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Los días han pasado y no hay señales nuevas de Peter, Virginia ya tiene hecho el retrato hablado de Wade pero se los mantiene oculto a Steve y a Tony, está decidida a ser ella quien encuentre a Pete. También está convencida de que Peter merece otro tipo de vida, está viendo por el bienestar emocional de su amado ahijado. Con ayuda de Happy y Friday investigan por toda la ciudad pero no logran tener resultados que valgan la pena. Diario pasea por las afueras del Museo y de demás lugares pero tampoco logra encontrarlo.

Mientras tanto el par de idiotas como ahora les dice, están "juntos" pero sin siquiera cruzar palabra. Steve habla casi siempre con ella en busca de alguna otra manera para acercarse a Tony y así, juntos puedan buscar a su hijo.

Tony ni siquiera ha puesto peros cuando Steve llegó a la casa con una maleta de viaje y se instaló en una de las habitaciones de huéspedes. Está parado en la terraza con un vaso lleno de whisky cuando siente aquellos brazos tan únicos rodearle la cintura y por primera vez desde la pelea en Siberia, se permite recargar su cabeza en el cálido pecho de Steve. Lo extraña.

—Tony...
—Sólo quiero a mi hijo de regreso Steve, sólo eso. Por favor.
—Vamos a encontrarlo. Nuestro hijo volverá con nosotros.

Tony se queda callado, su mente pensando en Peter, su pequeño hijo, ¿estará bien? ¿Habrá comido? ¿Tiene dónde dormir? ¿Estará con buenas personas? Carraspea un poco y controla el temblar de sus labios antes de dar un sorbo al licor. Steve arruga la cara ante el olor.

—¿Por qué tuve que interceder por ustedes, por ti?
—¿De qué hablas? —Steve le abraza más fuerte y esconde el rostro en el cuello contrario— ¿Tony? ¿Amor?
—Si tú no hubieras regresado, Peter no estaría perdido. Nuestras vidas estaban mejor sin ti.

Steve se queda congelado intentando digerir lo que su esposo le ha dicho. Gira a Tony y le planta un beso desesperado para después escuchar como Tony solloza contra sus labios.

—Quiero a mi hijo Steve —Tony se esconde en el pecho de Steve—, lo quiero conmigo.

Han buscado a Peter por cielo, mar y tierra pero no hay pistas sobre él. Monitorean cada calle de Nueva York, de los estados vecinos pero nada. Se encuentran de nuevo en Central Park buscando en cada niño a Peter, pero nada aparece. Los dos están completamente desesperados, están llenos de culpa y de remordimiento. Sólo ruegan por encontrar a su hijo.

—Es como si se lo hubiera tragado la tierra —Steve mira a la nada mientras habla, Tony está sentado en la banca observando a los niños jugar—, todo es mi culpa. Tenías razón, nunca debí volver. Arruiné todo.
—No lo es —Tony se pone en pie al ver un paparazzi que está sobre los arbustos, toma de la mano a Steve y caminan por el parque—, también yo tengo culpa. Somos unos pésimos padres.

Recorren las calles de la gran manzana con esperanzas de encontrarse con aquella sonrisita cálida y tierna pero no sucede. 


Virginia y Happy van en coche cuando en la Avenida DeKalp alcanzan a ver a Peter en brazos de un hombre mientras bajan hacia la línea del metro. Happy pega un frenón y los dos se quedan un momento aturdidos hasta que reacciona y sacude a Pepper.

—¡Corre, ve por Peter que yo estaciono el auto!

Pepper corre a todo lo que sus piernas pueden, baja hacia la línea y el lugar está repleto de gente. Busca con la mirada a Peter pero no logra dar con él de nuevo. Camina como un león enjaulado en toda la parada observando a cada hombre con niño que hay, Happy llega con la respiración agitada.

