Capítulo 12

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*Niall*

Me levanté sin muchas ganas, lo único que me motivaba era la fiesta de hoy en la noche, la que daría Camila, con todo lo que pasó ayer, se me había olvidado, solo estaba a unas cuadras su casa de la mía, asi que me podía ir caminando cuando fuera hora.

Me fui al baño para tomar una ducha, no estaba despierto del todo, al salir, me puse lo primero que vi, y bajé a la cocina de mi casa, al bajar las escaleras me dijo mi mamá -buenos días Niall- mientras ponía el desayuno en la mesa -hola mamá- dije dandole un beso en la mejilla, sin quitarle la mirada a mi plato.

-veo que hiciste tartas de nutella- dije tallandome las dos manos, -pues, tengo mucho que no conciento a mi hijo y pues me dije, ¿por qué no?- escuché a mi madre decir contenta, mas de lo normal -mamá, en serio me encanta cuando haces eso, pero se que hay algo mas, que pasa?- dije sentandome, pero sin probar bocado todavía.

-hay, hijo, tan bien que me conoces, pues mira, se que apenas es inicio de clases y que acaban de terminar las vacaciones, pero a tu tía la van a operar, y tu prima Rosalie y tu primo Santiago se quedarán unas semanas aqui en nuestra casa-

Esos dos primos mios, eran con los que peor me llevaba, sobretodo con Santiago, siempre quería competir conmigo y desmostrarle a todo el mundo que era mejor que yo, -y que no estan bastantes grandes para cuidarse por si solos?- dije con un poco de molestia en la voz.

-pues, tu tía me lo pidió de favor, y ella ha hecho tantas cosas por nosotros, que no podía negarme- dijo mi mamá muy tranquila.

-si no hay otra opcion, está bien, pero quiero tener mi espacio cuando ellos estén- dije comenzando a comerme la tarta de nutella, -si, tu no te preocupes- me dijo tomandome una mano -y, ¿cuanto tiempo van a estar con nosotros?- dije no muy alegre.

-pues, no sabemos exactamente, pero mas o menos 3 o 4 semana- en ese momento se me abrieron los ojos como platos, no iba a aguantar, era demasiado tiempo -estas segura?- dije, mi mamá solo asintió con los ojos cerrados -es mucho! No voy a aguantaroos!-

-mira, no tendrás que estar con ellos todo el tiempo, además, podrás irte con tus amigos en la tarde o quedarte a dormir uno o dos dias a la casa de _____(TN) o Camila, para que no se te haga tanto- casi me atragantaba con la leche, como se le ocurría aceptar a mis primos -está bien, pero que no se metan en mi espacio, es lo mínimo que puedo pedir-

-tu tranquilo- dijomi mamá con esa hermosa sonrisa que nunca se le borraba del rostro -por cierto- dije mas calmado -cambiando de tema, la tarta de nutella te quedo deliciosa- dije haciendo una seña con la mano.

-hay hijo, a ti todo te sabe delicioso mientras sea comestible- dijo mi mamá riendo.

*Louis*

Veía una linda casa, era invierno, había nieve por todas partes y hacía mucho frío, entre a esa casa y en ese mismo momento, mis ojos ven algo que no desearía que pasara, era mi madre, tirada en el piso, desmayada y mi hermanito Carlos llorando, -por que?- gritaba mi hermano mientras le tomaba la mano a mi mamá, -Carlos, ¿qué ha pasado aqui?- dije pasando por la puerta -mamá! Despierta! Porfavor!- decía mi hermano, ignorando mi pregunta -Carlos, te pregunte que le pasa a mi mamá?- dije un poco mas fuerte y desesperado -Ayuda! Por favor!- repetía pero esta vez con lagrimas en los ojos, en ese momento muchas personas llegaban.

Nadie me veía, nadie me tomaba en cuenta, pero ¿por qué? Parecía que era invisible, o que a nadie le importaba, en cuestión de segundos, las lagrimas comenzaban a asomarse, hasta que salieron, muchas, rodaban por mis mejillas, sufriendo porque a nadie le importaba que fuera de mi.

Pero, después escuchaba mi nombre de una voz, una linda y muy dulce voz, pero no veía a la persona, -Louis! Louis!-

Volteaba mi mirada a todos lados, pero nadie era a quien yo buscaba -Louis, despierta!-

Abrí mis ojos, y me di cuenta que todo era un sueño, un muy mal sueño, -Louis!- decía una chica en frente a mi, en ese momento la visualicé detalladamente, tenía unos labios rosas, perfectamente definidos, se veían tan besables que me daban ganas de tomarla por los cachetes y besarla, tenía unos ojos color _____ (color de tus ojos) que me podían decir mil palabras con el puro silencio, su cabello le quedaba tan bien como una areóla a un ángel, que le caía por los hombros libre de cualquier liga o pasador.

Pero, ¿donde estaba?

Volteé a mi alrededor para ver donde estaba, era un cuarto algo afeminado, pero, ¿qué hacía yo aquí, acostado en una cama desconocida?

Segundos después, todos los recuerdos llegaron a mi mente, como escuchaba los gritos de la chica que tengo ahora enfrente, cuando entré y jaloneé con aquel hombre, y cuando caí al piso, era por eso que me encontraba aqui, o esp creo.

-quien eres?-

los finales felices existen? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora