GAME OF THRONES: LA OBSERVER [1]

CAPITULO 1

                                                                    CAPITULO 1

Sothoryos la tierra de territorios inexplorados y azotados de pestes Sangre hirviente, fiebre verde, putrefacción dulce, la Muerte Roja, psoriagrís, perdición del marinero, ojo purulento y encíamarilla son sólo algunas de las enfermedades que se encuentran aquí sin embargo yo logre cambiarla siempre manteniéndola en la oscuridad y del conocimiento de aquellos que quieren hacerse de ella.

- Mi señora nuestros informantes han traído noticias desde poniente sobre su hermana.

Me puse muy ansiosa no he visto a mi hermana desde que me envió a invernalia a escondidas de Viserys ya que me reúse a contraer matrimonio con uno de los jinetes de sangre del khal de vaes dothrak. Aún recuerdo las palabras con las que me dirigí a mi hermano, al decirlas me sentí dueña de mi misma. "con mi cuerpo no harás alianzas yo decidiré cuando es el momento adecuado. No permitiré que hagas conmigo lo mismo que le hiciste a Dany". Dicho esto mi hermano levanto su mano para golpearme pero logre detenerlo "no te atrevas a pegarme no eres el único que puede despertar al dragón". Lo recuerdo como si fuera ayer.

al llegar a invernalia lord Eddard y su familia me trataron como una Stark más me sentía cómoda, me sentía como en casa aunque extrañaba Daenerys ella es mi verdadera familia. Pero con la muerte de John Arryn, Robert el usurpador que mando a exterminar a mi familia llego a invernalia para que ned fuera su nueva mano. Cuando lord Stark se enteró me puso a salvo en las tierras de Sothoryos con trescientos hombres a mi mando dijo que Sothoryos no tenía un guardián que velara por sus intereses y que podía ganarme el respeto de los habitantes allí ahora soy Shaerys Targaryen princesa de Sothoryos y señora de Zamettar, Yenn y Gorosh protectora de lo desconocido.

Mire a mi sierva fijamente a los ojos y pronuncie.

- Muéstrame el mensaje Sharina- bajo la cabeza para luego hablar

- la bruja escarlata vino en persona a dar el mensaje

- ¿Cómo dices?

- Que la mujer roja Melisandre está aquí mi lady

Melisandre la dama roja la sacerdotisa del señor de la luz, era servidora del difunto Stannis Baratheon cuando creían que era el príncipe que fue prometido, puede que Melisandre se equivocara y puede que no la conozca en persona, pero sé que su magia es verdadera, incluso logro resucitar a Jon cuando fue traicionado en el muro me dio rabia no poder presenciar ese acontecimiento. Ahora ella camina a paso moderado por la sala del trono y se inclina delante de mí.

Mi hermana tiene razón ella es hermosa con rostro en forma de corazón y ojos rojos, el pelo largo del color del cobre pulido caía por su espalda y es pálida, está usando una túnica de color carmesí y la gargantilla de oro rojo con un rubí que decoraba su cuello. Dicen que Cuando hace magia, el rubí de su gargantilla brilla con el poder, aunque puede llegar a quemarla si la magia requerida es demasiada poderosa. La observe fijamente a los ojos esperando que me diga algo hasta que decidí hablar yo.

- Usted debe ser Melisandre la dama roja mi informante ¿Cuál es el grado de importancia del mensaje para que usted viniera personalmente ante mí?

- Princesa su hermana recupero vuestro hogar, Rocadragon, ya les pertenece y exige su presencia permanente allí para que la acompañe en su batalla contra la leona Lannister.

Como iba a hacerlo no puedo dejar Sothoryos así como así no tenía a ningún castellano para que cuidara de su pueblo.

- Lo que me está pidiendo es imposible no puedo dejar Zamettar y menos a Sothoryos entero sin un castellano para que vele por ellos si quieres que valla consigue a alguien que cuide de ellos en mi ausencia.

- Sabía que diría eso por eso traje a alguien que cuidara de su pueblo de la misma forma en la que usted lo hace.

- Bien. Guardias abran las puertas y háganlo pasar.

Las puertas se abrieron dejándolo pasar al individuo con el largo cabello y la barba de color negro y sus ojos claros y azules con gambesón negro y gris con adornos en acero negro.

Caminaba con su mano derecha en su espada y su mano izquierda se movía al compás con sus pies. Creo que se de quien se trata.

- Su gracia- me dice haciendo reverencia

- Lord Jon Connington señor de Nido de Grifo, escudero de mi hermano el príncipe Rhaegar, ex-mano de mi padre Aerys II y fuiste miembro de la compañía dorada durante tu exilio. Acaso ¿me equivoque al nombrar sus títulos?

- No mi señora está usted diciendo lo correcto. Sé que hice cosas las cuales me arrepiento pero siempre me mantuve en plena lealtad a su familia y lo hare hasta el día de mi expiración.

- Mi hermana me ha hablado muchas cosas de usted tanto buenas como malas pero al fin y al cabo somos humanos y siempre aprendemos de nuestros errores. ¿ha aprendido usted de sus errores Lord Connington?

- Desde el día en que las cometí ahora mi casa no existe no soy nadie.

- Es suficiente para mi Lord Connington. Dejare a Sothoryos en sus manos por que confió en usted su casa ha servido fielmente a los Targaryen toda su vida y eso me alcanza y sobra. Ahora bien partiré dentro de dos días a Rocadragon. Sharina tú también iras, puedes ir a descansar.

Melisandre, Jon y yo nos reunimos para darle las instrucciones a Jon y como organizaremos mis tropas este será el principio del fin y yo seré parte de ello.

- ¿comenzamos?.