17

8 1 0
                                    

Mi mente era un mundo lleno de incógnitas sin resolver. Estaba cabreada, confundida, pérdida, triste... Mis sentimientos estaban mezclados unos con otros y eso hacia que me estuviese volviendo loca. No aguantaba más el silencio del maldito examen de matemáticas, así que decidí ir al baño.

Salí al pasillo y al sentir el aire fresco en mi cara, me sentí más relajada. Cuando me relaje y respire hondo, quise entrar en el baño pero alguien me impedía el paso.

- ¿Qué haces tú aquí? - dije sorprendida, no lo había escuchado llegar.

- ¿Qué que hago aquí? ¡Jenny! Llevo dos días detrás tuya, tanto llamándote como enviándote mensajes y no te has dignado a contestarme ninguna vez. ¿Qué coño te pasa? - Danny estaba algo enfadado, lo notaba. Pero no es mi culpa que me pasen las cosas que me pasan. Intenté colarme en el baño y cuando lo conseguí y pensé que me había desecho de el, pero estaba pegado a mi espalda como si de una mosca se tratase.

- ¿Sabes que no puedes entrar en el baño de niñas no?

- ¿Sabes que no me iré de aquí sin antes me contestes, no? - dijo apoyado en una de las puertas individuales de cada WC.

Me quedé mirandolo mientras me subía a los lavabos y él se quedaba en frente de mi sin tocarme. Se le veía cabreado, pero no quiero que esté metido en nada de esto, si se trata del consejo.

- ¿Vas a contestar? Jenny, ¿Hemos echo algo?

- No, no habéis hecho nada. Sólo tengo la cabeza en otra parte. - dije entrando en uno de los baños individuales. Pero Danny me siguió y entró conmigo.

- Si está es tu manera de echarme, te ha salido mal. - dijo el mientras me veía como me quitaba la chaqueta. Estaba dispuesta a hacer mis necesidades, y no me iba a cortar porque él estuviera delante.

Me bajé los pantalones y me dispuse ha hacer mis necesidades, cuando él se puso nervioso y salió corriendo de el cuarto de baño individual.

- Te espero aquí afuera. Tú y yo, no hemos acabado. - dijo nervioso mientras yo me reía.

Tardé unos tres minutos en recolocarme la ropa y en alistarme los pelos cuando me lo vi, apoyado en la pared de los espejos mirando su teléfono móvil. Cuando se dio cuenta de mi presencia, apagó el móvil y me miró serio.

- Me estaba meando. - dije encogiéndome de hombros y lavandome las manos.

- Ya, ya lo veo. - dijo guardando su móvil y abriéndose la chaqueta. Lo miré, y se me quedó la vista clavada en su abdomen. Lo tiene tan marcado con esa camisa blanca que me entran ganas de arrancarsela y.... - ¿Vas a decirme lo que te ronda en esa cabecita tuya?

- ¿Seguro que quieres sabes lo que pasa por aquí? - dije mientras me señalaba la cabeza y lo decía en tono seductor. Creo que ver su abdomen había echo que me pusiese cachonda, eso e imaginarme que estábamos en una cama, los dos juntos, semidesnudos....

- Si, quiero saberlo. - dijo acercándose a mí hasta llegar al punto de rozar nariz con nariz. Podía sentir como desprendía calor, que manaba de su cuerpo.

- ¿Quieres besarme? - dije sin más, mientras el, se sorprendía de mi pregunta, pero cuando quiso apartarse un poco de mi, yo le rodee con mis brazos su cuello haciendo que no pudiera salir ni alejarse de mi. Al hacer eso, notaba como Danny Junior, estaba justo donde quería que estuviese y la verdad.... ¡Qué de Junior no tiene nada!

- Puede que si, y puede que no. - sus manos las colocó en mi cintura, e hizo que mi espalda ahora estuviese sobre la pared del baño. Ahora, fue el, el que metió sus manos debajo de la camisa, y rozaba mi piel haciendo que está temblase ante su tacto.

- No te hagas el duro Danny, se que lo estás deseando. - dije sobre su oído y después, mordiéndolo lentamente. Él me agarró la cintura algo más fuerte, dejando de que mis labios soltase un pequeño gemido.

- No me hago el duro, si no el interesante. No te lo puedo dejar todo en bandeja, no soy un chico fácil. Prefiero tener cuidado y no hacer cosas de las que después me pueda arrepentir. - dijo enseñándome sus preciosos dientes y dirigiéndose a mi cuello. Empezó a morderlo mientras yo agarraba su pelo y lo masajeaba. ¡Voy a violar a este chico cualquier día! Cuando me disponía a besarlo, entro una chica en el baño y tuvimos que apartarnos y salir por patas de allí. ¡ODIO CUANDO LA GENTE INTERRUMPE MOMENTOS COMO ESOS!

Danny y yo, alistamos nuestras ropas y salimos corriendo. Estos momentos así, quiero repetirlos con el pero, para la próxima vez no se va a quedar en besos y mordiscos...

Lágrimas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora