber un error.
Doctor: Pues eso es lo que acabo de comprobar y no, (entregándole el informe) puede verlo con sus propios ojos, el porcentaje genético compartido es muy alto, no cabe duda de que usted es su padre.
C: (Mirando con lágrimas en los ojos aquel informe) Ale...
Doctor: (Preocupado) Señor Évora, necesita usted algo? Quizá un vaso de agua...
C: (Nervioso) Puedo quedarme con él?
Doctor: Sí, por supuesto, el hospital tiene el informe digital.
C: Muchas gracias doctor.
Y sin decir nada más, salió de la consulta y recorrió los pasillos del hospital con las piernas y las manos temblorosas, apretando aquel documento contra su pecho e intentando controlar la cantidad de emociones que lo golpeaban en aquel instante; sabía que una noticia tan maravillosa tendría una tragedia detrás.
V: (Tomando su teléfono) Hola mi vida, cómo te fue? Todo bien?
C: (Intentado controlar sus nervios)...Hola mi amor..Eh, sí...
V: (Arrugando la frente) César...qué ocurre?
C: Amor tranquila, estoy bien.
V: No es cierto, algo pasa verdad?? (Angustiada) Dios mío César qué tienes?
C: No mi cielo, de veras estoy bien, pero sí hay algo que te tengo que contar.
V: (Muy angustiada) Dónde nos vemos?
C: Puedes ir para mi departamento?
V: Claro, como en una hora estoy allá.
C: Muy bien, ahí te espero mi vida. Te amo...
V: Y yo a ti...mucho...
Una hora después, César paseaba de un lado a otro de la sala sin saber cómo manejar la información que tenía, por más vueltas que le daba, no era capaz de encontrar una forma adecuada de abordar la situación sin causar daños. El timbre sonó y sabía que había llegado la hora, ya no había marcha atrás.
V: (Cerrando la puerta nerviosa tras de sí y llevando sus manos al rostro de César) Mi vida estás bien?
C: (Abrazándola con amor) Ya, ya, tranquila mi amor...Ya te dije que estoy bien. (Tomándola de la mano) Mira ven, toma, ahí tienes mis resultados, para que veas que no te miento y que estoy en plena forma.
V: (Mirando detenidamente los análisis) ...Bueno sí...(Sonriendo tímidamente) Eso parece...
C: Ves? No tienes que preocuparte por mí.
V: Y entonces qué es lo que pasa? Te noté preocupado al teléfono y te veo tenso...
C: (Llevándose la mano a su frente) Ehh sí, sí hay algo importante que tienes que saber y de lo que me acabo de enterar.
V: Qué cosa?
C: Mi amor, el doctor me dijo algo que aún me cuesta creer, pero yo mismo lo he comprobado con mis propios ojos y....y no sé ni qué decir ni qué hacer...
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Resiliencia Tekila
RomanceVictoria Ruffo y César Évora, una realidad muy distinta a la ficción... Qué pensarías si todo hubiese acabado por una mentira? Si toda tu vida fuese una actuación... Es la primera vez que escribo en mi vida, por supuesto que nadie se sient...