—¡No lo veo! —Virginia está frustrada— ¡Lo perdí de vista!
—¡Peter! ¡Peter! —Grita Happy y se echa a correr rumbo al metro, acaba de verlo en el vagón pero es tanta la gente que no logra entrar pues las puertas se cierran— ¡Detengan esto! ¡PETER!

El niño voltea y sonríe feliz de ver a su nano Happy. Le saluda con la manita y se abraza a Wade. Happy le devuelve el saludo y hace lo posible porque abran la puerta. Virginia se acerca y golpea los cristales llamando a Peter, éste le saluda y le dedica una sonrisa grande.

—¡Wade! ¿Los viste? ¡Era mi madrina y mi nano! —Peter sonríe feliz y Wade que está muy agotado y se estaba quedando adormilado, voltea pero el metro ha comenzado a andar y ya no alcanza a ver nada— ¡Estaban en la parada!
—¿Y no quieres ir con ellos Baby boy? —Wade le despeina los cabellos con cariño— Aún podemos buscarlos.

Peter se lo piensa mientras mordisquea su dedito, Wade le observa con una gran sonrisa. Peter necesita una familia, a su familia pero sabe por lo que atraviesa y le da miedo devolverlo. Sabe que no es lo mejor pero el pequeño le roba el corazón con sus sonrisitas y no le gustaría verlo triste otra vez.

—No. No quiero volver —Se abraza al cuello de Wade y decide que es mejor cambiar de tema— ¿Qué cenaremos hoy? Quiero donas.
—Habrá una dona sólo si te acabas los guisantes esta vez, ¿sí baby boy?
—Está bien...

Mientras tanto, Pepper y Happy corren de vuelta al coche. Necesitan a Friday. Deben vigilar cada estación de todas las líneas del metro, cada cámara de seguridad, todo. Absolutamente todo. Se encuentran en el taller de Tony aprovechando que no había nadie en la casa.

—¿Pudiste verle la cara? —Le pregunta Pepper.
—Iba de espaldas pero Peter se ve bien, ¿no crees? —Happy se queda reflexionando, se veía incluso más llenito y contento— No lo había visto sonreír así en mucho tiempo.
—Ni yo... Necesitamos encontrar a ese hombre, él tiene que entregarlo.
—¿A qué hombre deben encontrar? —Tony entra en compañía de Steve, ambos tomados de la mano — ¿Es sobre mi hijo?
—¿Virginia, Harold? —La voz de Steve es fría— Mi esposo les está haciendo una pregunta.
—Acabamos de ver a Peter en una de las estaciones del metro.
—¿¡Y por qué no lo traen con ustedes!? —Tony se suelta de Steve y camina hacia ellos— ¡Tenían que haber parado el maldito sistema! ¡Es mi hijo de quien estamos hablando!
—¡Lo siento jefe! ¡No logré llegar a tiempo al vagón! ¡Pero me vio y...!
—¿Peter está bien? —Steve tiene de la cintura a Tony— ¿Viste cómo estaba mi hijo?
—Sí capitán— Happy comenzaba a tenerle cierto miedo a Steve—, se veía bien. Iba sonriendo e incluso está más, eh, llenito.
—¿Por qué no me dijiste nada? —Tony increpa a su mejor amiga— ¡Responde Pepper!
—Vamos Tony, debemos buscarlo.

Steve se lleva a rastras a Tony. Virginia se mantiene en total mutismo hasta que los ve perderse escaleras arriba, rumbo a la planta baja. Happy se deja caer en el sofá mientras espera lo que Friday pueda encontrar.

—¿No crees que deberías decirles? Son sus padres.
—Unos padres que esperaron a que sucediera algo como esto para prestarle verdadera atención a Peter.
—Pero son sus padres, están intentando redimir sus errores. Deberíamos ayudarlos. Hay que hacerlo por Peter.
—Pero también sabemos que ese matrimonio es tóxico para Tony, para Steve y que no beneficia en nada a Pete.

Y Happy no puede rebatir eso.

Sólo un mes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora