Vuelta a casa

1.9K 96 43
                                    

Nos quedamos en ...

C: (Tomando y besando su mano) Victoria, mi amor, aquí, frente a este majestuoso paisaje y con el consentimiento de nuestra hija, quiero pedirte que te conviertas en lo que siempre debiste ser. (Sacando una preciosa alianza de oro blanco y platino) Eres y siempre fuiste mi mujer, la madre de mi mayor tesoro y mi vida entera; ahora quiero que también seas mi esposa, ahora quiero que ante el mundo entero y ante la ley, me concedas el honor de convertirme en tu marido. (Clavando en ella una mirada de amor inmenso) Qué dices mi sol?

Continuación ...

Victoria se llevaba las manos a la boca e intentaba controlar las lágrimas que le habían provocado esas palabras. "Que qué diría??" Llevaba toda su vida soñando con aquel momento, con escuchar esa declaración, lo había imaginado de millones de formas en su cabeza y ninguna de ellas le había producido la felicidad que estaba sintiendo es ese instante. Aunque no le saliesen las palabras, tenía muy clara su respuesta.

V: (Asintiendo levemente mientras algunas lágrimas bañaban sus mejillas) ....Yo...

C: (Levantándose hasta su altura y secando tiernamente su rostro) Tranquila mi amor...Tómate el tiempo que necesites.

V: (Ahora negaba con la cabeza) No...no necesito tiempo, (mirándolo con sus enormes ojos aguados) lo que necesito es creer que esto es real.

C: (Besándole las manos con veneración) Lo es mi vida. (Tomando firmemente su barbilla) Eres el amor de mi vida, siempre lo fuiste y siempre lo serás, me has dado el más bello regalo de este mundo y, aunque ya eres mi mujer en todos los sentidos de la palabra, quiero que te conviertas en mi esposa. (Inclinándose de nuevo ante ella) Me aceptas morenita? Me aceptas como tu esposo, como tu hombre y como el padre de nuestra hija?

Estaba absolutamente desarmada ante él; aquella declaración había removido muchas sensaciones, algunas muy amargas y otras muy dulces desde que él y su pequeña aparecieron en su vida. Tomó aire y procedió a contestar sus preguntas.

V: (Emocionada) Cualquier mujer querría para sus hijos un padre como tú, mi respuesta es SI. (Viendo como él cerraba los ojos y suspiraba) Mi hombre ya eres, me siento la mujer más afortunada del mundo por eso y, SI, quiero que lo sigas siendo.

César apretaba sus manos emocionado y nervioso por conocer la última respuesta.

V: (Agachándose para quedar junto a él) No sabes de cuántas formas ni cuántas veces imaginé este momento, ni todas las ocasiones en que esas imágenes me confortaron aunque no fuesen reales, como tampoco sabes lo que has causado en mí al convertirlas en realidad. (Tomando su rostro entre sus manos) Por supuesto que te acepto como esposo! Mi respuesta es SI, mil veces SI. SI QUIERO SER TU ESPOSA!

César la tomaba entre sus brazos inmediatamente y le arrebataba la respiración con un beso intenso, posesivo y pasional donde descargaba la tensión de aquellos instantes previos a su respuesta y donde le hacía sentir todo lo que el corazón le gritaba, ese corazón que moría por ella... 

C: (Contra su boca) Te amo, te amo, te amoooo. Gracias mi sol!!

V: (Hundiendo la cabeza en su cuello) Gracias a ti, gracias por esta alegría de estar a mi lado.

Alejandra los miraba como quien disfruta de una película romántica en el sofá comiendo palomitas. Se limpiaba las lágrimas y suspiraba, emocionada al ver a sus padres juntos, amándose y compartiendo con ella ese momento tan lindo.

V: (Dirigiéndose a su hija) Tú sabías todo esto verdad?

A: (Con una sonrisa maliciosa) Verdad!

C: (Colocando el precioso anillo en el dedo de su futura esposa) A ver mi amor...Listo! Te gusta?? Sino lo pod...

Resiliencia TekilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora