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Que fuese fin de semana no ayudaba. Había estado toda la noche dando vueltas sin poder dormir, aunque, en realidad, no lo necesitaba.

Me levanté de la cama para darme otra ducha. La canción de Plan B, es un secreto, sonaba en la radio. ¡Qué antigua!

Al salir, envolví mi cuerpo en una toalla y me tiré en la cama. Decidí en mirar mi móvil, ya que desde ayer, no lo encendía. Al desbloquearlo, me encontré 5 llamadas perdidas, tres Whatsapp y más cosas de Instagram. Las llamadas eran de Danny, de Scott y de mi madre. Como habían insistido los dos, decidí llamar a Danny para ver qué quería.

– El chico más sexy al habla. – dijo Danny riéndose.

– Espero que no contestes así a todas las llamadas.

– Que va, eso sólo lo reservo para ti. – dijo mientras los dos nos reíamos. –Te hemos insistido mi hermano y yo, porque Steven a puesto el examen la semana que viene...

– ¿La semana que viene? Joder, que le gusta correr a este hombre. – dije mientras Danny reía desde el otro lado.

– Necesito que nos ayudes. – una voz por detrás decía: necesitamos que nos ayudes y en ese momento supe que era Scott. Me reí ante eso y no dude un segundo.

– Os ayudaré, y así aprovecho para despejar mi mente. ¿Os importa que sea en vuestra casa? Ya que la biblioteca está cerrada y en mi casa, no es que haya mucho silencio.

– No hay ningún inconveniente. Una cosa más Jennifer, ¿salsa carbonara o salsa de tomate?

– ¿Perdón?

– Vas a venir a comer sí o sí.

(...)

Al final terminaron convenciendome y fui a su casa, ya que sus padres estaban trabajando.

Comimos tranquilamente, vimos una película los tres juntos y cuando nos disponíamos a estudiar, la puerta de la casa se abrió y entraron sus padres.

– Oh, ¡pero que agradable sorpresa! – dijo la madre de Scott y de Danny.

– ¿Quién es el afortunado de tener a esta chica tan guapa como novia? – dijo el padre de los chicos. ¡Hay madre mía! ¡Qué vergüenza!

– Papá, mamá, ella es Jennifer, Jennifer Turner y es sólo una compañera de clase. – dijo Danny mosqueado. Al parecer, los padres de Danny y de Scott eran muy exigentes. Sus padres deseaban que cada uno tuviera una novia, para que pronto pudieran independizarse y dejarlos tranquilos, ¡Eso es muy cruel!

– Todos decíamos eso cuando éramos jóvenes. ¿Entonces sois un trío? – dijo la madre de Danny mientras subíamos. Ellos dos se pararon delante de mi, yo intenté que se tranquilizara pero, hasta yo me estaba poniendo nerviosa. Le agarre la mano a Danny y notaba como su respiración se tranquilizaba, pero no podía llegar a la mano de Scott así que soltó lo más grande por esa boca.

– ¿Ustedes sois tontos? ¿Os creéis que vamos a ser igual de gilipollas que ustedes cuando erais jóvenes? – dijo Scott poniéndose rojo de la rabia.

– Cuidado con esos modales jovencito. – dijo el padre desde abajo de la escalera.

– No quiero meterme pero, su hijo tiene razón. Yo no soy una puta y no me voy a acostar con sus hijos, y si lo hiciera, usted nunca se enterarían. Así que, ahora con vuestro permiso me voy a llevar a sus hijos a la habitación porque tenemos un examen muy importante y hay que aprovechar el tiempo. – dije mientras empujaba un poco a Danny para que nos moviéramos. ¿Pero esto de verdad estaba pasando? ¿De verdad todo esto era real?

Lágrimas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora