GAME OF THRONES: LA OBSERVER [1]

Capitulo 13

Rocadragon (multimedia)

Shaerys se encontraba en el jardín de Aegon con Zöbrie dándole de comer, el olor a rosas invadía sus fosas nasales haciéndola suspirar pensando en lo que venía. Estaba cansada de perder, tanto ella como Daenerys querían venganza uno por uno sus aliados caían y no lo iba a permitir ¿Cuánto más estaría dispuesta dar para que poniente tuviera el gobierno que se merece? Estaba dispuesta a darlo todo sin duda, estaba dispuesta a dar su vida si era necesario. Pero esta batalla era solo una distracción, una pérdida de tiempo para ellos, pues la verdadera amenaza que afrontaban era los caminantes blancos esos seres extraños y temibles que con solo pensarlo la piel de shaerys se le erizaba a un punto casi indescriptible. Seguía con pensamientos indefinidos en su mente, hasta que sintió una presencia cálida y acogedora es presencia que ella tanto amaba, quería y la hacía sentir la mejor mujer del mundo.

- Ni lo intentes Robb – le dijo mientras le daba de comer a su grifo, dándole la espalda a Robb que quería tomarla por sorpresa pero no pudo lograrlo.

- Debes dejar de hacer eso Shae – indicó alzando una ceja

- No puedo evitarlo mis poderes me guían he indica lo que hay y lo que debo hacer. Debes acostumbrarte.

- Por ti me acostumbraría a todo – decía abrazándola por detrás desde la cintura. Ella se volteo mirándolo a los ojos – tengo algo para ti pero será mejor que te lo de cuando vuelvas.

- Y ¿Si no vuelvo? – agrego cabizbaja

- No digas eso claro que volverás y estarás conmigo para siempre, yo sé que todo lo que prometes cumples así que prométeme que volverás así tendrás la obligación de cumplirla – dijo poniendo una mano en su mejilla y con su pulgar haciendo círculos en ella. Shaerys suspiro ante su contacto y al cerrar los ojos para sentirlo una vez más vagas lágrimas salían de sus ojos - ¿me lo prometes?

- Te lo prometo con todo el corazón – al decir esto ella se acercó y junto sus delicados labios con los de Robb. mariposas en su estómago sentía, haciendo estallar todas las sensaciones que aparecía cada que lo hacía. Al separarse juntaron sus frentes y ella todavía lloraba – será mejor que me vista tenemos una batalla la cual ganar.