Capítulo 2

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*________ POV*

-Cariño, hace tiempo no me visitabas, ¿cómo estuvo el camino? ¿muchos monstruos?- inquirió Nix, en cuanto llegué a su hogar.

-Umm, no tantos de hecho. Ya sabes, desde la última vez en la cual los amenazaste, no se me acercan muchos- reí- Sinceramente creí que no estarías aquí.

-Como sabrás no suelo pasar mis noches en este sitio, pero sabía que me necesitabas así que aquí estoy.

-Gracias.

-Pero vamos, dime, la hija de Plutón no tarda en despertar.

-Supongo que sabes acerca de los cazadores- mi vista se dirigió al techo del lugar.

-Tal vez escuché por ahí algunos rumores y a ti hablar con tú amiga.

-Lo supuse, pero bueno, el punto es que sé que ellos se reúnen en las noches, tú eres la diosa de la noche, ¿qué es lo que sabes de ellos?

-No mucho realmente, aunque hay pequeños rumores- frunció los labios ligeramente- Uno de esos rumores es que ellos es que ya intentaron acabar con tu vida, ¿eso es cierto?

-Solo dos veces- reconocí- Pero he acabado con ellos primero- agregué rápidamente.

-Tienes que tener mucho cuidado, ________. No le dijiste a tu amiga que tú eras la que encabezaba la lista, ¿o sí?

-No quiero que se preocupe más. Realmente se supone que no le diría nada.

-Es mejor que lo sepa, así puedes protegerla mejor- después de un rato, agregó- Ellos saben que la conoces, querrán ir por ella para así tenerte a su merced.

-¿Saben que Hazel es mi amiga?

La sensación de un enorme nudo que me impedía respirar correctamente, se instaló en mi garganta.

-Escucha, tienes que pensar con la cabeza fria, ¿de acuerdo? Tú...

-Irán por Hazel solo para asesinarme. Yo la llevaré a su propia muerte- balbucee como pude.

-Cariño, tienes que tranquilizarte.

-No, ellos... ¡Agh! Si antes quería matarlos, ahora quiero... Quiero...

"Ni si quiera sé que quiero"

-________, basta- Nix sentenció fuertemente- Deja de comportarte de ese modo. Sabes que así no conseguirás nada.

-No quiero que ella muera. Es mi amiga, mi mejor amiga, mi casi hermana.

-No creo que lo hagan, o al menos no ahora. Al ver que no pudieron contigo, irán por los otros semidioses que valen menos.

-¿Los amigos de Hazel?- cuestioné.

-Por lo que sé, ellos están en el Campamento Mestizo. Se encuentran a salvo ahí.

-Necesito que me des más información- pedí.

-Escucha, no creo que hagan grupos grandes. Los cazadores son codiciosos, no querrán compartir el dinero aunque sea en grandes cantidades.

-Ahora que lo mencionas, solo han ido pequeños grupos por mi. No más de veinte hombres por grupo.

-Otra mentira a tu amiga, has matado a cuarenta hombres; y si, no harán grupos grandes, solo estarán los suficientes.

-Tengo que ir por el creador de la lista- concluí finalmente.

-Primero deberías entrenar un poco más, nunca se sabe contra quien pelearás.

-Tengo diecisiete años. Desde los cinco aprendí a sostener un arco y una espada, asesiné por primera vez a los siete años. No necesito más práctica.

-Eres muy diferente a tu padre, mucho menos perezosa y jamás te has acobardado, pero desde lo que sucedió con Hera, te has vuelto insegura y tus sentimientos han sido más descontrolados, aveces es bueno, te has abierto más a tu amiga y a nosotros, pero te has...

-¿Hecho más humana?- pregunté sarcástica.

-No, te has ablandado, piensas dos veces antes de acabar con la vida de alguien.

-Tal vez eso sea algo bueno, ¿no?

-Algunas veces lo es, pero no cuando ellos están apunto de asesinarte o cuando te encuentras en peligro; hay algunas situaciones en las cuales no hay otra opción.

-Hoy actúas diferente- mencioné con extrañes.

-No lo hago, solo menciono cómo eras antes y cómo eres ahora- respondió simplemente.

-Yo... Tengo que irme- Murmuré yendo hacia la salida.

-Espera- me detuvo antes de que cruzara por la puerta.

Al instante sentí que algo me cubría. Un vestido negro.

-Mucho mejor. Por cierto, mucha suerte. Aunque me gustaría que estuvieras en el inframundo para siempre, no mueras- finalizó.

Con una sonrisa, me retiré de ahí. Las conversaciones con Nix siempre eran así, al principio es normal y después todo se tornaba raro; supongo que es algo a lo que debería de estar acostumbrada.

💤💤💤

Tan solo me tomó cinco segundos inspeccionar la habitación de Hazel para darme cuenta que no estaba ahí, al igual que parte de su ropa.

Corriendo me dirigí hacia la sala de Hades, en la cual se encontraba el dios junto a su esposa.

-¿Dónde está Hazel?- cuestioné, llegando frente a ellos.

-Iba hacia el Campamento Mestizo con Nico, ¿no te lo dijo el día de ayer?- preguntó Hades, notablemente fastidiado.

"Cierto. Ya era de mañana"

-Esa hija de...

-Cuidado con lo que dirás- me interrumpió Hades.

-¿Dónde quedá ese Campamento?- inquirí histérica.

-Es curioso. Thanatos te dijo que fueras hace varios veranos y te negaste, ahora...

-¿Dónde está ese maldito Campamento?- repetí de nuevo.

-En Long Island- contestó Perséfone- ¿Todo está bien?

-¿Hace cuánto tiempo se fue?- cuestioné ignorando su pregunta.

-¿Yo que sé?- bufó Hades.

-¿Ves esta daga?- Pregunté hacia Hades.

-Sí, ¿de dónde la sacaste? ¿ahora eres bruja o algo así?- se mofó.

-Si no me dices exactamente dónde se encuentra Hazel, te encajaré esto en la frente.

-No lo harías- entrecerró los ojos.

-Es como sino me conocieras, Hades. ¿Acaso lo dudas?- pregunté preparándome para lanzarla.

-Debería de estar en el bosque en este momento- respondió Perséfone.

-Envíame en un viaje sombra a ese bosque. Ahora- demandé hacia el dios.

-Lo haré porque quiero que te vayas, no porque te tenga miedo, mocosa insolente- siseó, antes de que sintiera las sombras arremolinarse a mi alrededor y estar en completa oscuridad.

Segundos pasaron para que pudiera darme cuenta de que efectivamente me encontraba en un bosque, pero no había rastro de Hazel.

Una diferente hija de Hypnos (Nico di Angelo y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora